WELLINGTON.- Las despedidas emotivas son algo común en los aeropuertos, pero los viajeros que salgan de la ciudad neozelandesa de Dunedin tendrán que apurarse. Un nuevo límite de tres minutos para los abrazos de despedida en la zona de espera del aeropuerto tiene como objetivo evitar que los abrazos prolongados provoquen embotellamientos.

“El tiempo máximo de abrazo es de tres minutos”, advierten los carteles afuera de la terminal, agregando que aquellos que buscan “despedidas más cariñosas” deberían dirigirse al estacionamiento del aeropuerto.

Un cartel que informa los límites de tiempo para los visitantes en el área de bajada de pasajeros afuera del aeropuerto de Dunedin en Momona, Nueva Zelanda, el martes 22 de octubre de 2024.

El límite de abrazos se impuso en septiembre para “mantener la fluidez” del tránsito en la rediseñada zona de descenso de pasajeros fuera del aeropuerto, dijo el martes el director general Dan De Bono. Era la forma del aeropuerto de recordar a la gente que la zona era sólo para “despedidas rápidas”.

No obstante, los carteles causaron estupor en los usuarios de las redes sociales, donde se armó un debate, afirmó De Bono. Las primeras reacciones fueron en su mayoría negativas, y algunos describieron la medida como inhumana.

Nos acusaron de violar derechos humanos básicos y [se preguntaban] ¿Cómo nos atrevemos a limitar el tiempo que alguien puede durar para un abrazo?”, dijo, añadiendo que otros habían recibido con agrado el cambio.

Ahora, agregó el directivo, la oposición se está suavizando a medida que la historia se ha vuelto viral en los medios de comunicación mundiales, y muchos señalan que tres minutos es bastante generoso para los estándares globales.

“¿Tenés 3 minutos para abrazarte? En Estados Unidos ni siquiera quieren que pares. Simplemente avance lentamente y empuje a su pasajero hacia afuera. Lo digo en serio”, escribió un usuario en las redes sociales.

El aeropuerto de Nueva Zelanda ha impuesto un límite de tres minutos para los abrazos de despedida en el área de entrega para evitar embotellamiento de autos.

Las señales se concibieron como una alternativa a las que se encuentran en otros aeropuertos y que advierten sobre el peligro de que se impongan multas a los conductores que estacionen en las áreas de descarga de pasajeros. Algunos aeropuertos en Gran Bretaña han impuesto tarifas para todas las descargas de pasajeros, por más breves que sean.

El aeropuerto de Dunedin, una modesta terminal que da servicio a una ciudad de 135.000 habitantes en la Isla Sur de Nueva Zelanda, prefirió un enfoque “peculiar”, indicó De Bono.

Tres minutos es “tiempo suficiente para detenerse, despedirse de los seres queridos y seguir adelante”, dijo. “El límite de tiempo es una forma más agradable de decir: ‘sigue adelante’”.

Un abrazo de 20 segundos es suficiente para liberar oxitocina y serotonina, hormonas que estimulan el bienestar, puntualizó De Bono. Cualquier abrazo más prolongado es “realmente incómodo”.

Para demostrarlo, el nativo de Dunedin, de 40 años, dijo que se había cronometrado ese mismo día, cumpliendo la cuota completa frente a una audiencia de personal del aeropuerto. El abrazo se volvió un poco incómodo después de 20 segundos, confesó, y resistió la tentación de alejarse: “No soy un gran abrazador. Veinte segundos como máximo para mí”.

Pero los pasajeros no tienen por qué preocuparse demasiado por la aplicación de la ley. “No tenemos una policía que nos abrace”, bromeó De Bono.

Sin embargo, a los visitantes se les puede pedir que trasladen sus prolongados abrazos al estacionamiento, donde pueden abrazarse gratuitamente durante hasta 15 minutos.

Agencia AP y diario The Washington Post