WASHINGTON- Luego de largas negociaciones entre el gobierno de Donald Trump y el Kremlin de Vladimir Putin, Trump dijo este jueves en su red social Truth Social que mantuvieron conversaciones “muy buenas y productivas”, aunque sin llegar a anunciar que Rusia aceptó el acuerdo para un alto al fuego en la guerra en Ucrania. Trump dijo además que le pidió con firmeza a Putin que frene la ofensiva rusa y les perdone la vida a los soldados ucranianos.

“Ayer mantuvimos conversaciones muy buenas y productivas con el presidente ruso, Vladimir Putin, y hay muchas posibilidades de que esta horrible y sangrienta guerra finalmente llegue a su fin”, afirmó Trump.

“Pero en este mismo momento miles de tropas ucranianas están completamente rodeadas por el Ejército ruso y en una situación muy mala y vulnerable. He solicitado con firmeza al presidente Putin que se les perdone la vida. Sería una masacre horrible, como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial. ¡Que Dios los bendiga a todos!“, cerró el mandatario.

La desmentida de Ucrania las afirmaciones de Trump no tardó en llegar. “No hay amenaza de que nuestras unidades estén rodeadas” en la región rusa de Kursk, aseguró el Estado Mayor del ejército ucraniano en un posteo de Facebook.

El mensaje de Trump llegó luego de largas negociaciones entre funcionarios norteamericanos y Moscú para forjar un acuerdo que ponga en pausa las hostilidades en el este de Ucrania. Su declaración indica que ese ida y vuelta con el Kremlin no ha llegado todavía a terminar de tejer un punto de entendimiento, más allá del optimismo que ha mostrado su administración.

“Ayer fue un día productivo”, replicó esta mañana la vocera presidencial, Karoline Leavitt, fuera de la Casa Blanca. “Nunca hemos estado tan cerca de la paz”, insistió.

Bajo una fuerte presión, y debilitado en el terreno, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ya aceptó la letra del alto al fuego impulsado por el gobierno de Trump. Pero Putin planteó varios reparos y condiciones y esquivó respaldar plenamente la propuesta norteamericana.

“La idea en sí es correcta, y sin duda la apoyamos, pero hay temas que debemos discutir”, dijo Putin ayer, en sus primeras declaraciones sobre los intentos de la administración trumpista de poner punto final a la guerra. “Deberíamos hablar con nuestros colegas estadounidenses, quizás en una llamada con el presidente Trump”, agregó el líder ruso.

El paño frío de Putin al acuerdo forjado entre Estados Unidos y Ucrania fue una nítida demostración de fortaleza que llegó en medio de un avance ruso en el terreno, y desató críticas de Occidente y también del propio Zelensky, que lo acusó de estirar las negociaciones.

“Por supuesto, Putin teme decirle directamente al presidente Trump que quiere continuar esta guerra y seguir matando ucranianos. Por eso, en Moscú, están rodeando la idea del alto el fuego con tales condiciones previas que o fracasa o se prolonga lo más posible”, se quejó el presidente ucraniano en su cuenta en X. “Putin hace esto a menudo: no dice que no rotundamente, sino que alarga las cosas e imposibilita las soluciones razonables. Consideramos esto como otra ronda de manipulación rusa”, se despachó.

El enviado Especial para el Medio Oriente de Trump, Steve Witkoff, viajó a Moscú esta semana y este jueves mantuvo una reunión con Putin, un primer cara a cara para conocer de primera mano las demandas del Kremlin para frenar la ofensiva en Ucrania. Trump no indicó explícitamente si él había hablado con Putin.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Putin había aprovechado la reunión para enviar “señales” a Trump a través de Witkoff. Y añadió que Rusia y Estados Unidos acordarían el momento de una llamada telefónica entre sus presidentes.

Peskov dijo que eran “cautelosamente optimistas”, pero que todavía quedaba mucho por hacer para llegar a una tregua.

Trump propuso un alto al fuego en Ucrania de 30 días, una idea aceptada por Ucrania la semana pasada en la cumbre de funcionarios de ambos gobiernos en Arabia Saudita. Por primera vez desde la invasión de Rusia a Ucrania, Zelensky aceptó una propuesta para implementar un alto al fuego e iniciar “de inmediato” negociaciones con el Kremlin para implementar una paz duradera, el avance más contundente hasta el momento para poner punto final al peor conflicto en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

Zelensky aceptó esa propiesta bajo una fuerte presión de Washington: la administración de Donald Trump aceptó levantar la suspensión a la asistencia militar para Ucrania y volver a compartir información de inteligencia, vital para diseñar la resistencia a la ofensiva rusa.

El gobierno de Zelensky había quedado acorralado bajo una fuerte presión para avanzar hacia una negociación luego de que Trump decidió suspender la asistencia militar y el intercambio de información de inteligencia, vital para la organización de la defensa ucraniana. Ambas decisiones habían sido tomadas por el mandatario luego de la desastrosa visita de Zelensky a la Casa Blanca que terminó de manera abrupta tras la trifulca en el Salón Oval entre el mandatario ucraniano, Trump y su vicepresidente, JD Vance.

Las conversaciones, al menos con Ucrania, parecen bastante avanzadas. Trump dijo esta semana que habían llegado a discutir incluso sobre eventuales concesiones territoriales de Kiev a Moscú.

Aunque las condiciones de Putin pueden ser imposibles de aceptar para Ucrania, no repitió su onerosa exigencia del año pasado de que el alto al fuego dependiera de que Ucrania se retirara de las cuatro regiones ucranianas que Rusia había declarado como suyas, pero que no controlaba totalmente.

En el terreno

Sobre el terreno, la situación sigue evolucionando en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, donde las fuerzas de Kiev lanzaron una ofensiva sorpresa el pasado agosto y llegaron a reivindicar el control de 1400 km2.

Kiev esperaba usar ese avance como moneda de cambio en una negociación con Moscú, que ocupa un 20% de su territorio.

Pero en las últimas semanas, el Kremlin ha seguido recuperando terreno en Kursk y, el viernes, el ejército ruso reivindicó la reconquista de la localidad de Goncharovka.

Rusia siguió también bombardeando Ucrania la noche del jueves, como lo hace casi cada noche desde que Putin ordenó a sus fuerzas el asalto a Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Las fuerzas ucranianas, que responden con ataques de drones, indicaron que impactaron por la noche un depósito de misiles en la región fronteriza de Belgorod y dos estaciones de compresión de gas situadas a cientos de kilómetros del frente.