La última Ferrari que condujo Michael Schumacher será subastado en Sotheby’s en Nueva York el próximo 14 de noviembre y se espera que supere los US$10 millones, el precio más alto conseguido por un vehículo del piloto. Este modelo es uno de los ocho construidos para la última temporada del alemán.
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La Ferrari 248 F1 fue utilizada por Schumacher durante su última temporada completa con el fabricante italiano en 2006. Aunque el piloto alemán no ganó el campeonato ese año, este monoplaza fue clave en su lucha hasta la última carrera, logrando cinco victorias, entre ellas los Grandes Premios de Estados Unidos, Francia y Alemania.
Sin embargo, el español Fernando Alonso se quedó en lo más alto del podio, logrando su segundo título de campeón al volante del Renault R26.
Este modelo fue uno de los más exitosos de la temporada, gracias a su avanzada ingeniería. Equipado con un motor V8 de 2.4 litros, esta Ferrari fue diseñado para adaptarse a las nuevas normativas que la Fórmula 1 introdujo en 2006, reduciendo el tamaño del motor de 3.0 litros V10 a 2.4 litros V8. A pesar de estas restricciones, el monoplaza se mantuvo competitivo, con una potencia de más de 700 CV y una aerodinámica diseñada para los circuitos más rápidos del mundo.
Según la casa de subastas RM Sotheby’s, este icónico modelo ha sido mantenido por el departamento Ferrari F1 Clienti, que garantiza que aún está en condiciones para correr. Por lo tanto, el futuro comprador no solo tendrá una pieza de historia, sino también podrá pilotar un verdadero auto de F1.