En un mercado laboral marcado por la digitalización, trabajar de forma remota para empresas de diferentes partes del mundo parece la opción más sencilla y atractiva. Sin embargo, en países como la Argentina, esta modalidad de empleo puede traer complicaciones, sobre todo al momento del cobro de dinero, depositado en el exterior, pero que se necesita en el país y con la menor carga impositiva posible.
Por este motivo, los programadores Rodrigo Vidal (30 años), Tomás Bruzza (30 años), Martín Gira (25 años) y Braian Fritz (30 años) -cansados de lidiar con las limitaciones de las plataformas de pagos internacionales- decidieron crear Wallbit, el primer neobank para trabajadores remotos. “Nosotros mismos enfrentamos los problemas alrededor de trabajar para el exterior y quisimos hacer algo para resolverlo”, cuenta a LA NACION Vidal, CEO y fundador del proyecto.
Actualmente, en Latinoamérica hay más de 6 millones de personas que trabajan para el exterior. Un 20% trabaja bajo un esquema de contrato directo full time para empresas de Estados Unidos (70%), Latinoamérica (25%) y Europa y otros países (5%), según una investigación de mercado de Wallbit. El ingreso mensual de los empleados -que en su mayoría pertenecen al rubro de la tecnología- ronda los 1800 dólares.
En este contexto, Wallbit “bancariza” completamente a sus usuarios al eliminar todo tipo de intermediarios. Es decir, las personas pueden enviar, recibir y cambiar dinero, así como también tener acceso a una cuenta de inversiones en donde pueden hacer crecer su capital, generar rendimientos en dólares y comprar y vender instrumentos financieros, como acciones, ETFs y bonos. “Descubrimos que hay muchos profesionales que hoy ahorran dinero en efectivo. Y el riesgo de ahorrar en efectivo no es solo perderlo o que te lo roben, sino también la depreciación”, explica Vidal.
Desde su lanzamiento en abril de este año, Wallbit -disponible en la Argentina, Colombia y México- cuenta con más de 10.000 usuarios activos, cifra que continúa en aumento a un ritmo del 40% mensual. Además, ya procesó más de 30 millones de dólares en transacciones en lo que va del año. Para el cierre de 2024, esperan una facturación de más de US$ 600.000.
A su vez, en 2023 Wallbit recibió inversión de YCombinator, el fondo de inversión detrás de grandes jugadores del mercado, como Airbnb, Rappi y Dropbox y, recientemente, logró levantar US$ 1,5 millones en su serie semilla y planea extender la ronda en los próximos meses para acelerar su crecimiento.
Desafíos
Para Vidal, el principal desafío para el crecimiento del proyecto fue ganar la confianza de los usuarios. Por este motivo, decidieron asociarse con importantes instituciones financieras de Estados Unidos que exigen un alto nivel de sofisticación en términos de seguridad. Sin embargo, este proceso de negociaciones llevó entre unos 9 y 12 meses. “Costó mucho trabajo. Tuvimos que lograr conexiones con ellos y cumplir estándares de seguridad”, recuerda Vidal.
En esta instancia, la búsqueda de inversores que respalden el proyecto fue clave: “Fue difícil principalmente al inicio. Todavía estábamos en etapa de desarrollo y necesitábamos convencer de que nuestra idea iba a poder transformarse en una empresa real, y en YCombinator quedan seleccionadas el 1% de las empresas que se postulan solamente, por lo que tuvimos que transmitir algo diferente para lograr avanzar”.
Hoy, Wallbit cuenta con certificaciones como la SOC 2 Tipo I y II, o el seguro SIPC, cuyos objetivos principales son garantizar la transparencia y la seguridad de los fondos de los usuarios. “Con eso, los usuarios pueden saber dónde están exactamente sus fondos y retirarlos cuando quieran, es decir, tienen disponibilidad 24/7 “, señala el CEO de Wallbit.
Por otro lado, el usuario argentino representaba un gran desafío debido a las complejidades propias de la economía nacional. “En la Argentina, hay muchos tipos de cambio, entonces hay plataformas que, por la forma en que viene el dinero, tal vez te lo cambian a un dólar oficial”, dice Vidal.
Frente a esto, Wallbit permite retirar los dólares a un cambio “más competitivo”, como el dólar MEP o blue. “La mayoría de nuestros competidores generan ingresos cobrando comisiones altas en retiros. En cambio, nosotros buscamos generar el ahorro y la inversión dentro de Wallbit. Muchos usuarios llegan buscando retirar con menos comisiones”, agrega.
Inteligencia artificial, la clave para expandir el negocio
Además de utilizar inteligencia artificial (IA) para procesos internos, como el análisis de datos, Vidal adelantó a LA NACION que en Wallbit están trabajando en nuevas funciones basadas en IA para ayudar a los usuarios en la gestión de su portafolio de inversiones.
“Nuestra idea es acompañar a las personas en su decisión de invertir y estas nuevas funciones están pensadas para sugerir un montón de consultas. Por ejemplo, por qué mi portafolio está rindiendo de tal manera o que te dé un resumen del rendimiento en el último mes”, detalla.
Con la expectativa de crecer a nivel regional, Wallbit está pronta a desembarcar en Chile, Uruguay, Perú, Ecuador y Brasil. “Para fines de 2025, esperamos estar disponibles en toda Latinoamérica”, dice Vidal. “Seguimos trabajando en colaborar con empresas para que paguen a sus sus empleados directamente en Wallbit, mejorando nuestro producto de inversiones y acompañando a los usuarios”.