En Argentina existen hace años las tarjetas de crédito y débito. Luego se sumaron las billeteras virtuales y hasta las cuentas para mayores de 13 años, entre otros productos. En este panorama acaba de presentarse al mercado Kuru, una plataforma que intenta ayudar a las organizaciones públicas y privada a gestionar de forma eficiente de fondos corporativos y gubernamentales.

Con una inversión inicial de 500.000 dólares y una alianza estratégica con MasterCard, este emprendimiento brinda, “una solución integral y personalizada para la gestión de gastos corporativos, beneficios y almuerzos para compañías de múltiples tamaños e industrias”, según palabras de Cristian Adamo, cofundador & CEO de la firma.

Cristian Adamo, Ariel Peralta Aliano, Juan Pablo Picasso y Gisela Belazio, el equipo detrás de Kuru

En el ámbito de la tecnología se sabe que, para desarrollar un producto digital como una plataforma, un website o una app, primero hay que encontrar un problema a solucionar. “Tanto las empresas privadas, como las entidades públicas, destinan anualmente entre 200 y 400 horas en procesos administrativos relacionados con la verificación y auditoría de comprobantes de gastos que realizan los colaboradores. Además, los equipos de finanzas suelen invertir hasta el 10% de su tiempo en tareas de control, lo que representa un costo significativo en términos de recursos y productividad”, explica Adamo para justificar cómo nació Kuru, su quinto emprendimiento, luego de otros que fundó en Argentina y Estados Unidos, entre los que se encuentra Avantrip.

La otra cara de la moneda es que los procesos de rendición son complejos para los empleados, insumen tiempo, acceder a plataformas que solo se usan para estos fines, y muchas veces ante la ausencia de mecanismos eficientes el empleado termina utilizando su propio dinero y luego rindiendo el gasto. Este problema también estaría resuelto con Kuru.

Para poner en blanco sobre negro, Ariel Peralta Aliano, que es cofundador y CPO de la start-up, lo diferencia de las tarjetas tradicionales: “En Kuru la emisión de tarjetas es instantánea, ilimitadas, prepaga con monto flexible, los comprobantes llegan por WhatsApp, y el sistema de reglas de aprobación garantiza que el dinero se gasta apropiadamente. En cambio, las tarjetas bancarias tradicionales llegan al cliente hasta 3 meses luego de que este las solicita, su uso está pensado solo para determinados puestos, tiene costo de mantenimiento y renovación, implica rendiciones de cuenta y auditorías, y no ofrecen mecanismos para segmentar su uso y evitar que se gaste inapropiadamente”.

Realidad nacional

En Argentina, más del 50% de las empresas no tienen acceso a tarjetas de crédito o cuentan con líneas muy limitadas debido a su calificación crediticia o la falta de rentabilidad percibida por los bancos. Kuru, con su sistema de tarjetas prepagas, elimina estas barreras, porque les permite a las pymes gestionar sus gastos de manera flexible, sin la necesidad de depender de una línea de crédito, ya que el fondeo, la emisión de la tarjeta y la acreditación de los fondos en la misma se hace en el mismo momento.

Algo llamativo es que la plataforma no tiene una app móvil que pueda descargarse de las tiendas de aplicaciones, sino que la interacción con el usuario es únicamente a través de WhatsApp. “Si bien pensamos que esta decisión podía ser un problema, en realidad a la gente con la que hablamos le resulta muy interesante, porque la barrera de entrada es nula, ya que prácticamente todos los empleados son usuarios de este mensajero instantáneo para acceder a sus tarjetas, verificar saldos, recibir notificaciones y cargar comprobantes”, explica Adamo, y señala que tomaron está vía para acelerar el lanzamiento de Kuru, ya que desarrollar una app toma más tiempo. En total, el desarrollo de la plataforma les tomo unos cuatro meses.

Adamo, junto con sus socios Juan Pablo Picasso, Gisela Belazio y Peralta Aliano, ya tienen planes a futuro: proyectan alcanzar 100 clientes, emitir 25.000 tarjetas y procesar 150.000 transacciones antes de fin de año. Por lo pronto, no tienen pensado expandir sus operaciones más allá de la Argentina.