Estas criaturas tiene características únicas que siguen maravillando a científicos de todo el mundo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El océano sigue siendo uno de los mayores misterios de nuestro planeta, con profundidades inexploradas que albergan formas de vida asombrosas y desconocidas.

En este vasto y enigmático mundo submarino, existen especies tan extrañas que parecen sacadas de una película de ciencia ficción. Sus peculiares características y comportamientos desafían nuestra comprensión de la vida en la Tierra.

Desde criaturas de apariencia sobrecogedora hasta organismos de dimensiones colosales, estos seres nos recuerdan que la naturaleza aún esconde secretos fascinantes.

El calamar vampiro: un nombre que engaña

Estas criaturas continúan sorprendiendo a expertos por su apariencia (Carl Chun/ Wikimedia)

Entre las criaturas más intrigantes se encuentra el calamar vampiro, cuyo nombre científico, Vampyroteuthis infernalis, significa “calamar vampiro del infierno”. Según explicó Bruce Robison, científico del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterreya National Geographic, este cefalópodo no es ni un calamar ni un vampiro.

Fue descrito por primera vez en 1903 por el teutólogo alemán Carl Chun, quien se inspiró en los ojos rojos y la apariencia de capa de este animal para darle su peculiar nombre.

Lejos de ser un depredador temible, el calamar vampiro se alimenta de “nieve marina”, una mezcla de algas, plancton muerto y materia fecal que flota en las profundidades. Sin embargo, posee una habilidad única para defenderse: puede liberar una nube de mucosidad luminosa que lo envuelve y confunde a sus depredadores.

El pez luna: un gigante esquivo

El pez luna fue descubierto en 2017 tras años de esquivar la vista de científicos (Explorasub/ Wikimedia)

El Mola tecta, conocido como pez luna, es una de las especies más recientes en ser identificadas. Al pertenecer al orden de los Tetraodontiformes, un grupo que también incluye a los peces globo, peces erizo y lijas, de acuerdo con el medio de comunicación enfocado en naturaleza, Ladera Sur.

Inicialmente, fue descrito como Tetraodon mola, pero con el tiempo se determinó que debía clasificarse en su propio género, Mola, el cual está compuesto por tres especies distribuidas a nivel mundial: Mola alexandrini, Mola mola y Mola tecta.

Fue en julio de 2017 que esta criatura fue descubierta por la bióloga marina australiana Marianne Nyegaard, quien publicó su hallazgo en la revista Zoological Journal of The Linnean Society.

Sin embargo, las primeras imágenes de un ejemplar vivo fueron registradas en las costas de Chañaral de Aceituno por el instructor de buceo y documentalista chileno César Villarroel.

Este animal tiene una piel gruesa, sin escamas, puede medir hasta tres metros y pesar alrededor de 2 mil 500 kilos. Aunque al incio se les consideraba peces flojos y lentos, con el tiempo investigadores descubrieron que son muy buenos buceadores y son capaces de recorrer hasta 3 mil kilómetros en 130 días.

Phronima sedentaria: el parásito de las profundidades

IZ.075000: Phronima sedentaria

Otro habitante de las profundidades es la Phronima sedentaria, un anfípodo conocido como “camarón barril”. Según National Geographic, este pequeño crustáceo, que mide menos de un centímetro, habita en la zona crepuscular de los océanos, entre 200 y mil metros de profundidad.

La Phronima es famosa por su comportamiento parasitario. Utiliza sus pinzas para vaciar el interior de las salpas, criaturas gelatinosas similares a las medusas, y luego habita en el caparazón vacío, donde deposita sus huevos. Cuando las crías nacen, consumen la salpa desde dentro, perpetuando el ciclo.

La medusa sombrero de flor

Estas medusas alternan entre el lecho marino y las aguas costeras (Chris Favero/ Wikimedia)

Esta medusa conocida científicamente como Olindias formosa es una criatura que combina una apariencia deslumbrante con un toque peligroso. Según National Geographic, esta medusa, que habita en las costas de Japón, Brasil y Argentina, utiliza sus tentáculos multicolores para atraer a los peces pequeños.

Aunque su picadura no es mortal para los humanos, puede causar un dolor considerable y sarpullidos. En ocasiones, estas medusas forman grandes grupos llamados floraciones, un fenómeno que ocurre cuando el aumento de la temperatura del agua genera más alimento para ellas.

El calamar colosal: el gigante de los invertebrados

Este animal puede alcanzar hasta 15 metros de largo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni), también conocido como cranquiluria antártica, es la especie de calamar más grande conocida y el único miembro del género Mesonychoteuthis.

Se estima que puede alcanzar un tamaño máximo de 12 a 15 metros, aunque esta cifra se basa en el análisis de especímenes juveniles o incompletos.

Según la enciclopedia virtual de animales, Animalia, hasta ahora, el ejemplar más largo capturado medía 4,2 metros, mientras que su peso máximo estimado ronda los 750 kg, según restos parciales encontrados en el estómago de un cachalote en 1925.

Una parte importante de su longitud total proviene de sus dos largos tentáculos prensiles, ya que sus otros ocho brazos son más cortos. Al igual que otros calamares, el calamar colosal posee un manto para la locomoción, un par de branquias, una cabeza, dos aletas y una estructura corporal similar a la de sus parientes cefalópodos.

La anguila hocicuda: una boca descomunal

Esta extraña criatura tiene un cuerpo esbelto que puede expandirse para capturara a sus presas (Wikimedia/Klaus Kevin Kristensen)

En las profundidades del Océano Pacífico oriental, la anguila hocicuda se distingue por su capacidad para expandir su boca de manera desproporcionada. Según National Geographic, esta característica le permite capturar presas mucho más grandes que su cuerpo esbelto.

También conocida como anguila pelícano, debido a la similitud de su método de alimentación con el de un pelícano, esta especie se alimenta principalmente de pequeños crustáceos. En 2018, un vídeo que capturó a una anguila hocicuda juvenil en acción se volvió viral, mostrando su peculiar apariencia y comportamiento.

El pez arquero: precisión bajo el agua

Este pez impacta con su habilidad única de derribar insectos fuera del agua con un disparo muy preciso (Johan Fredriksson/ Wikimedia)

El pez arquero habita en estuarios, aguas salobres costeras y manglares del sureste de Asia y el norte de Australia, donde nada entre las raíces de los árboles en busca de insectos que se posan sobre la vegetación, de acuerdo con información del zoológico de Denver.

Su distribución abarca desde India hasta Filipinas, Indonesia, Vanuatu, las Islas Salomón y Nueva Guinea, con algunas especies presentes en el norte de Australia.

Una de las características que hacen a este pez destacar entre los demás, es que tiene una asombrosa habilidad que le permite alimentarse: disparar chorros de agua con gran precisión para derribar insectos a una distancia de hasta 1.5 metros por encima del agua.

Esta habilidad, que le ha valido el apodo de “francotirador escupidor”, es aún más impresionante debido a la precisión con la que debe compensar la refracción de la luz al apuntar a través de la interfaz agua-aire.