Recién había comenzado el segundo tiempo y el panorama lucía oscuro para Francia. Había perdido por lesión a su estrella Antoine Dupont diez minutos antes e Irlanda pasaba al frente por primera vez luego del try de Dan Sheehan. La furiosa respuesta de Les Bleus transformó un encuentro parejo de desenlace incierto en un dominio abrumador con un solo equipo en la cancha. En 20 minutos resolvió el pleito y, de paso, buena parte del campeonato con un despliegue de poder, velocidad y precisión que no encontró resistencia en el bicampeón.
La resultante de tamaña demostración de rugby fue la victoria por 42-27, incluidos cinco tries y un punto bonus que coloca a Francia al borde de reconquistar el título del Seis Naciones. Necesita vencer a Escocia por cualquier resultado el próximo sábado en el Stade de France, de París, para levantar el trofeo continental luego de tres años.
El partido no defraudó a quienes lo anticipaban como el mejor del certamen y uno de los más significativos del año. Marcado en rojo cuando se conoció el fixture, se enfrentaban los dos mejores equipos del hemisferio norte (se repartieron título y subcampeonato en las últimas tres versiones del certamen) y dos de los cuatro equipos top del mundo, junto a Sudáfrica y Nueva Zelanda. Irlanda ostentaba la ventaja de localía en un Aviva Stadium repleto, llegaba invicto e iba en busca del tricampeonato en solitario, algo que ningún equipo consiguió en 142 años de historia del certamen, aunque en el último partido ante Gales había mermado su nivel. Francia había caído en la segunda fecha ante Inglaterra, pero disipó toda duda con una aplastante goleada ante Italia a continuación y desembarcó en Dublín con mejor ímpetu. En el momento crucial, mantuvo la llama encendida.
Al try de Dan Sheehan a los dos minutos del segundo tiempo, que adelantaba a Irlanda 13-8, Francia respondió con furia. Desde los 29 había perdido a Dupont, el mejor del mundo, con una torcedura de rodilla al caérsele encima Tadhg Beirne en un ruck. De la salida siguiente, presionó al medio-scrum Jamison Gibson-Park, que despejó corto, atacó verticalmente a partir del line-out subsiguiente y volvió a ponerse en ventaja gracias a la conquista de Paul Boudehent. En la elaboración de la jugada, el muy buen árbitro australiano Angus Gardner detectó una infracción del wing Calvin Nash (reemplazó a último momento a James Lowe, lesionado en el calentamiento) y lo amonestó. Francia olió sangre y fue por su presa.
En ese lapso de 20 minutos consiguió dos tries convertidos y dos penales más para adelantarse 35-13 y sentenciar el partido. Vale destacar la conquista del wing Louis Bielle-Biarrey, por la armónica acción colectiva y por el solo la definición individual. Inició la jugada Thomas Ramos al salir jugando desde sus propias 25 yardas. Tiró un rastrón contra el touch que él no pudo recuperar, pero sí sus compañeros en un contrarruck. Damian Penaud atacó el espacio, habilitó a Bielle-Biarrey y éste hizo el resto: kick al fondo para ganar en velocidad y apoyar. Rugby de sometimiento y rugby champagne.
Bielle-Biarrey también había apoyado el primero, tras un pase magnífico de Dupont. Lleva siete tries en cuatro partidos en el Seis Naciones y 11 en sus últimas siete presentaciones con el seleccionado francés (17 en 18 partidos en su carrera). A la altura de los mejores jugadores del mundo en este momento.
La conquista llegó justo después de que el tercera línea Oscar Jégou (uno de los falsamente acusados de violación en Mendoza el año pasado) ingresara como centro en lugar de Pierre-Louis Barrasi, que salió con un golpe en la cabeza. Galthié se la jugó con un banco con siete forwards y ya había ingresado Maxime Lucu, el único back, por Dupont. Una decisión que le costó incontables críticas en el Reino Unido y algunas advertencias en su propia tierra; corría el riesgo de quedarse sin backs. Es lo que ocurrió, pero no pagó el precio. Un riesgo calculado. Jégou estuvo por toda la cancha y terminó con 11 tackles en 33 minutos. Sólo falló en los dos minutos finales, cuando el resultado estaba sentenciado e Irlanda consiguió dos tries que ni siquiera alcanzaron para maquillar el resultado.
A los 8, Galthié sacó a la cancha su propia versión del bomb squad: cinco forwards ingresaron al mismo tiempo. Sólo Thibaud Flament, François Cros y Boudehen permanecieron en la cancha. Irlanda no pudo contener la avalancha azul.
Irlanda había comenzado mejor, imponiendo condiciones, marcando el ritmo de juego y jugando profundo en terreno rival. Francia se defendió con agresividad, aún a riesgo de excederse en penales. Otro riesgo calculado. Prevaleció la defensa feroz. Dos veces estuvo cerca de castigar de contra. Al primer ataque llegó el try de Bielle-Biarrey.
El primer partido de Francia luego de la decepción que significó irse temprano del Mundial que habían organizado para ganar (y tenían equipo para hacerlo), fue el estreno del Seis Naciones 2024. Una dolorosa derrota por 38-17 ante Irlanda en Marsella que evidenciaba que el duelo no sería sencillo. Sin Dupont, además, abocado al seven. Pero el entrenador Fabien Galthié no se alteró. Utilizó la gira de julio por la Argentina para probar jugadores y darle profundidad al plantel. Hoy, Francia tiene un grupo de 35 jugadores que rinde de la misma manera más allá de los nombres. Incluso sin Dupont. La estrella de esta era le da un aura de imprevisibilidad que dota de una dimensión de peligro adicional a Francia. Maxime Lucu (o Nolann Le Garrec) no puede reemplazar eso, pero sí le permite jugar de manera más sistémica.
Francia le sacó dos puntos a Irlanda y, si bien la última fecha podría tener cuatro equipos con posibilidades de levantar la copa (si gana Inglaterra el domingo), el candidato es uno solo. Escocia será una dura oposición. Jugando así, Francia está un escalón por encima. De todos.
La síntesis
Irlanda: Hugo Keenan; Jamie Osborne, Robbie Henshaw, Bundee Aki y Calvin Nash; Sam Prendergast y Jamison Gibson-Park; Josh van der Flier, Caelan Doris y Peter O’Mahony; Tadhg Beirne y Joe McCarthy; Finlay Bealham, Dan Sheehan y Andrew Porter. Entrenador: Simon Easterby.
Cambios: ST 8m, Jack Conan por O’Mahony y Ryan Baird por Van der Flier; 15, Jack Crowley por Aki; 17, James Ryan por McCarthy; 19, Thomas Clarkson por Bealham; 24, Van der Flier por Doris (temporario); 28, Rob Herring por Sheehan, Cian Healy por Porter y Conor Murray por Gibson-Park.
Francia: Thomas Ramos; Damian Penaud, Pierre-Louis Barassi, Yoram Moefana y Louis Bielle-Biarrey; Romain Ntamack y Antoine Dupont; Paul Boudehent, Grégory Alldritt y François Cros; Mickaël Guillard y Thibaud Flament; Uini Atonio, Peato Mauvaka y Jean-Baptiste Gros. Entrenador: Fabien Galthié.
Cambios: PT 28m, Maxime Lucu por Dupont. ST 6m, Oscar Jégou por Barassi; 8, Julien Marchand por Mauvaka, Cyril Baille por Gros, Dorian Aldegheri por Atonio, Emmanuel Meafou por Guillard y Anthony Jelonch por Alldritt; 35, Hugo Auradou por Flament.
PT: 20m, try de Bielle-Biarrey (F); 24 y 42, penales de Prendergast (I); 35, penal de Ramos (F).
Amonestado: 19m, McCarthy (I).
ST: 3, 37 y 40m, goles de Prendergast por tries de Sheehan, Healy y Conan (I); 6, 10, 19 y 34, goles de Ramos por tries de Boudehent, Bielle-Biarrey, Jégou y Penaud (F); 15 y 27, penales de Ramos (F);
Amonestados: 6m, Nash (I); 33, Boudehent (F).
Cancha: Aviva Stadium, Dublín.
Árbitro: Angus Gardner (Australia).