España se levanta reivindicativa, igualitaria y feminista este sábado 8 de marzo de 2025. De entre todos los actos por el día de la mujer, hay uno que se celebra en Villaciosa de Odón, en la sede de la Federación de Judo Madrileña, donde han organizado una clase de defensa personal dedicada especialmente a mujeres. Entre los asistentes se encuentra Sacramento Moyano, pionera en el mundo del Judo, primera mujer en conseguir el noveno dan en España y defensora de la igualdad entre hombres y mujeres tanto dentro del tatami como fuera de él. “El día de la mujer debe ser todos los días del año. Yo creo en la igualdad entre el hombre y la mujer”, asegura en una entrevista con Infobae España.
Sacramento descubre este deporte gracias a una exhibición realizada por una mujer: Dori Gordon, que fue de las primeras en practicarlo en España. “Me gustó mucho y le dije a mi madre, yo quiero hacer eso”. Por entonces ella tan solo tenía 14 años y en España casi no había mujeres que lo practicaran. “Mi madre me dijo: ‘Prueba, pero como te hagas daño se acabó’”, recuerda. Por entonces, las mujeres solo podían realizar este deporte en un sitio: Hermandades del Trabajo. Ni su entorno ni su familia le pusieron nunca ninguna pega. “Me dieron libertad para hacer lo que quisiera”, asegura.
Hasta que llegó al cinturón naranja, Sacramento permaneció en el mismo gimnasio, luego buscó uno más cercano a su casa para seguir su ascenso. Cuando portaba el cinturón marrón llegó su primer campeonato de España. “Fue tipo ballet”, recuerda. En aquella competición solo tenía que demostrar las técnicas, no había combates. Al año siguiente, la situación cambió un poco y paso a ser una mezcla entre combate y técnica. Ese año, Sacramento ya fue campeona. Al tercer año, la competición ya era como la actual, aunque únicamente con tres categorías de peso (actualmente existen siete categorías).
En ese momento que las mujeres y hombres competían por separado, el público era muy diferentes en ambos casos. “Cuando hacía el campeonato de mujeres, solo estaban los entrenadores en la grada, y cuando había campeonato de hombres estaba lleno el polideportivo”. Y añade: “Yo no me sentí nunca discriminada como mujer, siempre nos han tratado igual”.
En uno de los campeonatos organizados en Madrid, que coincidió con el día de Reyes, hubo un regalo extra, además de las preseas. “Me entregaron mi medalla, pero luego nos dieron una muñeca con motivo del día de Reyes. A algunas chicas sí les sentó mal, a mí no me sentó mal. No sé lo que habrían hecho y ese día hubiera sido el campeonato de hombres”, reconoce. A lo largo de su carrera, Sacramento ha subido a lo alto del podio en once ocasiones en Campeonatos de España y otras tantas en europeos.
En una ocasión, incluso a los pocos meses de tener a su hijo: “En septiembre di a luz a mi hijo y el médico me decía ‘ahora no vayas a hacer Judo al día siguiente de parir’”. No fue nada más tener a su hijo, pero sí a los pocos meses. “En enero luché en el campeonato de Madrid y quedé campeona. Dos semanas después, quedé campeona de España y luego segunda de Europa. A mí con el embarazo no me dio bajón, al revés me dio mucha fuerza”, destaca.
El sueño de unos Juegos Olímpicos
La única competición en la que no ha llegado a competir es en los Juegos Olímpicos. Tras quedar séptima en un campeonato del Mundo, el billete a la cita olímpica estaba conseguido, dado que acudían las ocho mejores. ¿El problema? Eran todas europeas y decidieron que era necesario introducir a mujeres de más países y Sacramento quedó fuera. “Barcelona ya me quedó muy lejos, porque yo ya tenía una edad, aunque me habría gustado participar en unos Juegos Olímpicos”.
Un año antes de retirarse había sido subcampeona de España y de Europa y tenía claro que las cosas que no podían quedar así, quería poner punto y final a su carrera desde lo más alto. Y lo hizo. Se preparó y consiguió quedar campeona de España en 1988. Tras 16 años de carrera en el mundo del Judo, Sacramento decidió dejar la competición oficial, aunque siguió cuatro años más compitiendo de forma extraoficial. Después comenzó una nueva etapa en su vida, la de enseñar, tanto en el gimnasio que tiene con su marido como en la Federación. “Me encanta dar clase”.
Pionera del Judo y primera en conseguir el noveno dan
“No te das cuenta de que estás avanzando hasta que llegas a una edad y te dicen que has conseguido el 9.º dan y piensas: ‘madre mía, cuanto tiempo ha pasado’”, afirma. Y destaca: “Echando la vista atrás, dices: ‘algo he tenido que hacer bien’”. Fue ella quien hizo el camino para todas las que vinieron detrás, para que muchas otras mujeres pudieran hoy competir en las mismas condiciones que los hombres. Con “respeto” y probablemente admiración, miran hoy las jóvenes yudocas a Sacramento: “Me dicen que fui la primera, la que abrió el camino para que las demás pudieran estar donde están hoy”.
Sacramento no solo es pionera en el mundo del Judo, sino que también es la primera en conseguir el noveno dan en España. “Se siente mucho orgullo, mucha alegría”. Hay dos momentos, reconoce, que marcaron su carrera, el cinturón negro y noveno dan. “Con el cinturón negro pensé que ya no podía cometer más errores. Con el noveno dan al revés, pensaba ‘tienes que seguir aprendiendo porque no sabes a lo mejor, ni la mitad de la mitad’”, asegura. Una trayectoria y una experiencia que trata ahora de transmitir a sus alumnos, tanto de su gimnasio como los jóvenes que entrena en la Federación.
Este sábado es 8M, aunque como dice Sacramento: “El día de la mujer debe ser todos los días del año. Yo creo en la igualdad entre el hombre y la mujer”. A ella, como relata, nunca le han impedido hacer algo por ser mujer, nunca le han prohibido a ir a un sitio por ser mujer y es precisamente eso lo que ella considera que debería ser la norma en la sociedad.