“No sé si yo elegí al fútbol o el fútbol me eligió a mí”, reflexiona Robert Lewandowski, uno de los mejores delanteros de la historia moderna del fútbol, en una entrevista con FourFourTwo.
Con más de 700 goles en su carrera, 12 títulos de liga en tres países y dos galardones como el mejor jugador del mundo según FIFA, el polaco ha construido un legado que lo posiciona como un referente absoluto en el deporte. Sin embargo, el camino hacia la cima no siempre fue sencillo.
Su capacidad para tomar riesgos y su enfoque en el trabajo constante lo han convertido en un ejemplo de longevidad y excelencia.
“La edad es solo un número. Lo importante es cómo se siente tu cuerpo y tu mente. Me preparé desde los 20 años para durar en la élite, y ahora estoy viendo los resultados”, afirma con la seguridad de alguien que sigue siendo una pieza clave en el fútbol de alto nivel.
Héroes de la infancia y el inicio de su carrera
Lewandowski creció rodeado de deporte. Su padre, exfutbolista y campeón de judo, y su madre, una jugadora de voleibol profesional, dejaron una marca indeleble en su formación.
Desde niño, practicó una variedad de disciplinas, como vóley, básquet, handball y gimnasia, pero siempre tuvo un vínculo especial con el fútbol. Aunque su padre le animaba a diversificar su entrenamiento, algo que en su momento no entendía, hoy agradece esa decisión.
“Probar otros deportes ayudó mucho a mi cuerpo. Mi flexibilidad y mi capacidad para adaptarme son mejores que las de otros jugadores, incluso a los 36 años”, explica.
Además de su familia, las leyendas del fútbol que admiraba en su juventud también dejaron huella en él.
“Mi primer ídolo fue Roberto Baggio, pero después me fijé en Alan Shearer, y más tarde en Thierry Henry”, recuerda. Este último tuvo una influencia especial, no solo por su capacidad goleadora, sino por la elegancia de sus movimientos.
“Me impactaba cómo corría, su técnica y cómo se movía en el campo”. Estas figuras no solo alimentaron su pasión por el juego, sino que también le dieron una visión clara de cómo quería desarrollar su propio estilo.
La caída y resurgimiento
Los primeros años de la carrera de Lewandowski estuvieron marcados por una prueba difícil que pudo haberlo apartado del fútbol profesional.
En 2006, el Legia Varsovia, uno de los clubes más importantes de Polonia, decidió no renovar su contrato tras una lesión que lo dejó fuera de ritmo. Lewandowski, que en ese momento tenía 17 años y acababa de perder a su padre un año antes, recuerda ese período como uno de los más complicados de su vida.
“No sabía qué hacer. Mi contrato terminaba, estaba lesionado, y no podía hablar con mi padre porque ya no estaba. Mi mamá tenía que esperarme después de los entrenamientos porque no tenía licencia de conducir. Fue un momento realmente duro”, confiesa.
Sin embargo, lejos de rendirse, Lewandowski encontró en ese revés la oportunidad para comenzar de nuevo. Tomó la decisión de unirse al modesto Znicz Pruszkow, un equipo de la tercera división polaca.
“Znicz me había buscado antes, pero en ese momento no me interesó. Tras salir del Legia, pensé en qué hacer y decidí ir allí. Desde esa decisión, mi carrera comenzó a subir escalón a escalón cada año”, explica.
Con su determinación y talento, no solo ascendió rápidamente en el fútbol polaco, sino que su trayectoria lo llevó a conquistar ligas en Alemania, España y el reconocimiento internacional, demostrando que incluso los momentos más oscuros pueden convertirse en puntos de inflexión hacia la grandeza.
Éxitos en Dortmund y el salto a Bayern Múnich
Cuando Lewandowski llegó al Borussia Dortmund en 2010, el club atravesaba un período de reconstrucción y no había terminado entre los primeros cuatro de la Bundesliga en siete años.
Bajo la dirección de Jürgen Klopp y con un equipo lleno de jóvenes talentos, el polaco se convirtió en una pieza fundamental para devolver al Dortmund a la cima del fútbol alemán.
En sus dos primeras temporadas, el equipo ganó la liga de forma consecutiva, y en la segunda incluso logró el doblete con la DFB-Pokal.
“Éramos jóvenes y queríamos demostrar lo mejor que teníamos. Ganar dos títulos de liga seguidos y la copa fue algo increíble para el club y para mí”, recuerda.
En 2013, Lewandowski llevó al Dortmund a la final de la Champions League, destacándose con una actuación histórica en semifinales al marcar cuatro goles contra el Real Madrid en el partido de ida.
“Todo pasó muy rápido. Después del tercer gol, sabía que debía intentar el cuarto. No tuve miedo de arriesgarme, incluso si ya había logrado algo histórico”, comenta.
Sin embargo, tras cuatro temporadas y múltiples éxitos, tomó la decisión de fichar por el Bayern Múnich en 2014, lo que generó polémica entre los aficionados del Dortmund.
“Había quienes estaban molestos, pero muchos me agradecieron por todo lo que di al equipo. Sabían que siempre di el 100% hasta el último día”, explica el delantero.
En el Bayern, Lewandowski no solo alcanzó la cima del fútbol europeo, sino que también construyó un legado como uno de los mejores delanteros de todos los tiempos.
Hazañas históricas: 5 goles en 9 minutos y el récord de Gerd Müller
El 22 de septiembre de 2015, Lewandowski escribió una de las páginas más memorables en la historia del fútbol al anotar cinco goles en solo nueve minutos durante un partido entre el Bayern Múnich y el Wolfsburgo.
“Durante esos nueve minutos, estaba en otro lugar. No pensaba en cuántos goles había anotado, solo quería seguir buscando el siguiente. Cuando terminó el partido, ni siquiera entendía lo que había logrado”, recuerda.
Otra hazaña que inmortalizó al delantero fue su histórica temporada 2020-21 en la Bundesliga, cuando rompió el mítico récord de Gerd Müller al anotar 41 goles en una sola campaña.
Lo más impactante fue que alcanzó esta cifra en tan solo 29 partidos, ya que se perdió cinco encuentros debido a una lesión. “Al principio, pensé que era imposible romper ese récord, pero seguí luchando hasta el último segundo. Al final, lo logré en el último minuto del último partido de la temporada. A veces, parece que alguien está escribiendo la historia por vos”, reflexiona.
FIFA The Best y el Balón de Oro que nunca llegó
A lo largo de su carrera, Lewandowski ha sido reconocido como uno de los mejores futbolistas del mundo, un estatus que se confirmó cuando fue nombrado FIFA The Best en 2020 y 2021.
Estos galardones lo colocaron en la élite junto a leyendas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, una hazaña de la que se siente profundamente orgulloso.
“Ganar el premio al mejor jugador del mundo por dos años consecutivos significa mucho. Compitiendo con Messi y Ronaldo, que han escrito la historia del fútbol, me hizo darme cuenta de lo que había logrado”, reflexiona.
Sin embargo, su ausencia en la lista de ganadores del Balón de Oro sigue siendo un tema polémico. Muchos consideran que el polaco merecía el premio en 2020, un año en el que el galardón fue cancelado por la pandemia de COVID-19, tras una temporada en la que lideró al Bayern Múnich hacia el triplete con 55 goles en 47 partidos.
“Es el único año en que se canceló el Balón de Oro, y hasta ahora no entiendo el porqué. Quizás algún día lo haga, pero por ahora no tengo la respuesta”, comenta con cierta resignación.
Aunque admite que habría sido un gran honor recibir ese reconocimiento, Lewandowski se centra en lo positivo: “Ganar el premio FIFA ya significa mucho para mí. Pude disfrutar el momento y saber que estuve entre los mejores en una era dominada por Messi y Ronaldo”.
Barcelona y la Liga Española
La llegada de Lewandowski al FC Barcelona en 2022 marcó un nuevo capítulo en la carrera del delantero, quien, a sus 34 años, se enfrentó al desafío de conquistar un nuevo país, una nueva liga y, al mismo tiempo, devolver a los blaugranas a lo más alto del fútbol español.
Desde su debut, el impacto de Lewandowski fue inmediato, tanto en el campo como fuera de él. “Desde el principio sentí el apoyo de los aficionados. Me dieron un amor puro y estoy muy agradecido. No puedes comprar ese sentimiento”, comenta emocionado.
En su primera temporada, Lewandowski cumplió con creces las expectativas al liderar la tabla de goleadores y ayudar al equipo a ganar LaLiga 2022-23.
“Ganar títulos es parte de la esencia de este club. Logramos el campeonato y también la Supercopa, pero quiero ganar más con el Barcelona. Ese sentimiento de celebración es algo que no importa cuántos títulos hayas ganado, siempre quieres repetirlo”, asegura. La emoción de los festejos quedó grabada en su memoria.
“Cuando recorríamos la ciudad en el autobús celebrando el campeonato, me dije: ‘Quiero hacer esto una y otra vez’”.
¿Colgar los botines? Falta…
En cuanto a su futuro, Lewandowski no pone límites ni fecha para colgar los botines, pero es consciente de que ese momento llegará eventualmente.
“Mi cuerpo está en plena forma y sé que puedo jugar al máximo nivel durante los próximos dos años. Después, dependerá de cómo me sienta mentalmente y de mis prioridades en la vida”, explica. Aunque reconoce que le entusiasma la idea de vivir sin el fútbol y pasar más tiempo con su familia, no tiene prisa por tomar esa decisión. “Quizás en un par de años piense que aún puedo competir al más alto nivel, o tal vez sienta que es hora de disfrutar otras cosas. Todo depende de mí”, reflexiona.
Aunque su legado en el fútbol ya está asegurado, Lewandowski no deja de mirar hacia adelante, siempre enfocado en el presente y en lo que aún puede lograr.
Con su contrato con el Barcelona vigente y la posibilidad de extenderlo hasta 2026, el delantero tiene la oportunidad de seguir brillando en una de las ligas más competitivas del mundo. Sin embargo, también tiene claro que su impacto va más allá de los goles y los títulos. Como él mismo lo dice:
“Cuando termine mi carrera, quiero ser recordado no solo como un gran futbolista, sino como alguien que siempre dio lo mejor de sí mismo, tanto en el campo como fuera de él”.