RÍO DE JANEIRO.- Una certeza, una sorpresa… y un bombazo. Una explosión de argentinos en un viernes de superacción, con tenis del bueno, en la ciudad maravillosa. Primero, Sebastián Báez, un campeón. Más tarde, Camilo Ugo Carabelli, una sorpresa. Un argentino será finalista del ATP 500 de Río de Janeiro, nada menos. Y a la noche, un imposible. Francisco Comesaña, 86° en el ranking, se impuso al alemán Alexander Zverev, número 2 del mundo, y también alcanzó las semifinales. Una locura.

En dos horas y media, un torbellino de voleas, drops y magia pura. Cuando el marplatense Comesaña se decide, es capaz de todo. Y algo más. Luego de estar 1-4 en el último set, se impuso por 4-6, 6-3 y 6-4 a un Zverev molesto, incómodo, tanto en Buenos Aires (perdió contra Cerúndolo demasiado pronto, por 3-6, 6-3 y 6-2) como en Río de Janeiro. El Tiburón tiró magia: consiguió el mejor punto del torneo durante el último parcial. A última hora, esperaba al ganador del cruce entre otro argentino, Francisco Cerúndolo, y el francés Alexandre Müller.

Había perdido los tres partidos en el nivel ATP antes de este torneo. Se trata de la mayor victoria de su carrera y ahora tiene una marca de 2-0 contra jugadores del top 10, después de derrotar al número 6, Andrey Rublev, en la primera rueda de Wimbledon en julio pasado. El jugador de 24 años alcanzó el puesto 67° en el ranking en vivo.

Báez, por su parte, trata de volver a ser. Fuerte sobre el polvo de ladrillo, con algunas limitaciones en otras superficies, intenta con entusiasmo recuperar el fuego sagrado. Seis trofeos en sus vitrinas, llegó a ser 18° del mundo y ahora está instalado en el puesto 31°, con serias posibilidades de seguir por la senda positiva. El triunfo por 6-4 y 6-1, en una hora y 34 minutos, sobre Chun-hsin Tseng (125°, de Taiwán), con dolores en el muslo derecho, le permitió alcanzar las semifinales, con el anhelo vigente del bicampeonato.

Volea de Báez, que defiende la corona lograda el año pasado en el ATP 500 de Río de Janeiro.

“Vamos”, con un corazón, fue su rúbrica sobre una cámara de la transmisión oficial. El bonaerense, campeón el año pasado en Río, lleva una racha de ocho victorias consecutivas en el torneo y es el tercer campeón reinante en llegar a las semifinales cariocas en defensa del título (Alcaraz en 2023 y Cameron Norrie en 2024, los anteriores). El N° 2 argentino alcanzó la 12ª semifinal en el ATP Tour, la séptima en Sudamérica y la tercera en un ATP 500 (antes, en Río de Janeiro y Hamburgo 2024).

No son tiempos sencillos para Báez, hasta no hace muchas semanas el mejor tenista argentino del ranking ATP. Hoy superado sólo por Francisco Cerúndolo (26°) entre las raquetas nacionales, atravesó un momento desafiante por una molestia en la rodilla derecha que lo afectó durante meses y no le permitía competir con su soltura habitual.

“Fueron meses muy difíciles. No podía encontrarle la vuelta a la molestia. Estamos haciendo un laburo muy grosso desde la pretemporada. De a poco me siento cada vez mejor”, expresó Báez días atrás, durante un challenger en el Jockey Club Rosario. Justamente, en la ciudad santafesina Báez volvió a ganar, tres semanas atrás. A confiar. El jugador nacido en Billinghurst, San Martín, no triunfaba en un partido oficial desde fines de agosto, cuando batió en la segunda rueda del US Open a Luciano Darderi (nacido en Villa Gesell, representante de Italia).

Desde entonces perdió nueve encuentros seguidos, incluidos dos de esta temporada, en Auckland y el Abierto de Australia. Por eso decidió “bajar” de categoría, al menos en forma momentánea, y jugar aquel challenger (el segundo escalón del tenis profesional; su última participación en la categoría había sido en marzo de 2022 en Phoenix).

En un estadio más pequeño, a la misma hora en la que baja el sol en Río (unos 27 grados; menos calor que en Buenos Aires), los cuartos de final ofrecieron un duelo entre debutantes en esta instancia de un certamen ATP: el argentino Camilo Ugo Carabelli 91° y de 25 años, y el portugués Jaime Faria, 107º y de 21. Y Ugo Carabelli consiguió el mayor triunfo de su vida: 7-6 (7-5) y 6-4, en una hora y 55 minutos. Resolvió el match point en la red, arrojó la raqueta, levantó los brazos rumbo al cielo y recibió una cálida ovación.

En el debut había logrado un enorme éxito sobre el español Pedro Martínez, 37°, en tres sets. Ugo Carabelli y Faria llegaron al cuadro principal como lucky losers en reemplazo de los lesionados Alejandro Davidovich Fokina (50°) y Lorenzo Musetti (17°). El argentino le había ganado al bosnio Damir Dzumhur (97°) por 6-4 y 6-4. ”Estoy aprendiendo y quiero seguir creciendo. Esta semana está siendo increíble”, sostuvo.

Camilo Ugo Carabelli, el grito del león: de perdedor en la clasificación a semifinalista del Río Open, tras vencer al portugués Jaime Faria.

Logró tres victorias seguidas por primera vez en su carrera en el circuito y alcanzó su primera semifinal en el ATP Tour. Está en el puesto N° 68 en el ranking en vivo, tras ganar la batalla de los cuartos de final. Se trata del octavo perdedor afortunado en llegar a una semifinal de este ATP 500 en la historia (desde 2009).

Más tarde surgió la imagen de Alexander Zverev. Aunque su nivel en las canchas lentas de América del Sur dejó dudas, el número 2 del ranking y gran candidato a la corona esperaba seguir avanzando hacia su primer trofeo de 2025, en su primera participación en el principal torneo de la región.

El alemán de 27 años chocó con la revelación del certamen, el marplatense Francisco Comesaña, que se clasificó para sus primeros cuartos de una competición de la ATP al eliminar al sexto preclasificado, el chileno Nicolás Jarry. Era una oportunidad de redención para Zverev, el primer favorito, que pasó sustos para imponerse en octavos al kazajo Alexander Shevchenko (103°). En el primer set frente a Comesaña se imuso por 6-4. Comesaña lo sacó de escena, con una dosis de clase pocas veces vista.

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