Las señales de depresión, en algunos casos, pueden ser muy ambiguas, como lo es en la depresión sonriente, conocida oficialmente como depresión atípica. En esta afección, el paciente se muestra feliz y satisfecho ante los demás. Sin embargo, por dentro está gobernado por una fuerte tristeza. Para conocer más sobre este trastorno conversamos con dos especialistas de la salud mental, quienes nos compartieron sus síntomas, motivos y tratamientos.

Según Alexandra Sabal, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, a pesar de no ser un diagnóstico oficial, se utiliza el término ‘depresión sonriente’ para describir a personas que aparentan ser felices ante el mundo, pero, dentro de sí, están lidiando con una grave depresión. “La situación puede ser muy engañosa, ya que el paciente buscará ocultar la verdad sobre su estado anímico a toda costa”, agregó.

“Se considera peligrosa porque el afectado tarda mucho más en buscar apoyo al no reconocer la enfermedad. Por otro lado, las personas que tienden a padecerla suelen tener problemas para reconocer las emociones. Por ello, trabajar desde un punto psicológico se vuelve más complicado”, enfatizó Héctor Lazo, psicólogo de Sanna Clínica El Golf.

“La situación puede ser muy engañosa, ya que el paciente buscará ocultar la verdad sobre su estado anímico a toda costa”, agregó

¿Por qué suele darse la depresión sonriente?

A pesar de que cada ser humano es distinto, existen ciertos motivos que se han podido identificar al buscar el origen de una depresión sonriente. “Muchos de los pacientes intentan evitar preocupar a su familia, pues, en algunos casos, tienen hermanos u otros familiares con algún otro tipo de problema mental. De la misma manera, puede suceder porque no quieren ser una carga para los padres”, señaló Alexandra Sabal.

En esa línea, a nivel laboral y social, prefieren evitar problemas en los trabajos, pues las personas con depresión suelen ser vistas a través de un estereotipo, en el cual se les define como “desganadas” o “apagadas”. “También es posible que sea porque no quieren que los hagan de lado en los eventos sociales. Si bien pierdes interés en socializar, no quieres ser olvidado”, resaltó la experta.

¿Cómo se puede identificar la depresión sonriente?

De acuerdo con Héctor Lazo, para este tipo de personas todo suele ir extremadamente bien. “Buscan enfocarse en sus responsabilidades sin excusas, están siempre activos, tratan de ocupar todas sus horas con alguna tarea, le dan mucha importancia a su imagen social y su aspecto físico es impecable”, estableció. Por ende, reconocerla suele ser muy complicado.

No obstante, el especialista señaló que un síntoma notorio puede ser la aparición de explosiones de ira sin motivo aparente, en las cuales su entusiasmo se ve afectado. Del mismo modo, es posible que el paciente presente cambios en sus gustos y pérdida de motivación, además de rechazo hacia las críticas, sean constructivas o no.

Un síntoma notorio puede ser la aparición de explosiones de ira sin motivo aparente, en las cuales su entusiasmo se ve afectado

En ese sentido, Sabal hizo referencia a los síntomas ‘atípicos’ de este tipo de depresión. “Por ejemplo, en una depresión común, es probable que el paciente tenga pérdida de apetito. No obstante, en la depresión atípica o ‘sonriente’, puede aparecer un aumento notorio del hambre en la persona afectada. Asimismo, en lugar de tener problemas para dormir, puede pasar excesivas horas en cama”, sostuvo.

A pesar de que los síntomas son distintos a los de una depresión habitual, el tratamiento continúa siendo el mismo. “Asistir a una sesión psicológica siempre es una buena opción, pues, al igual que los otros tipos de depresión, la depresión sonriente se puede tratar. Asimismo, el proceso puede incluir medicamentos, terapias de conversación y cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio”, especificó el psicólogo de SANNA Clínica El Golf.

En adición al tratamiento común, Alexandra Sabal hizo hincapié en que también será fundamental tratar de indagar en el motivo por el que el paciente oculta sus emociones. “Debemos preguntarnos qué sentimientos lo lleva a hacer eso. Tiene que entender que no está obligado a tapar su enfermedad, pues esta debe ser normalizada y aceptada”, añadió.

En palabras de la especialista, para que una persona se sienta cómoda expresando sus emociones, tenemos que dejar de ver al “enfermo mental” como una persona extraña, pues las enfermedades mentales no son solo lo que vemos en las películas. “Debemos abrirnos a añadir más información a ese estereotipo que creamos”, recalcó.

Por Isabella Jugo, El Comercio/GDA