SANÁ.- Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron entre el domingo y este lunes dos ataques contra un portaaviones estadounidense en el Mar Rojo, en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos de la víspera contra varios de sus bastiones, incluida la capital, Saná, que dejaron 53 muertos. Por su parte, el ejército estadounidense llevó a cabo nuevos ataques aéreos, ampliando la mayor operación militar estadounidense en Oriente Medio desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo en enero.
En respuesta a las amenazas del movimiento hutí, alineado con Irán, al transporte marítimo internacional, Estados Unidos lanzó el sábado una oleada de ataques aéreos. Mientras que entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, una planta de algodón en la región occidental de la ciudad portuaria de Hodeida y la cabina del barco “Galaxy Leader”, al norte de la capital, Saná, fueron blanco de los nuevos ataques, según informó el canal de televisión del movimiento Al Masirah.
"American airstrikes targeted the command tower on the Israeli ship 'Galaxy Leader,' which is being held by our armed forces." pic.twitter.com/MPEwQmLNgv
— Yemen Military 🇾🇪 (@Yemenimilitary) March 16, 2025
Los ataques, que un funcionario estadounidense dijo a Reuters que podrían prolongarse durante semanas, ocurren en un momento en que Washington intensifica la presión de las sanciones sobre Irán, al tiempo que trata de invitarlo a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear.
Los rebeldes hutíes afirmaron el domingo que lanzaron “una operación militar (…) dirigida contra el portaaviones estadounidense ‘USS Harry Truman’ y los buques de guerra que lo acompañan en el norte del mar Rojo”, disparando 18 misiles y un dron. Esta mañana del lunes reivindicaron un “segundo” ataque contra el portaaviones, “con numerosos misiles balísticos y de crucero, además de drones”.
El líder de los insurgentes, Abdulmalik al Huthi, llamó a los yemenitas a concentrarse el lunes “por millones” para reclamar contra los bombardeos estadounidenses. Y así lo hicieron decenas de miles de personas que protestaron en zonas de Yemen controladas por los hutíes. Los manifestantes agitaban pancartas y rifles de asalto, cantando “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel”, durante una gran protesta en la capital, Saná. También se celebraron otras manifestaciones en Saada, Dhamar, Hodeida y Amran.
The Yemenis have taken to the streets all across the country to stand united against America and to confront the tyrants. pic.twitter.com/7SaUCZDbgc
— Yemen Military 🇾🇪 (@Yemenimilitary) March 17, 2025
Los hutíes, un movimiento armado que se ha hecho con el control de las zonas más pobladas de Yemen pese a casi una década de bombardeos liderados por Arabia Saudita, han lanzado decenas de ataques contra barcos frente a sus costas desde noviembre de 2023, lo que ha perturbado el comercio mundial y causó la muerte de cuatro marineros. Los episodios vienen interrumpiendo el tráfico en el mar Rojo y en el Golfo de Adén, una zona marítima esencial. Los hutíes afirman que sus ataques, que obligaron a las compañías a desviar sus rutas hacia trayectos más largos y caros por el sur de África, son “en solidaridad con los palestinos” mientras Netanyahu ataca Gaza. También, lanzaron misiles contra Israel en reiteradas oportunidades.
En el bombardeo estadounidense del sábado murieron “múltiples” líderes hutíes, indicó el domingo la Casa Blanca. Los ataques dejaron 53 muertos, incluidos cinco niños, y 98 heridos, según el “balance definitivo” publicado por el Ministerio de Salud de los rebeldes.
Escalada significativa
En una publicación en su red social Truth Social, Trump afirmó que su gobierno apuntó a los hutíes por su “campaña incesante de piratería, violencia y terrorismo”. “Estamos haciendo un favor al mundo entero al deshacernos de estos tipos y de su capacidad para atacar el transporte marítimo global”, dijo el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, en el programa “Face The Nation” de CBS News el domingo. “Esa es la misión aquí, y continuará hasta que se lleve a cabo”.
Irán condenó los ataques “bárbaros” a Yemen y advirtió que tomaría represalias contra cualquier ofensiva. Los hutíes forman parte de lo que Irán llama el “eje de la resistencia” contra Israel, que también incluye al movimiento islamista palestino Hamas, el grupo libanés Hezbollah y las milicias de Irak. Hamas y Hezbollah también condenaron los bombardeos estadounidenses.
“Aunque EEUU lleva más de un año atacando objetivos hutíes, el alcance y la escala de esta nueva campaña, que incluye el ataque a figuras hutíes de alto rango, marca una escalada significativa en el conflicto”, dijeron analistas del Grupo Eurasia el lunes.
Los países árabes del Golfo “se distanciarán de las hostilidades en curso, pero ahora enfrentan amenazas a su infraestructura petrolera principal. Los hutíes querrán golpear al presidente Donald Trump donde más duele, en los precios del petróleo”. Mientras tanto, es probable que los hutíes amplíen sus posibles objetivos para ataques a barcos, lo que significa que los transportistas continuarán evitando la región, dijo Jakob P. Larsen, jefe de seguridad marítima de BIMCO, la mayor asociación internacional que representa a los armadores.
Menos de dos meses de tregua
Tras la entrada en vigor el 19 de enero de una frágil tregua en Gaza después de 15 meses de guerra, los hutíes detuvieron sus ataques. Pero el 11 de marzo, después de que Israel se negara a permitir la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, anunciaron su intención de reanudarlos contra los barcos comerciales que pasan frente a las costas de Yemen y que consideran vinculados a Israel.
Frente a las exigencias de Trump de que Irán deje de apoyar a los hutíes, el general Husein Salami, jefe de los Guardianes de la Revolución, aseguró que “Irán no busca la guerra, pero si alguien la amenaza, dará respuestas apropiadas, resueltas y definitivas”. “Los yemeníes son una nación independiente y libre en su propia tierra, con una política nacional independiente”, afirmó Salami.
Irán ha armado durante mucho tiempo a los hutíes, que son miembros de la rama chií zaydí, una minoría islámica que gobernó Yemen durante 1000 años hasta 1962. Teherán niega rutinariamente armar a los rebeldes, a pesar de que la evidencia física, numerosas incautaciones y expertos vinculan las armas con Irán. Eso es probablemente porque Teherán quiere evitar sanciones por violar un embargo de armas de Naciones Unidas sobre los hutíes.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, habló con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para decirle que “no se tolerarán los continuos ataques hutíes contra embarcaciones militares y comerciales estadounidenses en el mar Rojo”. Rusia es un aliado cercano de Irán. Lavrov le respondió a Rubio que todas las partes deben abstenerse del “uso de la fuerza” en Yemen y entablar un “diálogo político”, informó Moscú el domingo.
Agencias AFP, AP y Reuters