SWANNANOA, Carolina del Norte.- Donald Trump empezó este viernes su primer viaje de su segundo mandato a Carolina del Norte -donde se impuso en las últimas elecciones- y al bastión demócrata de California -donde llegaría por la tarde-, dos estados golpeados por catástrofes naturales.
En la localidad de Swannanoa, Carolina del Norte, que sufrió en octubre pasado el impacto del huracán Helene, con un saldo de 104 muertos, el presidente criticó la gestión de su predecesor, Joe Biden, y de la exvicepresidenta y rival en las elecciones, Kamala Harris, frente a las crisis por los desastres. También volvió sobre la idea de que le gustaría que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos.
Durante su visita, Trump expresó su intención de limitar el rol de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) en las respuestas a desastres, al proponer una reestructuración completa o incluso la eliminación de la organización mediante una orden ejecutiva. “Creo que vamos a recomendar que FEMA desaparezca”, afirmó, al sugerir que los estados deberían asumir la responsabilidad principal en la gestión de emergencias, con la posibilidad de ser reembolsados parcialmente por el gobierno federal.
“Biden los había abandonado”, dijo Trump durante su visita a las zonas de desastre causadas por el huracán Helene. “Conmigo ya no estarán solos”, afirmó el mandatario, que reiteró sus críticas a la Protección Civil. “Fue un desastre”, dijo.
Para los residentes de las zonas afectadas, las expectativas son altas. Christy Edwards, de 55 años, quien perdió su taller en Carolina del Norte, expresó su esperanza en que “con la llegada de Trump haya más recursos y equipos para limpiar”.
“Nos abandonaron”, afirmó Edwards, que vive en un pequeño valle aislado cerca de Asheville. Trump señaló sin pruebas que algunas zonas del estado afectadas por el huracán fueron dejadas de lado en los esfuerzos de ayuda porque votan predominantemente por los republicanos. El presidente tiene en la mira a FEMA, una agencia que ya ha criticado en varias ocasiones.
La gira también incluirá una visita a Nevada, pero los focos están puestos en California, donde la combinación de los incendios y el enfrentamiento político prometen mantener la atención nacional. Trump también viajará a Los Ángeles para evaluar los daños causados por los incendios forestales en curso, mientras reitera sus afirmaciones de que los funcionarios estatales “no dejaron que el agua fluyera”.
Por otro lado, Trump volvió a apuntar contra Canadá, al destacar que le “encantaría que fuera el estado número 51″.
”Han sido muy desagradables con nosotros en el comercio. Históricamente, Canadá ha sido muy, muy malo con nosotros, muy injusto con nosotros en el comercio. Así que veremos cómo funciona todo. Me encantaría que Canadá fuera el estado número 51″, dijo durante la sesión informativa en Fletcher, Carolina del Norte.
“Los ciudadanos canadienses, si eso sucediera, recibirían un recorte de impuestos muy grande, un tremendo recorte de impuestos, porque están muy gravados”, añadió. Trump ha hecho comentarios similares en el último mes, diciendo que planea imponer aranceles a Canadá. Mientras tanto, el vecino del norte ha rechazado sus comentarios sobre unirse a los Estados Unidos.
Trump viajaría luego a California, donde los incendios forestales continúan arrasando zonas de Los Ángeles, en el sudoeste del estado. Trump es un crítico del gobernador Gavin Newsom, quien busca posicionarse como líder de la oposición al mandatario republicano. El presidente amenaza con recortar las ayudas federales destinadas a combatir los incendios si no se implementan cambios en las políticas estatales.
Este organismo “será objeto de una gran discusión pronto, porque preferiría ver a los estados [federados] ocuparse de sus propios problemas”, dijo el presidente el miércoles pasado en una entrevista con el canal Fox News. En la misma entrevista reiteró sus amenazas contra las autoridades de California.
“No creo que debamos darle nada a California hasta que dejen fluir el agua del norte al sur” del estado para combatir los incendios en Los Ángeles.
Trump, escéptico del cambio climático, estima que California se está quedando sin agua debido a las políticas ambientales demócratas que desviarían el agua de lluvia para proteger “peces inútiles”. Los expertos lo niegan.
De hecho, la mayor parte del agua que utiliza Los Ángeles proviene del río Colorado y se utiliza principalmente en el sector agrícola.
“Idiota”
Con todo, la velocidad y la intensidad de los incendios han puesto a prueba la infraestructura de extinción del fuego y han planteado preguntas sobre la preparación del estado.
Según la prensa, el presidente será recibido a su llegada, como es costumbre, por el gobernador del estado, Gavin Newsom.
Este demócrata se ha convertido en el objetivo predilecto del líder republicano, que ha alterado su apellido para llamarlo “Newscum” (“scum” significa desperdicio). También lo llamó “idiota” en la entrevista del miércoles.
El gobernador es uno de los principales líderes de la oposición a Trump.
“Tenemos la intención de apoyar a los estados de todo el país para defender nuestra Constitución y defender el Estado de derecho”, advirtió el día después de la victoria republicana.
Trump perdió en California frente a Kamala Harris, pero ganó en algunos distritos electorales.
El estado, con sus políticas morales progresistas y sus iniciativas contra el cambio climático, ha estado durante mucho tiempo en la mira de la derecha radical.
Agencias AP y AFP