“Recién en Casa Rosada con Santi Caputo hablando de la Cruz Orlada, de Benjamín Solari Parravicini, y varios temas más. Fue muy lindo conocerte, me encantaron nuestras dos horas de charla. Muchas gracias por la invitación!!”. Con este posteo en la red social X, Marcela Podestá Costa, sobrina nieta del vidente conocido como el “Nostradamus argentino” fallecido en 1974, dio a conocer una reunión con uno de los vértices del “triángulo de hierro”.
Recién en Casa Rosada con Santi Caputo hablando de la Cruz Orlada, de Benjamín Solari Parravicini y varios temas más.
Fue muy lindo conocerte, me encantaron nuestras dos horas de charla.
Muchas gracias por la invitación!!@JMilei #BSP#CruzOrlada#VLLC pic.twitter.com/RWtWzfFdbX— Marcela Podestá Costa (@rodstewstew) March 10, 2025
Después de dos acciones muy criticadas, la interrupción de una entrevista periodística al Presidente y luego el entredicho con Facundo Manes en el Congreso, Caputo reapareció en escena y se tomó un tiempo para hablar sobre uno de los temas que lo apasionan: las predicciones de Solari Parravicini, el artista que dibujó, “entre sueños” al “hombre gris” que muchos asocian con la llegada de Javier Milei.
Ya en marzo del año pasado, el Presidente y su hermana Karina recibieron a Podestá Costa durante una hora y media, también en la Casa Rosada. En esa oportunidad, la sobrina nieta de Solari Parravicini le llevó de regalo al Presidente una “Cruz Orlada” que le mandó a hacer con un platero de San Antonio de Areco.
Sin embargo, hubo un motivo de preocupación por parte de la dos veces huésped de la Rosada: considera que se produjo un mal uso del símbolo “que tiene la propiedad de transformar lo malo en algo bueno”, según sus palabras. Y es que la Cruz Orlada, parte de la iconografía de Solari Parravicini, se convirtió en un pin usado por los seguidores de “las fuerzas del cielo”. Como acérrima defensora del legado de su pariente, asegura que no debe hacerse con ella un uso político, sino que es “espiritual”.
Tal como publicó LA NACION, durante la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, tanto Santiago Caputo como otros militantes y funcionarios llevaban en la solapa de sus sacos un pin de la Cruz Orlada de Parravicini.
El Presidente, según Podestá, se enteró de que ella estaba bastante “disgustada” con el tema, y le pidió a Caputo que la llame para conversar. “Llegamos a un acuerdo, y es que la cruz no se va a usar más como amuleto. Una noche, el ángel de la guarda de Benjamín Solari Parravicini, que era fray José de Aragón, le dijo que la dibujara y así lo hizo. Esa cruz se usa para el bien. Yo se la regalo a todo el mundo. No me gusta que se identifique con un partido político, con ninguno. Me parece bárbaro que la usen, con respeto”, dijo.
Y agregó: “Me dio toda la razón del mundo. Adora a Parravicini. Lo sigue hace muchísimo años. Tiene cuadros en la oficina colgados; se tatuó en la espalda una profecía…Es un amor de persona, muy agradable. Estuve dos horas y cuarto con el conversando en su despacho”.