Desde hace más de 50 años, el día después de Acción de Gracias comienza la temporada de compras para Navidad y Año Nuevo con el tradicional Black Friday. La fecha se originó en Estados Unidos y se fue institucionalizando con el tiempo por la confluencia de diversos factores históricos y comerciales.
La enciclopedia Británica plantea que el Black Friday es uno de los días más importantes para la venta minorista en el mundo y que su peso comercial explica los motivos de su ubicación en el calendario el día después de Acción de Gracias. Según detallan los expertos, durante la mayor parte del siglo XX el comercio minorista estaba dominado por las grandes cadenas de almacenes. Esas firmas, justamente, tenían como acuerdo tácito que las decoraciones navideñas y la publicidad de las compras para esa temporada se inauguraban después de Acción de Gracias.
Un acuerdo irrompible
“Durante décadas, a pesar de que las compras navideñas proporcionaron a la industria sus mayores ventas y ganancias del año, ningún minorista estaba dispuesto a ser el primero en romper la tradición y lanzar productos y exhibiciones con temas navideños antes del Día de Acción de Gracias”, detallan.
En 1939, mientras Estados Unidos todavía estaba saliendo de la Gran Depresión, ocurrió un hecho curioso que pone en perspectiva el peso de los comerciantes en la institucionalización de la fecha. El mes de noviembre de 1939 tuvo cinco jueves. Esto desplazó el Día de Acción de Gracias al 30 de noviembre, reduciendo significativamente el tiempo disponible para las compras navideñas.
Los comerciantes y el Día de Acción de Gracias
Ante esa situación, el sector minorista presionó con éxito para que el Día de Acción de Gracias se adelantara una semana, al 23 de noviembre. Este cambio resultó ser muy beneficioso, ya que añadió una semana extra para las compras navideñas. Debido al éxito de esta medida, en 1941 el Congreso de los EE. UU. hizo el cambio permanente, estableciendo que el Día de Acción de Gracias se celebre siempre el cuarto jueves de noviembre.
Aunque el Black Friday no fue institucionalizado por el Congreso, actualmente el Gobierno de EE.UU. reconoce que el día siguiente al Día de Acción de Gracias se celebra un festival de compras. “Otra tradición arraigada en la cultura estadounidense es hacer compras el día siguiente a Acción de Gracias, conocido popularmente como ‘Black Friday’, en el que la mayoría de las tiendas ofrecen muy buenas ofertas”, según se publica la web oficial del Gobierno.
En las décadas de 1980 y 1990, cuando el dominio de las grandes cadenas que habían establecido el Black Friday comenzó a disminuir, la tradición se debilitó y las decoraciones y ofertas navideñas empezaron a aparecer antes de Acción de Gracia. Sin embargo, la necesidad de impulsar las ventas revitalizó la tradición del día siguiente a Acción de Gracias, bajo el nombre alternativo de Big Friday.
Un clásico popular
La historia ayudó a resolver el dilema de nombrar este día: ¿por qué inventar un nuevo nombre cuando ya existía uno popular y aceptado? Finalmente, tanto comerciantes como consumidores adoptaron el término Black Friday, que describía las grandes multitudes y el caos de tráfico en las ciudades el día después de Acción de Gracias. La policía de Filadelfia utilizó el término por primera vez en los años 60, seguido por la policía de Nueva York a principios de los 80. En ambas ocasiones, los medios de comunicación popularizaron el término.
Con el tiempo, el día y el nombre se consolidaron. El Black Friday es siempre al otro día de Acción de Gracias y es uno de los días de compras más importantes del año en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo.