Luego de que el complejo azucarero quintuplicara con la producción de 2024 sus embarques al exterior, alcanzando casi 600.000 toneladas exportadas, en relación a las 120.000 de la campaña anterior, las expectativas para este año en el sector se mantienen en cuanto a la demanda internacional y a lo productivo. En el sector estimaron también que “la producción de alcohol podrá incrementarse aún más”. Recientemente, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indicó que en valor en 2024 el sector vendió al mundo por US$368,7 millones, un crecimiento del 840,5%. Los principales destinos fueron Estados Unidos, Chile y Canadá.

Son varios los factores a favor de la actividad. Entre ellos figura como principal variable alcista la merma en la cosecha de azúcar en Brasil, principal productor y exportador del mundo, debido a la falta de lluvias durante el ciclo del cultivo. En la actualidad, el país vecino supera las nueve millones de hectáreas de caña de azúcar. Las precipitaciones por debajo del promedio, que produjo sequía e incendios principalmente en el Estado de San Pablo, afectará finalmente a la producción de azúcar del país, donde ya estiman que se perdieron hasta 5 millones de toneladas de caña de azúcar.

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La misma suerte está ocurriendo en India, segundo en el ranking productivo, con una disminución del 12,2% interanual; al igual que Tailandia. Con estas variables, la Organización Internacional del Azúcar (ISO) pronosticó un déficit global de azúcar de 2,51 millones de toneladas para 2024/25. “Esto indica un mercado más ajustado”, dijeron en el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu).

Este año en el sector se espera que el precio siga siendo atractivo para las exportaciones. Hoy la tonelada de azúcar blanco está en US$515 y los contratos nuevos a futuro, con precios a julio, están algo menos, en US$450

En este escenario, el Centro Azucarero Argentino destacó los últimos números, donde esta zafra que finalizó en noviembre pasado, ya han sido despachadas unas 501.293 toneladas, que representan el 85% de los contratos de venta externa y donde solo quedan pendientes de despacho 89.750 toneladas, que tienen transportes ya programados.

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“En 2023, el sector había exportado unas 125.000 toneladas y en esta zafra van a ser 592.000 toneladas embarcadas, cinco veces más que la pasada”, dijo a LA NACION el presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Feijóo.

Para Máximo Bulacio, del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu), son los factores climáticos y económicos los que favorecen que el precio internacional tenga “una estabilidad positiva en el tiempo”

En relación a los valores internacionales, destacó que el año pasado los precios estuvieron al alza en el mercado externo y que eso alentó a que las exportaciones peguen este salto en volumen. “Este año se espera que el precio siga siendo atractivo para las exportaciones. Hoy la tonelada de azúcar blanco está en US$515 y los contratos nuevos a futuro, con precios a julio, están algo menos, en US$450”, indicó. En la zafra pasada de crudo se vendieron en el exterior unas 140. 000 toneladas y el resto fue blanco.

“Hay una buena expectativa por lo que se va a mantener el plan de exportaciones este año. Y esperamos que la producción de alcohol sea por lo menos la del año pasado; estamos en condiciones de crecer en esta producción, hay capacidad instalada. Además, está asegurado el abastecimiento del mercado interno, donde el 70% del consumo es industrial y un 30% de retail”, indicó.

Para Máximo Bulacio, del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu), son los factores climáticos y económicos los que favorecen que el precio internacional tenga “una estabilidad positiva en el tiempo”.

“Si Brasil reduce la cantidad de molienda de caña para producir azúcar y prioriza la producción de bioetanol, porque los valores de petróleo le son positivos a ellos y entonces, en ese intercambio, apuntan y migran hacia ese lado y; si India mantiene restricciones a exportación, los números pueden mantenerse positivos para nosotros”, aseguró.

Hasta ahora no hay un aumento significativo, pero Bulacio señaló que “con que sea estable, con una leve tendencia hacia arriba, cuando se esperaba alguna baja”, ya es positivo para el sector.

“Hoy la única variable que se tiene en cuenta es la oferta y demanda. Porque antes teníamos la variable dólar y la inflación que eran más importante. Hoy esas cosas ya no son tema”, dijo Bulacio.

Nueva zafra

En ese contexto benévolo, con mejores lluvias que el año pasado, Feijóo fue cauteloso para anticipar cómo se va a desarrollar la actividad en los próximos meses aunque aseguró que, si bien el cañaveral es el mismo en hectáreas, con unas 400.000 hectáreas en producción, “puede haber un mejor rendimiento como consecuencia del clima”.

“No sabemos cuánto, pero un poco mejor puede ser. Siempre somos agricultura, o sea, estamos expuestos a las inclemencias, como heladas en el invierno. Esperamos una zafra parecida a la pasada, quizás con un mejor rendimiento”, coincidió Feijóo.

La cosecha pasada en caña de azúcar fue de 24,5 millones de toneladas. De eso, quedaron unas aproximadamente 2,3 millones de toneladas de azúcar, donde se exportó cerca del 20%. Además, el sector produce etanol que va al combustible, que se mezcla un 12% con las naftas en el país.

“La mitad de ese consumo de biocombustible lo produce el sector azucarero y la otra mitad la produce la industria del maíz. El año pasado el sector ha producido unos 580.000 m³ de alcohol. Para esa producción de alcohol, se destinaron otras 580.000 toneladas de azúcar, dentro de ese volumen también está lo que es el alcohol hidratado (farmacia, bebidas, productos de limpieza)”, describió.

Ley de Biocombustibles

Feijóo contó que en el sector se trabaja en un proyecto para una nueva ley de biocombustibles. “La ley actual establece cupo por empresa de abastecimiento y un precio oficial. Pero, desde enero del 2020, unos 60 meses, solo se cumplieron las normas sobre la actualización del precio solamente en tres meses: diciembre del 2023, enero y febrero del 2024″, señaló.

Es decir, indicó, que la reglamentación de la ley sobre cómo se fija el precio en los últimos 60 meses solo se cumplió en tres meses. “Por eso decimos que está agotada la normativa y queremos ir a un mecanismo más abierto, más competitivo. Estamos plenamente de acuerdo aque se mantenga la segmentación por materia prima, que con el porcentaje de mezcla mínima del 12%, un 6% sea de la caña de azúcar y 6% de maíz. Pero alentamos a ir a licitaciones en materia de volumen y precio, no por de empresa, sino un esquema más abierto. También buscamos un incremento de porcentaje de mezcla. Brasil tiene el 27% de alcohol en sus naftas y está yendo al 30% como Paraguay que también tiene el 30%. En Estados Unidos ya se habilitó el 15%. Queremos una ley acorde con los momentos ambientales que se viven”, finalizó.