ROMA.- Más de 48 horas después de la crisis de broncoespasmo del viernes pasado, los médicos del Papa, de 88 años e internado desde hace 18 días, confirmaron este domingo que ese episodio, que hizo volver a temer lo peor, fue superado y no tuvo consecuencias nefastas ya que no causó una ulterior infección, como se temía. Este lunes por la mañana, su vocero, Matteo Bruni, hizo saber que “el Papa ha descansado bien toda la noche”.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables también en la jornada de hoy”, dijo el parte médico de ayer a la tarde. “El Papa no ha necesitado ventilación mecánica no invasiva, sino únicamente de oxigenoterapia de alto flujo y no tiene fiebre”, agregó. “En consideración de la complejidad del cuadro, el pronóstico sigue reservado”, subrayó, con la cautela de siempre y vista la fragilidad de su paciente ilustre, que el 14 de febrero pasado debió ser internado porque arrastraba desde hace tiempo una bronquitis que luego degeneró en una neumonía bilateral.
El parte médico, elaborado por el equipo que lo atiende en el policlínico Gemelli, como siempre también hizo una breve descripción de la jornada. “Esta mañana el Santo Padre participó de la santa misa junto a quienes en estos días de hospitalización lo asisten y después alternó el reposo a la oración”, informó, dejando entender, una vez más, que Jorge Bergoglio no se encuentra postrado en una cama sino que, como ya dijeron fuentes vaticanas en los últimos días, “puede moverse”. De hecho, como el domingo pasado, logró desplazarse hasta la capillita del departamento medicalizado que ocupa en el décimo piso del hospital, que queda al lado de su habitación.
“Según el parte, se deduce que la gravedad del cuadro respiratorio ha mejorado, ya no necesita de ventilación mecánica no invasiva -una máscara que cubre boca y nariz que significó, días atrás, después de la crisis de bronocoespamo, un paso para atrás, porque significa más soporte de oxígeno-, sino solamente oxigenación de alto flujo”, comentó a LA NACION Annalisa Bilotta, médica del hospital Internacional Salvator Mundi de esta capital. “Parece claro que el episodio agudo del viernes relacionado con el broncoespasmo se ha resuelto. Pero como el cuadro sigue siendo delicado porque se trata de una persona de edad avanzada y diversas patologías, los médicos mantienen que el pronóstico es reservado”, añadió.
Fuentes del Vaticano precisaron que el Papa volvió a usar cánulas nasales de alto oxígeno; destacaron, además, que su equipo médico, pasadas más de 48 horas, concluyó que la crisis de broncoespasmo del viernes (a las 14 locales) “no tuvo consecuencias directas” en su estado clínico. Este, de todos modos, sigue siendo complejo.
“El Papa pasó una noche tranquila, aun descansa”, había dicho por la mañana su vocero, Matteo Bruni. Como en la víspera y en un clima de menor aprensión, trascendió luego que el Papa se despertó, desayunó con un café, leyó algunos diarios y que seguía con su terapia.
Bruni más tarde contó que el papa Francisco recibió la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y de su número dos, el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra. No precisó ni cuánto tiempo se quedaron ni el motivo de la visita, que fue la segunda: el lunes pasado los dos dignatarios también estuvieron “en audiencia” con el Papa en el Gemelli, ocasión en la que le llevaron unos decretos de beatificaciones y canonizaciones para firmar y el Pontífice incluso convocó a un consistorio de cardenales por esos motivos, sin fecha. Esto creó especulaciones de todo tipo porque su predecesor, Benedicto XVI (2005-2013), conmovió al mundo al anunciar que renunciaba en un consistorio de este tipo, el 11 de febrero de 2013. Fuentes del Vaticano, no obstante, resaltaron que la visita debe interpretarse como algo de rutina: es sabido que el Papa, regularmente, todas las semanas, ve a su números dos y tres para tratar asuntos corrientes.
Por tercer domingo consecutivo, en tanto, no hubo ayer oración mariana del Angelus con el Papa físicamente presente -su frágil estado le impide asomarse desde un balcón del Gemelli, como hizo en su primera internación, de julio de 2021, por una cirugía abdominal-, pero envió desde allí un mensaje conmovedor. Después de comentar el Evangelio del día, escribió: “Hermanas y hermanos, les mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como saben estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan”. “Siento en el corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren”, siguió.
“Quisiera agradecerles por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!”, continuó.
“Yo también rezo por vosotros. Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, agregó, como suele hacer todos los domingos.
“Nos encomendamos confiados a María, nuestra Madre. Feliz domingo y ‘arrivederci’”, concluyó, sin despedirse con su habitual “recen por mí”, porque evidentemente yo lo había hecho antes al agradecer esa maratón de oraciones que no sólo hay en la Plaza San Pedro, en el Vaticano, todas las noches, sino también en muchas ciudades de todo el planeta, que sigue en vilo su estado.
En la parte anterior de su mensaje, cuando comentó el Evangelio del día, en el que Jesús hace reflexionar sobre dos de los cinco sentidos: la vista y el gusto. Hablando de la vista, pide entrenar los ojos para observar bien el mundo y juzgar con caridad al prójimo. “Dice así: ‘Saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano’. Solo con esta mirada de cuidado, no de condena, la corrección fraterna puede ser una virtud. ¡Porque si no es fraterna, no es una corrección!”, subrayó.
“Sobre el gusto, Jesús nos recuerda ‘cada árbol se conoce por su fruto’. Y los frutos que vienen del hombre son por ejemplo sus palabras, que maduran en la boca. Los malos frutos son las palabras violentas, falsas, vulgares; los buenos son las palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos”, evocó.
Como se sabe que el Papa, más allá de su larga hospitalización -que nadie sabe cuándo podrá terminar- sigue informado y lee todas las mañanas algunos diarios, el Papa pareció aludir a muchos líderes políticos de la actualidad y, quizás, al escandaloso intercambio que tuvo el presidente estadounidense Donald Trump con su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en Washington.
La maratón del rezo del rosario que comenzó el lunes pasado en la Plaza San Pedro, finalmente, fue dirigida esta noche por el cardenal polaco Konrad Krajewski, limosnero de Su Santidad.