Cuando paró el agua, llovió gente. El 118º VISA Argentina Open vivió el sábado una jornada pletórica de golf y público. Muchísimos espectadores se acercaron al Jockey Club de San Isidro para presenciar un extenso día de acción del certamen insigne del golf argentino. La gran cita anual constituye lo mejor que puede ofrecer el país en materia de calidad de jugadores y competitividad. Lo que la comunión con el Korn Ferry Tour le quitó en participación de jugadores locales lo compensó con un field de extraordinaria calidad. Un tablero copado por banderas norteamericanas no parece intimidar a los espectadores.
La presencia de nueve ganadores de títulos en el PGA Tour reafirma esta presunción. De ellos, Nick Watney es el más notable: cinco veces campeón del circuito mayor. Otros notables son Cameron Champ (tres títulos), Taylor Duncan, el escocés Russell Knox y el argentino Fabián Gómez (dos).
“Es mi primera vez en la Argentina. La cancha es increíble. Estaba emocionado de venir y no me decepcionó: el lugar es espectacular”, contó Watney, de 43 años, a LA NACION. “Definitivamente lo disfruté y espero volver. No jugué muy bien. Fui muy ineficiente. No logré embocar. Tuve algunas oportunidades, pero no las aproveché. Fue decepcionante, pero hay que seguir y mirar para adelante”.
La enorme cantidad de agua caída en la semana, que dio un respiro el sábado pero amenaza con regresar para la definición de este domingo, no afectó mayormente las condiciones de una cancha puesta a punto de manera espléndida y elogiada por diseño y dificultad por los jugadores. Pero sí ablandó los greens movedizos, que constituyen la mayor defensa de un trazado corto y favoreció scores bajos. El público se cansó de aplaudir birdies.
El final de la segunda vuelta en el mediodía de ayer terminó por sentenciar la eliminación de Watney, quien quedó lejos de superar el corte clasificatorio con vueltas de 69 y 73 (+2). Lejos de mostrarse molesto con su actuación, se prestó amablemente a una breve charla con LA NACION en el refinado club house estilo Tudor.
“Definitivamente disfruté jugar en esta cancha y espero volver”, continuó el longilíneo (1,88m). “Me gusta su estilo. Fue diseñado por Alister MacKenzie, quien ha creado muchos campos de golf clásicos alrededor del mundo. Éste no es la excepción. Es un diseño clásico. Los greens tienen mucho carácter. Fue una prueba divertida”.
Campeón del Cadillac Championship por el World Golf Championship en 2011 y de The Barclays, parte de los playoffs de la FedEx Cup, al año siguiente, Watney acumula ganacias por 29,7 millones de dólares, sin incluir contratos de patrocinio. Nada de eso le impidió viajar hasta el extremo sur del continente para jugar golf.
“He jugado golf en seis continentes, algo que jamás imaginé cuando era niño. Creo que es un privilegio poder viajar y jugar. Es un verdadero placer recorrer el mundo gracias al golf, y estoy agradecido por cada lugar al que he ido”, justifica Watney. “Lo hago porque me gusta. Puedo jugar al golf como trabajo, así que es bastante divertido. Si no hubiera sido golfista habría intentado jugar algún otro deporte. Tengo varios amigos que tienen trabajos en serio y me saco el sombrero ante ellos, no sé cómo lo hacen. Necesito estar haciendo algo activo. Cuando era chico mi mamá decía que tenía ADD (trastorno por déficit de atención).”
¿Qué lo motiva? “Seguir mejorando”, responde. “Por mi edad, sé que tengo menos golf por delante que el que ya jugué, pero aún siento que tengo buenos años por delante y sigo disfrutándolo mucho”, confiesa Watney. “Quiero seguir mejorando y ver hasta dónde puedo llegar. Me encantaría volver al PGA Tour, pero realmente disfruto jugar”.
En la actualidad reside en Austin, Texas, con su mujer y cuatro hijos. “Ellos ocupan mucho de mi tiempo cuando no estoy jugando. Pero me gusta ver deportes y estar al aire libre tanto como puedo. Cuando no estoy jugando golf, estoy con mi familia”. Oriundo de Sacramento, la capital del estado de California, estudió en la Universidad de Fresno State. Confiesa ser hincha de los Sacramento Kings de la NBA, los San Francisco 49ers de la NFL y los San Francisco Giants de la MLB. También se confiesa seguidor del fútbol, y prometió llevarle una camiseta de Messi a su hijo de 9 años.
En su carrera de casi 22 años de profesional, Watney jugó 31 Majors, y logró dos top 10 el mismo año, en 2010: fue 7° en el Masters y en el Open Championship. “Mi favorito es el Masters. Recuerdo haber jugado muy bien ese domingo en Augusta y fue muy divertido. El solo hecho estar en ese ambiente es increíble, y me encantaría volver”.
Watney brilló en los principales escenarios del mundo. Por unos días, una multitud lo pudo disfrutar en la Argentina.
El clima adverso y cómo será el desenlace
El buen tiempo de ayer no alcanzó para que los jugadores completaran la tercera rueda. La jornada comenzó con la finalización de la segunda y, por la tarde, los jugadores que pasaron el corte volvieron a la cancha, pero la mayoría deberá volver hoy por la mañana para terminar, desde las 7.30. Ni bien se complete, volverán a salir en los mismos grupos para los últimos 18 hoyos. Siempre a merced de la lluvia pronosticada para todo el día.
El líder es el norteamericano Ryan Blaum (-15 al tee del hoyo 11). El mejor de los seis argentinos que superaron el corte es Diego Prone, con -10 y tres hoyos para completar 54 hoyos.
El ganador del certamen tendría un premio especial: obtendrá una plaza para participar en el Open Británico.