Oriundo de Villa Madero, donde se crió junto a su familia, fue allí donde Mariano Mellino dio sus primeros pasos como DJ pasando música electrónica, cuando era mayormente desconocida en el barrio.
Por generaciones, su familia se dedicó a la venta de pescado y hasta los 30 años trabajó en la pescadería familiar. También vendió fichas en un Bingo y trabajó en una empresa de minifletes, pero nunca renunció a su sueño. Mientras hacía los viajes, aprovechaba para escuchar la música que se bajaba religiosamente.
Tras 20 años de carrera, “El nuevo Cattáneo”, como lo bautizaron, es uno de los artistas más consolidados de la escena electrónica global por su habilidad para crear sets envolventes de Progressive House. Por lo pronto, viene de tocar el último viernes 24 en Florianópolis, Brasil como warm up del mismo Hernán Cattáneo, y este sábado 1° de febrero lo hará en su propia fiesta, Audioholics, en Mar del Plata, que por primera vez tendrá en el escenario principal a todos artistas argentinos.
-¿Cómo descubriste que querías dedicarte a la música?
-En realidad no sabía que me quería dedicar a la música hasta que fui por primera vez a un recital de Sting y vi esa comunión del público con el artista. Dije, me gustaría dedicarme al mundo artístico, y de alguna manera sentir lo que viven los músicos o los cantantes. Hasta ahí no sabía mucho del mundo de los Djs y demás, hasta que un amigo me comentó que había una escuela, que se llama Escuela Sónica, donde enseñaban a ser DJ. A Así que arranqué estudiando ahí, después cuando pude juntar unos pesos me empecé a comprar mis equipos y arranqué como arrancan todos. Primero, perdiendo la vergüenza. Es una profesión que todos aprendemos en nuestra habitación, ¿viste? Todos salimos del mismo lugar. De a poquito me fui armando y a los 19 tuve mi primer show, digamos.
-Venís de tocar en Brasil con Hernán Cattáneo, un referente mundial fundamental en tu carrera. ¿Cómo llegaste a conocerlo?
-Bueno, el primer vínculo que tuve con Hernán fue a través de la música, obviamente como fan, lo seguía a todos lados, presentación donde él estaba, estábamos ahí presentes con un grupo de amigos. El fue un disparador de mi pasión y de mi carrera. Entonces empecé a mandarle música, al principio obviamente no ponía mis temas, pero a medida que empezó a poner mi música comenzamos a intercambiar mails y demás, hasta que en 2014 nos conocimos en Barcelona. Resulta que la primera charla que tuvimos, lo gracioso fue que nos dimos cuenta de que su mamá compraba pescado en la pescadería de mi familia, en Caballito. Nos quedamos charlando un rato largo, y desde esa primera vez que nos vimos pegamos una onda bárbara. A partir de ahí construimos una amistad muy linda y empezamos a hacer muchos shows juntos. Cada vez que toco con Hernán es como si fuese la primera vez, porque tengo ese plus y esa sensación tan linda de compartir cabina con él.
-¿De qué manera te aconsejó sobre tu carrera?
-Me acuerdo que apenas empecé a tener un poco más de vínculo y confianza con él y le expresé lo que me pasaba, me dijo una frase que me quedó grabada: “Todo llega”. Y esa frase siempre estuvo presente en mí. Me dijo que tenía que caminar derecho, ser perseverante, y estar tranquilo, que si trabajaba cada día todo iba llegar.Ese fue uno de los primeros consejos que me dio. Después, en estos diez años que nos conocernos, Hernán siempre estuvo presente para darme su puntos de vista y enseñarme. Imaginate que cualquier cosa que venga de él, uno de los artistas más importantes de la escena a nivel mundial, es como abrir un libro y leer en la parte que necesitás.
-¿Y cómo te llevás con ese mote de “el nuevo Cattáneo”?
-Por ahí eso es algo más de apreciación del público, las ganas de buscar un sucesor de él, pero siempre digo que si bien compartimos la misma pasión y el gusto musical, lo mejor que podría pasar es que haya muchos Hernán o muchos Marian en todo el país representando esta música y este género musical que es el Progressive House. Así que yo agradezco que se me mencione de esa manera, pero Hernán hay uno solo y esta bueno aprender de él y agarrar las máximas referencias que podamos, como también quizás algunos chicos más jóvenes que están arrancando y me tienen de referente a mí. Lo buenísimo es que tanto él como yo y otros exponentes que hay en el país dejemos un legado y que cada vez haya artistas más jóvenes girando por el mundo.
Influencias
Desde que comenzó su carrera a los 19 años, Mariano Mellino ha sido fiel a sus influencias de artistas como el propio Hernán Cattaneo, Nick Warren, John Digweed y Sasha. Su estilo, que abarca desde el Progressive House hasta el Techno Melódico, lo ha llevado a presentarse en más de 20 países, incluyendo Alemania, España, México, Estados Unidos, Brasil, Israel y Japón, entre otros. En estos años, Mellino ha compartido escenario con gigantes de la música electrónica como Solomun, Tale Of Us, Eric Prydz, Artbat, Guy Gerber y muchos otros.
-¿Después de tocar en escenarios tan diversos, cómo ves al público argentino respecto de otros públicos de música electrónica?
-Creo que el público argentino, conmigo y con todos los artistas de nuestro país, es muy devoto y se entrega al cien por ciento. Y tengo el privilegio de haber crecido con ellos. El otro día hablaba con mi novia y unos amigos de que si bien nosotros ahora tenemos la posibilidad de viajar por el mundo y tocar en tantos escenarios, no hay como Argentina. Este fin de semana pasado toqué en San Luis y fue un fiestón tremendo, el otro finde toqué en Carlos Paz y fue un fiestón tremendo también. Cada rinconcito del país donde vas está buenísimo porque tenés a los mejores bailarines que existen. Un poco como debe pasarles a los futbolistas cuando juegan en Argentina. Tocar acá no se compara con nada, por más que en Europa tengas otro estilo de vida, otros ingresos económicos y demás, lo que se vive en este país, tanto con el fútbol como con la música, es alucinante.
-A lo largo de estos 20 años evolucionaste con tu música y tu carrera profesional. ¿Cómo fue esa evolución en estos años?
-Cuando arranqué, los primeros siete u ocho años de mi carrera éramos un dúo que se llamaba Seven Eleven Djs, crecimos mucho en Argentina, tocábamos en eventos masivos y demás, hasta que decidí agarrar mi propio camino como Mariano Mellino, entonces tuve que arrancar de vuelta. Pasé a tocar en eventos que iban desde mil personas hasta 10 mil personas, a que de repente, nadie quisiera contratarme. Estuve ocho meses sin tocar, porque no tenía ningún espacio para hacerlo, y el primer lugar donde volví a poner música electrónica como Mariano Mellino fue en el barcito de la plaza de Tapiales, mi barrio. Lo gracioso es que venían y me pedían si podía poner también algún otro género musical, porque no estaban acostumbrados a escuchar toda la noche música electrónica (se ríe). Pero bueno, así arranque otra vez, y de a poquito fui dando de vuelta mis primeros pasos, empezando a hacer warm up y abriendo la pista para artistas internacionales, durante muchos años, hasta me fueron dando espacio para tocar como artista principal. De vuelta, empecé en clubes chicos, hasta que fueron llegando los cubes más grandes como Crobar o Niceto; con el tiempo empecé a hacer los primeros sold out y se fueron presentando los escenarios más grandes. Ya tengo dos carreras.
-¡Arrancaste de abajo dos veces!
-Sí, exactamente.
-¿Cómo es tu método de trabajo?
-Bueno, yo recibo mucha música en mis mails, las Promo Lists que me van llegando desde los sellos discográficos y de muchos artistas de todo el mundo que mandan los tracks para probarlos, digamos, como testers. Entonces bajo cantidades de esos tracks y los empiezo a escuchar, a familiarizarme con ellos… Horas, días, semanas, hasta que voy filtrando y me voy quedando con lo que suena mejor, con lo que creo que va a funcionar para el evento. A medida que uno escucha y escucha, se va haciendo como un embudo, te vas quedando con lo mejor, lo que más necesitas. También busco que suene bien de ingeniería musical, que suenen fuerte. Me gusta poner mucho groove, y para tener mucho groove necesitás que los tracks suenen bien sólidos.
-¿Cuánto de trabajo y cuánto de talento hay en esta profesión de Dj?
-Creo que van de la mano. Me pasó y aprendí con el tiempo que mientras más trabajo, más libertad le doy a mi talento, porque me siento más tranquilo y más seguro de lo que tengo musicalmente. Antes quizás improvisaba un poco más, escuchaba un poquito por encima y decía bueno, esto puede servir y esto no, y por ahí no llegaba a los eventos tan confiado o con tanta seguridad. Con el tiempo aprendí que trabajar más me daba más tranquilidad, más seguridad, y eso permite que el talento se vea, que se pueda disfrutar.
-¿Cómo encontraste tu propio estilo dentro del Progressive House?
-El estilo es algo que se trabaja constantemente, porque hoy por hoy la música evoluciona muy fuerte y muy rápido. Entonces, si bien yo tengo un género muy marcado, las tendencias también van surgiendo, de repente la escena vira para un lado o para otro. Lo que yo hago es traerme también cositas de otros géneros. Mi identidad musical se formó tocando durante muchos años con artistas diferentes, artistas de trance, artistas de techno o de melodic, y he tenido que armar los warm up para ellos. Eso hace que uno se tenga que ir formando. Son ingredientes que fui va adquiriendo y por ahí hicieron que dentro del Progressive House, mi música sea un poco más agresiva, digamos, una música que busca ir evolucionando constantemente dentro del set, siempre con ese push final para terminar bien arriba.
-¿Qué le dirías a los chicos que están dando sus primeros pasos con la música electrónica?
-Primero, les diría que disfruten el camino, porque por ahí uno, por la ansiedad de querer llegar, por querer que las cosas pasen, se apura, pero esto no es una carrera, no hay que correr a ningún lado. Hay que caminar este camino disfrutándolo. Nosotros estamos en esto por la música, y obviamente siempre se quiere llegar más lejos, ponerse metas y objetivos, pero no se olviden de disfrutar de la música, que al final es lo que nos une a todos y lo que nos puso en este camino. Cómo me dijo Hernán una vez: “Trabajen y sean perseverantes, persigan su sueño, que todo va a llegar”.