La derrota de los Pumas en Dublín fue un puñal por el desenlace final, pero también un signo de la evolución de un equipo que está logrando esa consistencia en los rendimientos buscada hace años. El knock-on en la última jugada no debería interferir demasiado en el análisis final, aunque sí un error que la selección argentina viene cometiendo en el ciclo de Felipe Contepomi: el inicio de los partidos, con desconcentraciones y fallas aprovechadas por los rivales. “No les pusimos tanta presión en defensa y cuando se lanzan a jugar es muy difícil pararlos”, puntualizó el entrenador, tras un comienzo con dos tries en contra y una tarjeta amarilla en los primeros cinco minutos.

Estos Pumas dieron un salto de calidad superlativo a nivel carácter. Mezcla de rebeldía y aplomo para poner el foco en la siguiente acción, sin importar el contexto. Los golpes que antes los desmoralizaban y derrumbaban, ahora los fortalecen. Contepomi jerarquizó el rol de los jugadores que ingresan desde el banco, con más minutos y protagonismo para terminar enteros los partidos. No obstante, los minutos posteriores al kick-off vienen siendo un dolor de cabeza. “Tenemos que mejorar mucho ahí. Hablamos de eso, de arrancar los partidos imponiendo nosotros, tratar de imponer nuestro juego, que lo tenemos clarísimo, a la perfección. Estamos en deuda con eso. Es un punto a corregir”, admitió Bautista Delguy en diálogo con ESPN.

Bautista Delguy disputa la pelota en el aire con Mack Hansen, durante el encuentro entre los Pumas e Irlanda

El wing, que ante la ausencia de Mateo Carreras aprovechó su oportunidad, también valoró la reacción de los Pumas para reponerse de los primeros golpes. “El equipo tiene la cabeza para volver siempre al partido. Ya lo demostramos contra Sudáfrica, que arrancamos perdiendo por 17 puntos. La cabeza es clave en este deporte y eso nos mantiene en los partidos. Sabemos que nuestro momento va a llegar”.

Si los encuentros se dividen en cuartos de 20 minutos, los números son elocuentes para graficar la diferencia entre los inicios y los cierres de los partidos. Considerando a los 10 rivales de Tier 1 que enfrentaron en este 2024, en el lapso de los primeros 20 minutos, los conducidos por Felipe Contepomi apoyaron 5 tries y recibieron 11. En contraste, en los 20 finales lograron 12 conquistas y sufrieron 5. Tres de ellas anotadas por los Springboks, en Nelspruit, tras la expulsión de Pablo Matera y la amarilla a Santiago Carreras. Los campeones del mundo aceleraron en un encuentro que se rompió por la indisciplina.

El duelo ante Irlanda fue un fiel reflejo de esos comienzos costosos que vienen padeciendo. La primera jugada del partido fue un desconcierto general que terminó en un try de Matías Moroni, anulado por una infracción previa del propio Moroni varias fases atrás, por un choque de cabezas que le valió una justa tarjeta amarilla. A partir de esa infracción provino el try de Jack Crowley y a la salida siguiente, la mejor versión de Irlanda: el local salió jugando de campo propio, Pablo Matera y Gonzalo Bertranou fallaron tackles individuales y Mack Hansen apoyó en la punta, tras una liberación rápida de Jamison Gibson-Park y una asistencia de Tadgh Beirne.

El try de Matías Moroni que sería anulado por una falta propia en un tackle

“Sufrimos una amarilla en la primera jugada que te cuesta caro. Jugamos con dos HIA (Julián Montoya y Thomas Gallo tuvieron que ser reemplazados momentáneamente en el primer tiempo por golpes en la cabeza) y dos amarillas, pero son adaptaciones que hay que tener. Más allá de todos esos percances los chicos se acomodaron”, explicó Contepomi. “No les pusimos tanta presión en defensa y cuando se lanzan a jugar es muy difícil pararlos. También hay muchos chicos jóvenes; estos partidos nos dan esa experiencia, está bueno. Obviamente me gustaría ganarlos, pero sirve para saber que, para enfrentar a equipos del Top 4, no podés regalar nada”.

Los Pumas necesitan mejorar la resistencia en los primeros minutos de los partidos

En este 2024 los Pumas remontaron un 8-20 ante los All Blacks en Wellington, un 3-20 ante los Wallabies en Santa Fe y un 0-17 ante los Springboks en Santiago del Estero. Ante Nueva Zelanda en Auckland y ante Sudáfrica en Nelspruit el arranque dubitativo les significó dos derrotas contundentes. En Dublín no concedieron puntos en el segundo tiempo con una defensa admirable. Mantuvieron la compostura para quedar siempre cerca en el tanteador, pero no pudieron romper el maleficio en Irlanda, la única potencia a la que no superaron en condición de visitante. Francia presentará un desafío similar a nivel competitivo. En un clásico latino, con su dosis extra del aspecto pasional, será vital golpear de entrada para empezar a ganar la batalla mental.