Lolita Flores se sincera como nunca antes en el programa de Jordi Évole (EUROPA PRESS)

El domingo 19 de enero, Jordi Évole regresó a La Sexta con Lo de Évole, sorprendiendo a la audiencia con Juan y Medio como primer invitado. Ahora, una semana después, el programa contó con Lolita Flores como protagonista. La cantante, visiblemente emocionada, confesaba: “Cuando me llamaste para decirme que quería hacer una entrevista contigo, no te imaginas lo que lo deseaba”. Durante la conversación, Lolita se abrió en canal y compartió, en exclusiva, detalles sobre algunos de los momentos más difíciles de su vida.

Durante su conversación con el presentador catalán, la hermana de Rosario Flores se sinceraba, entre otras cosas, sobre como el fallecimiento de algunos de sus familiares cercanos habían afectado a su vida. Las declaraciones que hizo en el plató han dejado a la audiencia del programa y a los seguidores de la cantante muy sorprendidos.

La charla comenzó recordando a El Pescaílla, el padre de Lolita, y esto derivó en que ambos hablasen sobre las pérdidas que había sufrido la actriz en su vida. La hija de Lola Flores comentaba que ella no pudo despedirse en condiciones de su madre, porque la tuvo que “compartir con España entera”. Asimismo, hablaba de la muerte de hermano Antonio, quien murió tan solo 15 días más tarde que su madre. Era entonces cuando la artista confesaba: “Cuando murió mi hermano, iba prácticamente todos los días al cementerio. Esto lo sabe muy poca gente”.

Lolita Flores en el programa de Jordi Évole (ATRESMEDIA)

Las consecuencias de su gran pérdida

El hecho de perder a dos seres queridos de forma inesperada en tan poco tiempo hicieron que Lolita cambiase sus hábitos de vida y comenzase a hacer cosas de las que ahora se arrepiente. Fueron unos meses muy duros para la artista, quien relata: “Fue un año y medio de locura absoluta. Bebía, tomaba cocaína, me acostaba a las tantas”.

A pesar de que cuenta que se “ponía discos de Moncho, cogía una botella de whisky, una caja de pañuelos, y pasaba la noche llorando y escribiendo”, esta no dejó que eso influenciase su papel como madre y por ello, muy sincera contaba a Jordi que todas las mañanas mantenía las apariencias delante de sus hijos: “A las siete de la mañana me lavaba la cara para llevarlos al colegio y luego me iba a dormir”.

Durante esos meses, no solo consumía drogas y alcohol de manera desmesurada, sino que también tenía comportamientos poco habituales en ella, que le llevaban a cometer locuras. “Hay camerinos en España con patadas, puñetazos en las paredes y espejos rotos. Terminaba un concierto y tiraba sillas”, se sinceraba.

La llamada que lo cambió todo

Lolita cuenta que gracias a su hija, Elena Furiase, pudo comenzar a recuperarse: “Mi hija tenía unos 8 años y llamó a mi hermana diciendo: ‘Tía, veo a mi madre regular. No la veo bien’. Mi hermana me dijo: ‘¡Para! Tu hija te necesita’”. Ese momento fue decisivo para que, de un día a otro, la madrileña decidiese parar de comportarse como lo hacía y recuperase su verdadera vida.

Y su hermana no solo fue quien le impulsó a cambiar de rumbo, sino que ha sido siempre un gran apoyo en la vida de la artista. Durante el programa, Évole hacía referencia a Rosario y Lolita no podía evitar emocionarse al hablar sobre ella, porque siempre ha sido uno de sus pilares.