El presidente Javier Milei y su canciller, Gerardo Werthein, no estuvieron hoy en el Vaticano para conmemorar las cuatro décadas del Tratado de Paz y Amistad con Chile, firmado por el gobierno de Raúl Alfonsín. El desplante a la invitación que hizo el papa Francisco tiene razones domésticas y externas, según argumentaron desde el Gobierno ante las consultas de LA NACION.

Las razones oficiales, explicitadas por Werthein en las últimas horas, apuntaron al enojo de Milei con su par chileno Gabriel Boric, quien en la reciente cumbre del G20 se diferenció al exponer sobre el rol del Estado. “Hay que generar espacios comunes, en donde haya aspectos de la sociedad que no sean sujetos de negocios”, planteó Boric, en las antípodas del discurso que el libertario había dado minutos antes en el encuentro en Río de Janeiro. Más allá de las diferencias ideológicas, a Milei no le habría gustado percibir gestos de disconformidad de Boric cuando le tocó exponer en el plenario de la cumbre, según arriesgaron fuentes cercanas a la cancillería chilena.

Chile envió hoy al Vaticano a su ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, mientras que la Argentina estuvo representada por el embajador ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino. En 2009, cuando se realizó un acto similar por los 25 años del mismo tratado de paz, Benedicto XVI lo celebró con las entonces presidentas de ambos países, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet. Hoy el papa Francisco evocó aquella jornada.

“Con el Papa la relación es excelente, le tenemos un profundo respeto, el problema no es con él”, se apuraron a decir a LA NACION desde un despacho importante del Palacio San Martín. “La relación es bárbara”, describió un funcionario que comparte muchas horas al día con el Presidente. Sin embargo, en el Gobierno siguen pensando que “el Papa juega políticamente” y no ven casual la mención de hoy a Cristina Kirchner.

El Papa Francisco durante el acto en conmemoración del tratado de paz entre Argentina y Chile

En medio de un fuerte hermetismo, dan como ejemplos el pedido de disculpas públicas de Milei al Papa por haberlo descripto alguna vez como “el enviado del Maligno en la tierra” y su encuentro cara a cara de febrero pasado, pero nadie pudo explicar por qué, a falta de Milei o Werthein, no se envió al Vaticano al menos al vicecanciller Eduardo Bustamante, de mayor rango que el embajador Beltramino. “Un papelón”, comentó otra fuente diplomática con reserva de su nombre por temor a la represalia oficial.

“El Vaticano tiene paciencia, pero no olvida, y esto va a ser una mancha”, aseguró un ex funcionario nacional que conoce los entresijos del pensamiento del Papa argentino. En una jornada en la que no abundaron las explicaciones oficiales, el mismo funcionario no descartó que el faltazo de Werthein (Milei ya había descartado hace meses concurrir al encuentro) también se haya debido, entre otras razones, a las durísimas críticas del Papa a la represión ordenada por el Ministerio de Seguridad, que encabeza Patricia Bullrich, contra quienes protestaban por el veto a la nueva fórmula jubilatoria, en septiembre pasado. Aquella vez el Papa señaló: “En vez de pagar la justicia social, pagaron el gas pimienta”.

El Papa y Milei también tienen posturas disímiles sobre el conflicto de Medio Oriente que enfrenta a Israel-aliado estratégico del Gobierno junto con Estados Unidos-con los grupos terroristas palestinos Hamas y Hezbollah. Durante el acto, el Papa habló de la “prepotencia del invasor”, en referencia ineludible al gobierno de Israel y al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

Lo cierto es que, más allá de la carta confidencial de explicaciones que salió desde Buenos Aires hacia el Vaticano, mencionada por Werthein en su entrevista con TN, y de mutuos gestos de acercamiento, fuentes que conocen al Presidente aseguraron que sigue pensando que “el Papa juega políticamente” y tiene “una gran afinidad con dictadores comunistas”, como afirmara Milei durante la campaña electoral que lo llevara a la Casa Rosada. Aún intentando bajar el tono de la polémica, a nadie en Balcarce 50 tampoco le pasó desapercibido que Francisco haya mencionado en su discurso a la expresidenta Cristina Kirchner, presente en aquella conmemoración de 2009. “Podría no haberla nombrado, y lo hizo de modo explícito”, comentó una fuente diplomática.

El papa Benedicto XVI, en 2009, recibió a las entonces presidentas de la Argentina y Chile, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet, por el 25 aniversario del Tratado de Paz

En el Gobierno dicen no conocer el estado de las tratativas para una eventual visita del Papa al país. Pero fuentes oficiales con contactos con la Iglesia aseguran que el trabajo previo del Vaticano para una visita “aún no han comenzado”. “Frío”, describió un funcionario cuando se lo consultó sobre la posibilidad de concretar pronto el postergado retorno del Papa al país.

En este contexto de tensiones y un vínculo frío con Chile, en el Gobierno aún digieren el triunfo de anoche de Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, en la segunda vuelta presidencial en Uruguay. En este contexto, la presencia de Milei en la cumbre de presidentes del Mercosur, prevista para el 6 de diciembre, en Montevideo, aún no está confirmada, según fuentes oficiales.