La figura de Liam Payne sigue generando conmoción, tanto en el mundo de la música como entre quienes compartieron su vida de cerca. Este miércoles, en Amersham, un grupo íntimo de familiares y amigos despidió al excantante de One Direction en un funeral privado, mientras las preguntas alrededor de su fallecimiento se acumulan y las respuestas tardan en aparecer, en una historia que combina éxito, lucha y tragedia.
El pasado 16 de octubre, Liam, de 31 años, cayó desde el tercer piso del hotel CasaSur en Buenos Aires, donde se había quedado después de asistir al concierto de su amigo y excompañero de banda Niall Horan. Lo que comenzó como una escapada tranquila con su prometida, Kate Cassidy, terminó en una tragedia que aún mantiene a su entorno buscando respuestas y enfrentando un duelo profundamente personal.
Las autoridades argentinas revelaron posteriormente que Payne tenía en su organismo alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado en el momento de su muerte, una combinación que habría contribuido a su estado de vulnerabilidad. Tres personas enfrentan actualmente cargos preliminares por “abandono de persona seguido de muerte” y por “suministro y facilitación de estupefacientes”, según lo informado por el fiscal Andrés Esteban Madrea.
El funeral se llevó a cabo en algún lugar de los Home Counties, la tranquila región que rodea Londres, según reveló The Sun. Aunque los detalles del lugar exacto permanecieron en la privacidad, se sabe que sus padres, Karen y Geoff Payne, organizaron cada aspecto del servicio con un objetivo claro: rendir homenaje a su hijo pequeño, el niño de Wolverhampton que se convirtió en una superestrella global.
“Va a ser un día increíblemente difícil”, reconoció una fuente cercana en declaraciones al medio británico. Aunque la ceremonia será reducida, asistieron sus excompañeros de One Direction Harry Styles, Louis Tomlinson y Zayn Malik, quienes compartieron con él el meteórico ascenso de One Direction. En un comunicado conjunto tras su fallecimiento, los cuatro expresaron sus sentimientos: “Nos tomaremos un tiempo para llorar y procesar la pérdida de nuestro hermano, a quien queríamos profundamente. Las memorias que compartimos con él las atesoraremos por siempre. Lo extrañaremos terriblemente”.
Al frente de la despedida estuvieron Karen y Geoff, junto a las hermanas de Liam, Nicola y Ruth, quienes enfrentaron con fortaleza los eventos posteriores a su muerte. Geoff fue el encargado de viajar a Buenos Aires para gestionar los trámites de repatriación, un proceso marcado por la complejidad y la tristeza que duró casi tres semanas.
Entre los asistentes también estuvo Kate Cassidy, la influencer estadounidense que compartió dos años de vida con el cantante y que, según reveló tras su muerte, estaba comprometida con él. En una carta desgarradora publicada en sus redes sociales, reveló que ambos habían comenzado los preparativos para su boda, un proyecto que mantenían en secreto. “Estoy luchando por descubrir cómo vivir en un mundo sin ti a mi lado. He ganado un ángel de la guarda y le amaré por el resto de mi vida y más allá”, escribió Kate, cuya partida a Londres pocos días antes del accidente dejó un vacío que nunca se llenará.
Fotos: Reuters