El drop de Joaquín Díaz Luzzi desató la locura de un club que vivió su tarde más gloriosa. El 20-17 en tiempo extra sobre Belgrano coronó un nuevo título para un club que, con algunos vaivenes, se ha mantenido como uno de los más competitivos del rugby de Buenos Aires durante este siglo. En LA NACION repasamos las cinco claves de la séptima coronación del conjunto de Tortuguitas, en un año que empezó con una gira a Portugal y España y terminó en lo más alto de la URBA.

El aplomo en las finales

Alumni demostró que se potenció en las definiciones, esas instancias en la que los clubes se revolucionan y se juegan en un marco totalmente distinto que el de la temporada regular. Supo jugar los partidos y también lucharlos, con un plantel con líderes y caudillos para estos momentos. En el primer tramo de este siglo, con equipos fuertes y competitivos, las definiciones se convirtieron en un dolor de cabeza; del 2000 al 2011 perdieron ocho de los doce mano a mano, incluidos tres finales. Sólo se consagraron en el 2001, el único año que el campeón se decidió por la tabla general.

Esta generación de Alumni aprendió a jugar esta clase de partidos. En el 2017, con una buena base del plantel actual, ya empezó a dar indicios, dejando en el camino al SIC y compitiendo frente a un gran equipo de Hindú en la final. Al año siguiente fue campeón: clasificó cuarto, en las semifinales aplastó a San Luis y en el encuentro cumbre superó con autoridad a Hindú. Después de cinco años, regresó a las definiciones en el 2023, eliminó a Newman y en la final dominó por momentos al SIC, tuvo una situación inmejorable en los pies de Joaquín Díaz Luzzi, pero se le escapó en la última pelota. En esta oportunidad, jugó uno de sus mejores partidos en las semifinales contra el SIC y ante Belgrano, en tiempo extra, Díaz Luzzi acertó un drop para la historia.

La experiencia de sus líderes

Buena parte de la templanza para afrontar estos encuentros se debe a los líderes. Alumni cuenta con un nutrido mix de edades y varios jugadores con un gran bagaje y recorrido en el plantel superior. Santiago González Iglesias (36 años), Tomás Passerotti (38), Franco Battezzati (34), Tobías Moyano (35), Bernardo Quaranta (32) y Federico Lucca (30) son los mayores de 30 que se mantienen vigentes, mientras que Joaquín Díaz Luzzi (29), Santiago Montagner (29), Juan Patricio Anderson (28), Tomás Bivort (27), Santiago Alduncín (28) y Alejo Gonzales Chaves (28) también llevan muchas temporadas en el primer nivel. “Hay un lindo mix entre los viejitos y los más jóvenes. Las camadas del medio agarraron la manija y es clave para el traspaso de generaciones. Más allá de los nombres propios es clave que la esencia sea la misma”, destacó Battezzati.

La tercera línea

Uno de los puestos mejor cubiertos de Alumni, con jugadores bien balanceados y complementarios. Todos se destacaron en los encuentros decisivos. Santiago Montagner, que jugó la primera parte del año en Pampas, puso constantemente la pelota adelante y a nivel físico marcó la diferencia. Juan Patricio Anderson fue el dueño de las alturas, tanto en el line (recibió siete lanzamientos en la final y robó uno), como en las recepciones en el fondo de la cancha. Aportó seguridad y en el contactó siempre avanzó. Ignacio Cubilla, el más joven, brindó energía y mucho trabajo en defensa, sin la pelota. El jugador de 22 años es uno de los que participó de los 24 partidos del año como titular, junto a Tomás Passerotti y Manuel Mora (rendidor silencioso). Tobías Moyano, figura en el 2018, esta vez le tocó aportar desde el banco y tuvo acciones positivas. Todos cumplieron con creces a lo largo del 2024 y fueron de las líneas más firmes del equipo.

Alumni se coronó campeón del Top 12 de la URBA 2024

Los Wingers

En un plantel con muchos jugadores experimentados, dos jóvenes irrumpieron en las puntas. Santiago Pernas brilló en el 2023, este año fue el trymen del Súper Rugby Américas con Pampas y en la segunda parte del año regresó a Alumni. En los 14 encuentros que disputó aportó 8 tries y toda su energía para romper defensas y para cubrir la cancha. Tal fue su desempeño, que casi no tuvo tiempo para festejar; el domingo se subió al avión para participar de la concentración de los Pumas en París.

Ramón Fuentes fue la revelación del campeón, con 15 tries en 18 partidos. Explosivo en ataque, recibió el llamado de Santiago Gómez Cora para participar de algunas prácticas en los Pumas 7s. Su try en la final, recorriendo casi 100 metros, quedará en la memoria de los hinchas.

Los dos jóvenes lograron imponerse por sobre dos históricos como los hermanos Sábato. Franco (4 tries en el 2024) y Luca (2 tries) hicieron su aporte y potenciaron el plantel superior. Cruz González Bibolini (3 tries) y Filippo Testoni (3 tries) también aparecieron como alternativas cuando los necesitaron. Además, Tobías Wade se dio el lujo de volver a vestir la camiseta de Alumni luego de los Juegos Olímpicos de París con los Pumas 7s. El polifuncional back jugó un partido como wing y le apoyó un try a CUBA.

Mejora en el juego agrupado

Al mismo tiempo que los backs lucieron, los forwards dieron un salto de calidad en las formaciones fijas y móviles. El scrum se afianzó con Tomás Bivort, el capitán, como un especialista en la materia. El line también fue una fortaleza, con Juan Patricio Anderson y Manuel Mora como principales opciones junto a Nicolás Promanzio cuando le tocó ingresar. El maul ofensivo fue un arma importante: en total apoyaron once tries por esa vía, uno de ellos en la semifinal y otro en la final.