COSTA ESMERALDA (Enviada especial).– En el corazón del barrio privado Costa Esmeralda, entre bosques de pinos y médanos, se oculta una vivienda única en la Argentina: una casa de alquiler inspirada en la arquitectura hanok de Corea del Sur. Este tipo de construcción, que data de la dinastía Joseon (1392-1897), se distingue por su armoniosa relación con la naturaleza y una filosofía basada en el equilibrio, la funcionalidad y la sostenibilidad.

Detrás de este proyecto están los arquitectos Félix Raspall (argentino) y Jennifer Lee (estadounidense con ascendencia coreana), que se conocieron mientras realizaban una maestría en la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard y, tras graduarse, recorrieron Corea del Sur, donde quedaron fascinados por la planificación urbana de Seúl y la riqueza arquitectónica del país.

Jennifer Lee y Félix Raspall, arquitectos y creadores del único hanok en la Argentina

Luego de casarse en 2015 y vivir en Singapur y Chile, se establecieron en Buenos Aires hace cuatro años con un objetivo claro: construir un hanok en la Argentina para aplicar los conocimientos adquiridos y traer las raíces de Jennifer.

La decisión de realizarla en Costa Esmeralda no fue al azar: eligieron este rincón privilegiado por su vegetación y entorno natural, elementos fundamentales a la hora de ubicar un hanok, ya que lo ideal es que esté rodeado de árboles. “El paisaje boscoso nos recordó a ciertas zonas de Corea, mientras que las dunas y la cercanía al mar evocaron la conexión de ese país con el agua. Además, la proximidad a Buenos Aires fue clave por cuestiones logísticas, tanto para dirigir el proyecto como para mantener la casa”, dice Félix en diálogo con LA NACION.

Los hanok tradicionales están diseñados para integrarse con su entorno y este proyecto no es la excepción. La vivienda mantiene la estructura característica de una planta organizada en torno de un patio central (madang), que actúa como nexo entre el interior y el exterior. “El patio es el corazón del proyecto. Queríamos conservar la esencia del hanok, que es la interacción fluida con la naturaleza”, señalan los arquitectos.

Usaron madera para pisos y tabiqueríasLa vivienda mantiene la estructura característica de una planta organizada en torno de un patio central, que actúa como nexo entre el interior y el exterior

Asimismo, los techos inclinados con aleros prominentes cumplen algunas funciones, como proteger a la vivienda de la lluvia, moderar la luz solar y favorecer la ventilación. También fue ubicada sobre una colina para aislar la humedad.

En cuanto a los materiales, adaptaron la construcción a los recursos locales sin perder la identidad original. Usaron madera para pisos y tabiquerías, mientras que el hormigón reemplazó a la piedra por ser más accesible en la Argentina. “Respetamos la vegetación preexistente del terreno y orientamos la casa al norte para maximizar la entrada de luz natural”, agrega Félix.

Tradición y modernidad en convivencia

La arquitectura hanok evolucionó con el tiempo, y este proyecto incorpora elementos contemporáneos sin perder su esencia. Mientras que los hanok tradicionales utilizan el ondol (sistema de calefacción por suelo radiante), esta casa combina ese principio con climatización moderna, ventanas de PVC con doble vidrio, domótica (tecnología integrada a la casa) y materiales de aislamiento térmico actuales. “El desafío fue reinterpretar la tradición coreana con los materiales y técnicas disponibles en la Argentina”, explica Jennifer.

Así son las casas hanok en Corea del Sur; hay construcciones de la época que todavía se conservan y se reversionan

El diseño interior también respeta la jerarquía funcional de las casas hanok. “Aunque modernizamos el espacio, conservamos tabiques corredizos (las puertas que dividen a los ambientes) y una paleta de materiales naturales adaptados al contexto local”, señala Félix. Para la decoración, la pareja buscó piezas en el barrio coreano de Flores, en Los Ángeles y en Corea del Sur. “Seguimos viajando a Corea para perfeccionar detalles de diseño y paisajismo. La casa es un proyecto vivo”, destacan.

En la casa hanok de Costa Esmeralda, tabiques corredizos dividen a los ambientesUna de las habitaciones

Además de su funcionalidad como vivienda de alquiler, esta casa representa un puente cultural entre dos tradiciones arquitectónicas. La integración de la estructura hanok con el entorno argentino demuestra cómo los principios de sostenibilidad y armonía pueden adaptarse a distintos contextos.

La interacción fluida con la naturaleza, un concepto clave de los hanok

En los últimos años, el resurgimiento del interés por los hanok en Corea del Sur llevó a su uso como residencias, cafés, galerías de arte y hoteles boutique. Hoy en día, es posible encontrar este tipo de casas con calefacción y aire acondicionado modernos, sistemas de iluminación inteligentes y comodidades de lujo, lo que demuestra la versatilidad y atemporalidad de este estilo arquitectónico.

Este fenómeno inspiró a los arquitectos a crear una vivienda que, sin ser una réplica exacta, honre la tradición. “Logramos una casa que combina lo mejor de dos mundos: las raíces culturales de Jennifer y la funcionalidad del siglo XXI”, concluye Félix.