La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca genera preocupación entre los migrantes que llegaron a Estados Unidos bajo el programa de parole humanitario, instaurado por la Administración de Joe Biden en 2022. Este beneficio permitió a miles de venezolanos, haitianos, cubanos y nicaragüenses vivir y trabajar legalmente en el país por un período de dos años. Sin embargo, Trump dejó claro que tiene la intención de revocar esta medida.

Con la llegada de Trump, se anticipan operativos migratorios a gran escala y un agresivo programa de deportaciones masivas

Deportaciones masivas: una amenaza cada vez más real en EE.UU.

Según las propias palabras del presidente electo, los migrantes que ingresaron al país bajo el parole humanitario podrían enfrentar deportaciones masivas. En una entrevista con Fox News en septiembre de 2024, Trump afirmó: “Estén listos para irse. Pienso revocar el programa, y quienes no cumplan con los requisitos legales, simplemente serán deportados. Así de claro”.

Estas declaraciones preocuparon a los beneficiarios del programa, quienes ahora temen por la posibilidad de perder su estatus migratorio.

Los migrantes que ingresaron con parole humanitario temen perder su estatus (archivo)

El programa de parole humanitario permitió que más de 500 mil migrantes, entre los que se incluyen ciudadanos de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua, pudieran vivir y trabajar en EE.UU. Sin embargo, según expertos en inmigración, la revocación de este beneficio por parte del nuevo gobierno podría dar lugar a una ola de deportaciones masivas.

Los migrantes que llegaron bajo este beneficio no solo se enfrentan a la incertidumbre, sino que también podrían ser separados de sus familias si se materializan las deportaciones. Para muchos, este permiso fue la oportunidad de rehacer sus vidas en un país en el que no solo encontraron trabajo, sino también un hogar temporal, mientras que en sus naciones de origen enfrentaban situaciones de crisis, violencia y pobreza.

Alternativas legales para los migrantes

Ante la incertidumbre sobre la posible revocación del parole humanitario, los migrantes beneficiados por este programa deben considerar alternativas legales para regularizar su estatus migratorio y evitar complicaciones en el futuro. Entre las opciones disponibles se encuentran el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el asilo político, según recomienda en Telemundo, el abogado especializado en inmigración Julio Montiel López.

El asilo podría ser una opción, aunque este proceso puede ser largo y requiere pruebas que demuestren persecución en el país de origen

El TPS es una herramienta que permite a los migrantes de ciertos países, como Venezuela, Haití o El Salvador, permanecer y trabajar legalmente en Estados Unidos bajo circunstancias excepcionales.

Para aquellos que aún no solicitaron asilo, este podría ser otro camino a seguir, aunque este proceso puede ser largo y requiere pruebas que demuestren persecución en el país de origen.

Impacto tras la posible eliminación del parole humanitario

La posible revocación del parole humanitario podría transformar profundamente a las comunidades que recibieron a estos migrantes, según un informe de Brookings Institution. Muchas de estas personas se integraron con éxito en el mercado laboral y comenzaron a construir nuevas vidas en Estados Unidos. Sin embargo, “una deportación masiva no solo alteraría sus vidas de manera drástica, sino también las dinámicas económicas y sociales de las localidades que ahora dependen de su contribución”, sostuvieron desde la organización.

Ante este panorama, los migrantes viven con creciente temor por su futuro. Yaneth Campuzano, una ingeniera de software que vive en el país desde niña, relató al The New York Times su sensación: “El resultado de las elecciones me puso en un estado de pánico que me impulsó a encontrar inmediatamente una solución permanente”. Con el temor de que su situación pudiera cambiar drásticamente, decidió acelerar su matrimonio para asegurar su estatus legal antes de la llegada de Trump.

Asimismo, Silvia Campos, una trabajadora agrícola en California, compartió el miedo que la invade ante la posibilidad de que el programa sea revocado: “Esta vez tenemos más miedo, por todo lo que dice Trump que hará cuando recupere el poder”. Con una preocupación palpable, explicó que, consciente de lo que podría suceder, comenzó a prepararse. Asistió a una charla para conocer sus derechos y, lo más difícil, habló con su familia sobre la posibilidad de que un día, sin previo aviso, tuvieran que dejar todo atrás y regresar a su país.