“Si hay que cambiar, hay que cambiar”. Marcelo Gallardo está incómodo. Desenfocado. Lejos de ese ímpetu, esa vehemencia que siempre le imprimió a su trabajo desde el banco de suplentes. Hoy se lo ve más cabizbajo, pensante, como si hubiese sentido el golpe de estos primeros partidos del año. Las reacciones en Asunción así lo demuestran. Es que el inesperado cachetazo que recibió River ante Talleres en la Supercopa Intercontinental dejará secuelas. Cuerpo técnico y jugadores están obligados a dar un golpe de timón para torcer el inconsistente presente. El equipo no arranca, es insulso, genera y convierte poco. Asi, la paciencia parece agotada. Y el Monumental el domingo hablará.

“A ver si nos entendemos… los jugadores y la popular”, es el grito de guerra que hoy parece marcar la distancia entre hinchas y plantel. El reclamo sonó en todos los partidos del año en Núñez y en el cancionero popular es el límite entre el pedido de reacción y la explosión generalizada contra los futbolistas.

Este miércoles, en Asunción, consumada la derrota, un grupo del grueso de la popular en La Nueva Olla apuntó directamente con cánticos de épocas oscuras de la historia riverplatense. “Sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada que juega mejor”, fue uno. “En River Plate hay que ganar y no pensar en que boliche ir a bailar”, fue otro. Y el más duro: “La camiseta de River, se tiene que transpirar, sino no se la pongan, váyanse no roben más”. Estrofas que jamás se escucharon en el ciclo del Muñeco y que pueden marcar un antes y un después en la relación con los futbolistas.

Matias Kranevitter y Paulo Díaz consuelan a Manuel Lanzini, que falló su penal en la definición ante Talleres, en Asunción

Puertas adentro, el cachetazo se sintió. La imagen de Gonzalo Montiel llorando al entrar al vestuario lo representa. Fue uno de esos golpes que obligan a revisar y responder. El plantel se retiró en silencio tanto del estadio por la madrugada como del hotel por la mañana antes de regresar al país y abundaban las cabezas gachas y las caras largas. Una mezcla entre bronca, decepción e impotencia envuelve hoy al mundo millonario. Tras el almuerzo en el predio, la tarde quedó libre y este viernes se retomarán los entrenamientos para preparar el duelo del domingo con Atlético Tucumán.

River sabe que es momento de hacer una fuerte autocrítica que le permita romper el apático molde con el que inició el 2025, pero hay jugadores que siguen perdiendo crédito interno y externo: Manuel Lanzini, Facundo Colidio, Maximiliano Meza, Santiago Simón, Matías Kranevitter y Miguel Borja son algunos de los apuntados.

Mientras que otros como Lucas Martínez Quarta, Germán Pezzella o Sebastián Driussi todavía tienen margen, tal como los históricos Enzo Pérez, Nacho Fernández y Milton Casco por su espalda. Los dos que sobresalen son Franco Armani y Gonzalo Montiel, únicas piezas destacadas de este inicio de año, más algunos partidos de un Paulo Díaz que hoy alterna en la zaga.

Facundo Colidio, otro futbolista con imagen negativa en los hinchas

“Hoy no hay algo de representatividad para el hincha en lo que estamos haciendo. Y poner excusas no está en mi vocabulario. Pero he vivido estas situaciones. Todavía es muy prematuro el año para no poder encontrarle la vuelta. Pero no tengo dudas que con insistencia y claridad, la vamos a encontrar. Necesitamos estar decididos”, sentenció Gallardo en la conferencia de prensa. “Es mi responsabilidad ser autocrítico y exigente, está en mis genes y no va a cambiar. Es una situación incómoda pero he vivido estas situaciones y mi experiencia marca que hay momentos en los que uno puede detectar y asimilar cosas que hay que modificar y posiblemente eso esté dentro de las posibilidades”.

El gran desafío de Gallardo internamente será recuperar ese fuego sagrado, ese gen competitivo que siempre lo caracterizó. Ganando o perdiendo, pero con la premisa de ser avasallante, agresivo, dinámico e intenso. Hoy su equipo no tiene la fiereza que él busca y sus expresiones también así lo notan. Está tenso, expectante, hasta apagado por momentos.

Marcelo Gallardo, con mucho trabajo por delante

A comienzos de abril se dará inicio a la Copa Libertadores, el gran objetivo del año. Torcer el rumbo en estas semanas para llegar a esa competencia con el mejor presente posible es el objetivo. Desde lo numérico, hoy está acomodado en el Torneo Apertura. Ahora tendrá que mostrar el poder de volver a ser.