Jorge Macri se cuida. Quiere evitar la confrontación con el gobierno de Javier Milei. Descree de un acuerdo electoral con La Libertad Avanza, pero mide sus palabras para sortear el lugar de opositor. Sobrevuela la conclusión de que el enfrentamiento es una etiqueta que resta posibilidades electorales en los tiempos que corren. La campaña en la Ciudad de Buenos Aires está lanzada. Macri sabe que los libertarios están al acecho. Pero juega todas sus fichas a recrear una tercera vía, entre los libertarios y el kirchnerismo que extienda el dominio macrista en el distrito donde casi dos décadas atrás su partido ganó por primera vez una elección en la Argentina.

A continuación, los tramos centrales de la entrevista con LA NACION:

-¿Hay lugar para Pro en las próximas elecciones?

-Sin ninguna duda. El lugar de un centro derecha moderada. Es el espacio de gente que valora la gestión y el camino recorrido. Si no estuviera ese lugar, no hubiéramos ganado la elección en la Ciudad de Buenos Aires. Es un camino valorado por la gente.

Jorge Macri brinda una entrevista al diario La Nación

-¿Y sus adversarios electorales van a ser los libertarios o los kirchneristas?

-Yo creo que cuando estás gobernando el desafío es uno mismo. No es contra otros, es dar soluciones a los problemas, construir una visión de futuro de ciudad. Por eso dijimos que queremos desdoblar la elección de la ciudad, porque queremos discutir temas de la autonomía, queremos instalar una agenda la local. No queremos que quede mezclada con la nacional. La ciudad se merece un debate de temas de la ciudad y hay mucho espacio para eso.

-¿No se va camino a una campaña sucia a través de las redes sociales?

-Yo espero que no. Creo que la violencia en las redes es un problema mundial. Todos deberíamos tratar de encontrar un tono distinto, porque la sociedad está haciendo un tremendo esfuerzo, está teniendo una sana paciencia a la espera de los resultados. Yo voy a apuntar a una campaña propositiva, donde además puede escuchar propuestas de los opositores. Yo me acuerdo en la Feria del Libro hicimos un debate con Leandro Santoro y me marcó que faltaba crear un SAME psiquiátrico. Y hoy lo tenemos. Yo no creo que tu adversario político sea tu enemigo.

Jorge Macri sumó a Diego Santilli como asesor y a María Eugenia Vidal como jefa de campaña

-¿Prefiere ir a la elección con un nuevo Juntos por el Cambio o en una alianza con La Libertad Avanza?

-Los acuerdos electorales primero deben discutirse en privado para definir las razones: ¿Para qué te juntás? Después se discute el cómo y qué porción tiene cada uno en las listas. Nuestra invitación al gobierno nacional, que hizo Mauricio Macri, fue dar ese primer paso, armar una mesa y discutir coincidencias y diferencias. Es la experiencia de Cambiemos en 2015. Con Lilita Carrió o Ernesto Sanz no arrancamos discutiendo lugares en una lista. Fueron varios días de reuniones para redactar un programa de coincidencias.

-Pero el gobierno de Milei rechazó la propuesta.

-Nada es permanente. Hay momentos. Cada uno tiene sus prioridades, sus urgencias, sus necesidades, yo respeto eso.

-¿Y las trabas vienen del Presidente o de Karina Milei y Santiago Caputo?

-Hoy el gobierno nacional tiene otras prioridades. Pro tuvo una actitud muy responsable. Dio apoyo legislativo. Mauricio se manifestó muchas veces para expresar su apoyo. Eso no necesariamente requiere que tengamos un acuerdo electoral.

-¿Esa división puede favorecer un triunfo del kirchnerismo?

-Si estas fueran unas elecciones de Ejecutivo, si estuviera en discusión por ejemplo el asiento de Axel Kicillof, yo diría que tenemos que agotar cualquier instancia para tratar de tener un acuerdo, transformar la provincia de Buenos Aires para revertir su pobreza, algo que es imposible con alguien que quiere volver al pasado. Pero esta es una elección legislativa. Si los legisladores que creen en el futuro entran por La Libertad Avanza o Pro, no importa. Sería bueno discutir una hoja de ruta para el trabajo que viene y sería un muy buen gesto para inversores, para el mundo. Eso no se agota en La Libertad Avanza. Yo tengo mucho respeto y valoración por la UCR, la Coalición Cívica, el espacio de Ricardo López Murphy o de Graciela Ocaña, parte del peronismo.

-¿Y cuáles son las diferencias con el gobierno de Milei?

-Somos partidos políticos diferentes. Para nosotros, la institucionalidad es relevante. Es relevante la libertad de opinar, de disentir. No creer que el que piensa distinto es un enemigo. Yo, sin haber cambiado principios y valores, aprendí a cambiar ideas porque además el contexto cambia, las demandas son diferentes. Pero no quiero detenerme en las diferencias, quiero hacer mucho foco en las coincidencias con el gobierno nacional. ¿En qué coincidimos? En que no tenemos que volver al pasado.

-Pero cuando preguntó en Pro quién sabía cómo acordar con los libertarios, no hubo respuesta.

-No. Pero sumamos a Diego Santilli, que es uno de los que más brega por mecanismos de acuerdo, igual que Ritondo.

-¿Qué lugar va a tener Santilli, porque al final no formará parte de la mesa chica?

-Me aporta toda su voluntad de seguir trabajando en un acuerdo con La Libertad Avanza. Diego tiene su proyecto en la provincia de Buenos Aires, que lo sigue trabajando. Además, tiene una mirada muy valiosa en temas importantes como la seguridad, el espacio público y la limpieza.

-¿Qué obras de su gestión van a impactar en la vida de los vecinos?

-Vamos a unificar las historias clínicas y los estudios de diagnóstico por imágenes, con la posibilidad de compartir eso con cualquier médico en el sistema de salud de la ciudad. Hicimos un edificio para unificar los consultorios externos del Hospital Penna. Además, pusimos en marcha centro de diagnóstico para mediana y alta complejidad dedicados exclusivamente a los porteños. Tenemos 627 obras en escuelas en marcha. El plan hídrico que se iba a terminar en cuatro años, lo llevamos a dos por el cambio climático, por las mayores lluvias. Iniciamos la licitación de la inversión más grande de los últimos seis años en la ciudad de Buenos Aires, que es la compra de coches nuevos para las líneas A, B y C del subte, con aire acondicionado y cámaras de seguridad. Estamos incorporando colectivos eléctricos para el centro histórico de la ciudad. Y vamos a inaugurar el Trambús, que va a unir Ciudad Universitaria con Retiro, que va a ser una especie de tranvía eléctrico sin vías.

-¿Cuándo va a estar funcionando?

-El Trambús va a llevar todavía algunos meses más, estimo que en la segunda mitad del año. Pero la nueva línea de colectivos para el centro histórico arranca en abril.

-¿Está de acuerdo con retirarse de la Organización Mundial de la Salud, como hizo Milei?

-Me falta información para ser asertivo. Pero yo coincido mucho con Fernán Quirós, que señaló que es importante, en lo sanitario, tener ámbitos de coordinación. También en otros temas, como el narcotráfico, el terrorismo, porque esos problemas no conocen de fronteras. Si hubo actitudes delictivas y criminales en la pandemia corrieron por cuenta del gobierno de Alberto Fernández. No en la ciudad Buenos Aires, donde Quirós, todos los días, buscaba un poco más de libertad.

-¿Hay riesgo de un enfriamiento de la economía?

-Hay sectores que todavía no se recuperan, sobre todo los comercios de cercanía, los más pequeños. La canasta de ingresos de cualquier familia pobre o de clase media tienen menos plata para ese tipo de gasto. Deben afrontar el pago de servicios, cosas impostergables. Por eso nosotros bajamos impuestos de forma agresiva a esos sectores. Más de 200.000 pymes tienen hasta 2 millones de pesos en saldo de ingresos brutos y hoy se los devolvemos en 48 horas, cuando antes tardaban 9 meses. Se anotan online y se la depositamos en la cuenta. Quitamos impuesto a los sellos a las hipotecas en pozo. Eso porque el año pasado hicimos un recorte de gastos políticos principalmente y de prioridades de más de 500 000 millones de pesos y acabamos de bajar impuestos por más de 300 000 millones de pesos, ¿por qué? Porque esos sectores más pequeños son a los que más les está costando el día a día y nosotros tenemos que estar ayudando. Ahí todavía no hay reactivación. Ahora bien, estarían mucho peor con una hiperinflación. Eso no hay ninguna duda, yo no le voy a quitar el mérito al presidente y a su equipo económico de haber frenado la catástrofe que Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Kirchner. Cuadruplicaron el déficit fiscal en cuatro años. Lo que hizo el kirchnerismo fue para el Guinness, pero negativo.

-Las encuestas muestran que los principales reclamos de los vecinos hacia la ciudad son la basura y la inseguridad.

-Se trabaja todos los días en eso. Son básicamente los mismos reclamos que se sostienen desde hace casi tres años. La crisis económica, la postpandemia, la cantidad de gente en situación de calle que se agravó con el último gobierno kirchnerista, que dejó mucha gente revolviendo basura. Y la inseguridad es también un residual de la política pública del kirchnerismo, donde el victimario se transformó en víctima. No los detienen y los dejan en libertad. El conurbano está absolutamente descontrolado y nosotros tenemos que ser una frontera de límite a ese delito. Llegamos a detener a la misma persona 20 o 28 veces. La buena noticia es la aprobación del proyecto de reiterancia en Cámara de Diputados y y es necesario absolutamente imprescindible que el Senado lo ratifique.

-¿Cómo explica la sucesión de asesinatos de policías porteños en el Conurbano?

-En realidad, es la muerte de bonaerenses en el conurbano y, particularmente, también de policías nuestros.

-¿Cuál es su opinión sobre el manejo de la política de seguridad de Axel Kicillof?

-Kicillof no tiene compromiso con la seguridad. ¿Cuántas veces habló de seguridad? No le sale ni verbalizar la palabra. Es un tema ideológico. Y, además, es una herramienta política: hablan los intendentes, habla el Gobierno nacional, pero el gobernador no habla y piensa que así nadie le echa la culpa. Es especulación política: “camino por la sombra así no me ven”.

-¿Y con Patricia Bullrich hay buen trabajo?

-Sí.

-¿A pesar de que quiere terminar con Pro?

-No sé si ella quiere terminar con Pro. Hay algo que siempre hemos logrado y lo hablamos con ella: la gestión es la gestión. Yo sí creo en Pro. Soy uno de los fundadores. Estuve en la vereda de enfrente del kirchnerismo siempre, cuando nos tocó ganar o perder. El antikirchnerismo no empezó ahora con La Libertad Avanza. Yo coincido con el presidente Javier Milei en que no hay que volver atrás. El país tiene que sostener esta senda de responsabilidad fiscal, baja de impuestos, más libertad y menos trabas.