Jennifer Aniston estuvo a punto de perder el papel que la catapultaría a la fama mundial en Friends, la serie que, con el tiempo, se convertiría en un fenómeno global. Al principio, su presencia en el programa estuvo en serio peligro debido a un contrato previo con otro proyecto televisivo. En un mundo donde las decisiones estratégicas de las cadenas pueden definir el futuro de una carrera, la actriz se vio atrapada en un dilema que pudo haber alterado por completo su trayectoria profesional.

En una entrevista con NBC News, Aniston compartió cómo la incertidumbre sobre su futuro en la serie fue una realidad que vivió intensamente. Reconoció que, en varias ocasiones, consideró abandonar Friends, poniendo en duda su participación en el proyecto que finalmente cambiaría su vida.

Antes de que Friends se emitiera por primera vez, la actriz había firmado un contrato con Muddling Through, una comedia de CBS en la que interpretaba a Madeline Drego Cooper, la hija de la protagonista. La serie narraba la historia de Connie Drego, una mujer que intentaba reconstruir su vida tras salir de prisión. La producción tenía asegurados seis episodios, y si la audiencia respondía bien, podría extenderse a una temporada completa.

La posibilidad de que la serie tuviera continuidad significaba que Aniston debía permanecer en el proyecto, lo que la obligaría a abandonar Friends a mitad de la primera temporada.

Jennifer Aniston estuvo a punto de perder su papel en Friends debido a un contrato previo con CBS. La actriz había firmado para otra serie, lo que generó incertidumbre sobre su permanencia en la icónica sitcom de NBC (Créditos: CBS/Universal)

El conflicto entre ambas producciones generó incertidumbre tanto para la actriz como para NBC, la cadena que apostaba por Friends. Los productores del programa confiaban en que Aniston era la mejor opción para interpretar a Rachel Green, pero no podían garantizar su permanencia mientras Muddling Through estuviera en el aire. Ante esta situación, tomaron precauciones. “Me pidieron que me quedara fuera de las fotos, porque todavía no sabían si yo iba a poder seguir”, recordó en su conversación con Matt Lauer para NBC News.

La competencia entre cadenas de televisión era un factor clave en el conflicto. CBS tenía el control sobre el contrato de Aniston y no planeaba ceder fácilmente a una actriz que formaba parte de su producción. Mientras tanto, NBC intentaba asegurarse de que Muddling Through no lograra establecerse en la programación, ya que su éxito significaría perder a la actriz que querían para Friends. En ese contexto, Preston Beckman, jefe de estrategia de programación en NBC, ideó un plan para perjudicar la serie rival.

Como Muddling Through se emitía los sábados por la noche en verano, un horario que no era favorable para atraer espectadores, NBC decidió programar en ese mismo espacio un conjunto de películas basadas en novelas de Danielle Steel. La autora tenía una base de seguidores muy fiel, y su presencia en la pantalla aseguraba una audiencia considerable.

El objetivo de NBC era atraer al público femenino que podía haber visto la serie de CBS y dirigirlo hacia un contenido con una base de espectadores establecida.

Jennifer Aniston actuo en esta serie mientras llevaba a cabo su participación en Friends (Captura)

La estrategia funcionó. Muddling Through no logró consolidarse en la audiencia y perdió espectadores con cada emisión. CBS canceló la serie después de diez episodios, dejando el undécimo sin emitir. La desaparición del programa liberó a Aniston de su contrato, lo que le permitió continuar en Friends sin restricciones.

NBC diseñó una estrategia para asegurarse de que Jennifer Aniston pudiera quedarse en Friends. La cadena programó películas exitosas en el horario de su serie rival, logrando debilitar su audiencia y provocando su cancelación (Reuters)

El desenlace de esta historia marcó el rumbo de su carrera. Friends se convirtió en una de las series más exitosas de la televisión y consolidó a Aniston como una de las actrices más reconocidas de su generación. La relación entre Rachel y Ross, interpretado por David Schwimmer, se transformó en una de las tramas más recordadas por los fanáticos. Su personaje evolucionó con los años y se convirtió en un referente de la cultura popular.

A pesar del éxito, Aniston volvió a considerar la posibilidad de abandonar la serie en otro momento de su trayectoria. En la misma entrevista con NBC News, admitió que tuvo dudas sobre si debía continuar cuando la serie ya era un fenómeno global. “Quería que terminara cuando la gente todavía nos quería”, explicó. Su preocupación tenía que ver con la posibilidad de que la historia se desgastara y el público perdiera interés. “Me preguntaba cuánto más de Rachel tenía dentro de mí”, agregó en esa conversación.

El desgaste de interpretar al mismo personaje durante años era algo que la inquietaba. A medida que Friends avanzaba en sus temporadas, el nivel de atención mediática sobre el elenco crecía y la presión aumentaba. La serie se mantenía como un éxito de audiencia, pero la idea de continuar indefinidamente la hacía dudar.

Jennifer Aniston consideró renunciar a Friends incluso cuando la serie era un fenómeno mundial. La actriz temía que la historia perdiera frescura y que el público dejara de interesarse en su personaje tras varias temporadas (Foto: Warner Bros.)

Finalmente, decidió quedarse hasta la última temporada. La despedida de Friends en 2004 fue un momento emotivo para todo el elenco. La serie había durado diez años y se había convertido en parte de la vida de millones de espectadores en todo el mundo. Cuando el último episodio fue grabado, Aniston sintió el impacto de cerrar una etapa tan importante. “Fue uno de los días más tristes que viví. No puedo creer que alguna vez haya pensado en irme”, confesó en la entrevista.