BARCELONA.- La cifra de víctimas mortales provocadas por las lluvias torrenciales del pasado martes en el este español no para de crecer, y ya se eleva a 205. Todavía es imposible hacerse una idea de cuál será la dimensión final de la tragedia, pues las autoridades de la Comunidad Valenciana, epicentro de la catástrofe, se niegan a proporcionar el número de desaparecidos, que podría alcanzar varios centenares.
Mientras vecinos y la sociedad civil se organizan para canalizar las ayudas, en forma de agua, comida y palas para extraer el barro, los servicios de emergencia continúan sus labores de búsqueda de los desaparecidos y de rehabilitación de las vías públicas.
Si bien en el centro de la provincia de Valencia, donde se concentran casi la totalidad de las víctimas -202- las lluvias han remitido, la gota fría o DANA (“Depresión Aislada en Niveles Altos”) no da tregua en otras regiones de la geografía española. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la alerta se mantiene en color naranja -la segunda más grave en una escala de tres- en el oeste de Andalucía y en las Islas Baleares. En cambio, a las 15, rebajó el nivel de alarma en las provincias de Castellón y Tarragona, situadas al norte de Valencia.
01/11 18:01 #AEMET #FMA nivel naranja por lluvias y/o tormentas para hoy en Baleares . Imagen en vigor a las 18:01 (tabla actualizada haciendo CLIC EN LA IMAGEN), o visite https://t.co/aIJV7DDYto https://t.co/jCU0PxZ7i3
— AEMET (@AEMET_Esp) November 1, 2024
Entre las preocupaciones de las autoridades figura la situación del embalse de Buseo, en el límite municipal de Chera (Valencia), pues el nivel del agua es tan elevado que podría llegar a desbordarse. Aunque la evolución de las últimas horas es positiva, se decidió desalojar de forma preventiva a 50 personas residentes en la zona baja de la población. De acuerdo con las previsiones meteorológicas, no se esperan fuertes tormentas en la zona, durante las próximas horas podría volver la lluvia, por lo que no se puede bajar la guardia.
Con el paso de las horas, empiezan a llegar refuerzos a los desbordados servicios de emergencias valencianos. El jueves, la ministra de Defensa, Margarita Robles, autorizó el envío de 500 efectivos adicionales de las Fuerzas Armadas, que se unieron a los 1200 ya desplegados anteriormente.
Asimismo, finalmente, el gobierno de la Generalitat Valenciana autorizó la llegada de la ayuda ofrecida por otras instituciones, como la Generalitat de Cataluña o el Ayuntamiento de Madrid. Se necesita todo tipo de ayuda, desde miembros de Protección Civil para las labores de rescate, unidades de bomberos para drenar el agua o forenses para realizar autopsias.
Después de que los habitantes de pueblos como Paiporta, Alfarar o Picaña declararan a los medios de comunicación sentirse desamparados por la falta de ayuda de las instituciones públicas, se empezaron a organizar redes de voluntarios para hacerles llegar comida y agua.
En muchos pueblos, las estanterías de las pocas tiendas o supermercados que no fueron arrasados por la corriente, enseguida se vaciaron. Se estima que más de 350.000 personas de la región no disponen de agua corriente, y otros varios miles, de electricidad. Muchos voluntarios están participando en las labores de retirada de barro, muebles y todo tipo de objetos arrastrados por los torrentes que asolaron los pueblos de la Huerta Valenciana.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, del Partido Popular, compareció por la mañana tras una reunión del Centro de Control de Emergencias, a la que asistió el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y lanzó un mensaje para tratar de coordinar la ayuda. En concreto, Mazón pidió a los voluntarios que se están desplazando a las zonas siniestradas en vehículos privados que “vuelvan a sus casas” porque “pueden colapsar vías que necesitan los efectivos” de emergencia.
El gobierno valenciano está tratando de crear una red para canalizar a los voluntarios y la distribución de ayuda en puntos concretos de los municipios damnificados, como los colegios y polideportivos. Mazón ha explicado que el principal objetivo ahora es abrir corredores de acceso para la retirada de vehículos siniestrados de las vías públicas y carreteras, y facilitar así la circulación de las unidades de emergencia y Protección Civil que se dedican a la labor de búsqueda de los desaparecidos.
Saqueos
Uno de los desafíos a los que se han enfrentado las Fuerzas de Seguridad desplegadas sobre el terreno ha sido combinar las tareas de rescate con el mantenimiento del orden, debido a numerosos casos de saqueos en comercios y centros comerciales.
Según la prensa local, la policía ya arrestó a 64 personas, y cuatro de ellas ingresaron en prisión. Los saqueadores tenían como objetivo sustraer el efectivo de las cajas, así como objetos de un alto valor y pequeñas dimensiones, como joyas o celulares. Ello provocó que los propietarios de algunos pequeños comercios de los pueblos afectados hayan optado por pasar la noche sentados delante de las puertas de sus comercios.
#OperacionesGC | Labores de #seguridad y #vigilancia de zonas comerciales afectadas por la #DANA en la provincia de #Valencia.
⚠️11 personas detenidas y 1 menor investigado por robos en centros comerciales.
▶️Para 4 de ellos se ha decretado ingreso en prisión.#Colabora 📞062… pic.twitter.com/x897cnXran
— Guardia Civil (@guardiacivil) October 31, 2024
Un día después de haber suscitado la polémica con sus ataques al gobierno de Pedro Sánchez, el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, rompió su silencio para enviar un mensaje de duelo a las víctimas. “Todo nuestro corazón está con las víctimas… Y todo nuestro reconocimiento con los profesionales que participan en el rescate. Estamos ante una emergencia nacional”, expresó el líder conservador a través de la red social X. Sus críticas a Sánchez y a la Autoridad Estatal Meteorológica contrastaron con la actitud de Mazón, el presidente valenciano, que realizó una comparecencia conjunta con el líder socialista en una muestra de unidad.
La conmoción que vive la sociedad española ante la que podría ser su peor tragedia desde el final de la Guerra Civil se ha dejado sentir en todos los ámbitos, incluido el deporte. La Liga de fútbol decidió suspender todas las competiciones en la Comunidad Valenciana este fin de semana, incluidos los partidos CF Valencia-Real Madrid y el Villareal-Rayo Vallecano de Primera División. Asimismo, se canceló el Gran Premio de Valencia de MotoGP, que se debía disputar entre el 15 y el 17 de noviembre. Aunque en un primer momento era reticente, la organización acabó cediendo a la presión de los pilotos, pues varios de ellos se negaban a competir en solidaridad con las víctimas.