El 9 de septiembre de 2023, Owen Farrell no pudo jugar por Inglaterra en el estreno en el Mundial de Francia. Para los Pumas podía suponer un alivio, dada la calidad del pateador y estratego británico. Pero la Rosa tenía un suplente bueno, muy bueno, para esa posición fundamental: George Ford. Crucial en el caso del equipo blanco, tan táctico, tan dependiente del juego de kicks, sobre todo cuando las cosas no funcionan de otra manera.

Y para Inglaterra no venían funcionando antes del certamen. Se hablaba de un posible papelón, del peor desempeño en los mundiales. De una Argentina favorita, incluso. Y no eran pocos quienes postulaban al seleccionado de UAR como el mejor perfilado para ganar en el Vélodrome, de Marsella. La propia prensa británica se inclinaba por eso.

Uno de los seis penales que acertó Ford contra los Pumas en aquel debut en Marsella, donde los ingleses se impusieron por 27-10 con gran superioridad táctica.

Pero Ford fue el cirujano de una Inglaterra quirúrgica en sus ejecuciones. Patadas al cajón, complicadísimas. Bombas arriba, más peligrosas aun que lo previsto. Envíos afuera para ganar metros. Y remates a los palos, por supuesto. De todo hizo el apertura, figura descollante en aquel 27-10 que tanto golpeó a los Pumas. Era el amanecer de una Copa del Mundo en la que ponían mucha expectativa.

Un try, obra de Rodrigo Bruni, llegaron a conseguir los de celeste y blanco, convertido por Emiliano Boffelli en el último minuto. El propio rosarino había abierto el marcador con un penal, a los 5 minutos. En medio, una andanada de aciertos de George Ford, que castigó con seis penales y ¡tres! drops. No le hizo falta a Inglaterra anotar tries: la posesión del equipo y la precisión de su conductor fueron más que suficientes para encaminar a un conjunto que terminaría tercero en Francia, con otro triunfo –muchísimo más parejo– sobre los Pumas en el penúltimo partido del campeonato.

Tres drops consiguió Ford en aquel primer partido para ingleses y argentinos en el Mundial Francia 2023; Ramiro Moyano no llega a bloquear uno de los envíos del 10 a los palos.

Pues bien: el mismo verdugo, Ford, fue villano este sábado. Y en Londres. Y contra un equipo emblemático en el rugby, Nueva Zelanda. Con una buena oportunidad de ganar el test match en el penúltimo minuto y otra de hacerlo en los segundos adicionales. Pues no. Esta vez, el infalible verdugo fue falible.

Ganaba All Blacks por 24 a 22 en el primer test match de su gira por Europa. Un amistoso que de eso tenía poco; solamente, que no había puntos en juego por un torneo. Sí para el ranking. Pero principalmente, el reto para los locales de doblegar al equipo más conocido de su deporte, el que con su haka y su marketing trasciende los límites del rugby, por más que en el momento no sea el mejor (Sudáfrica, el campeón mundial, e Irlanda, el número 1 de la clasificación internacional, disputan esa condición). De hecho, el conjunto negro está tercero hoy en el escalafón, y el inglés, quinto.

Pero ese haka, infaltable hasta en los test matches, esta vez fue desafiado. Los británicos no esperaron mansa y pasivamente desde lejos, como suele pasar con los adversarios de All Blacks. Como Francia en el Mundial de 2007, los jugadores de la Rosa se plantaron en la línea media de la cancha, casi cara a cara con los oceánicos. Y Twickenham vibró.

Ya erró el drop Ford, lo último del amistoso en Londres, e Inglaterra lamenta lo que Nueva Zelanda festeja; esta vez el apertura no fue infalible.

Vibró entonces y con el resto del encuentro, que llegó con esa diferencia de dos tantos a sus minutos finales. A los 38 de la segunda mitad, Inglaterra dispuso de un penal para ganar. No fácil, es cierto, pero lejos de ser imposible para la calidad del ejecutor. Ford había ingresado como relevo y tenía ese tiro bien pasada la mitad de la cancha y a la derecha, pero distante de la línea lateral. La patada requería buena dirección, y también cierta fuerza. El número 23 se tomó su tiempo y disparó.

La pelota voló alta, más bien a la derecha, pero el efecto podía hacerla entrar. Pues no salió ni pasó entre los palos: pegó en un poste. Y el rebote le quedó a Nueva Zelanda, que se salvaba. Pero no por mucho tiempo…

Patrick Tuipulotu tomó la pelota, ya con presión ajena, y el balón… se le cayó. Hacia adelante. Knock-on y recuperación local. Quedaba tiempo para un ataque más. Scrum y una, dos, tres, muchas puntadas y fases, preparando el terreno para un drop del eximio pateador. En efecto, la pelota llegó a Ford y el número 23 la envió a la hache… pero un poco a la derecha. Silbato: Inglaterra 22 vs. Nueva Zelanda 24. Aquel héroe de Marsella no fue tal cosa en la Catedral del rugby esta vez.

El penal y el drop fallados por George Ford en el desenlace

Así se dio el comienzo de la gira de All Blacks por Europa, donde sostendrá encuentros con Irlanda, Francia e Italia, los mismos oponentes con los que se medirán los Pumas en las próximas tres semanas, pero en diferente orden, claro está. Los ingleses, por su parte, chocarán con Australia, Sudáfrica y Japón. Habrá que ver si se les da, frente a Springboks, el único rival muy fuerte hoy por hoy entre los agendados, una victoria que viene negándoseles: en los últimos tiempos cayeron por un punto a manos de los neozelandeses, 16-15, en Dunedin en julio (no los vencen desde 2019, y desde 2012 siendo anfitriones); por dos ante los franceses, 33-31, en marzo en Lyon, y por uno frente a los sudafricanos, 16-15, en una semifinal del Mundial de 2023. Esta vez en su casa, tuvieron a mano quebrar esa serie, pero aquel Ford que maltrató a los Pumas hace un año en Francia perdonó este sábado a los hombres de negro en Londres.

Anotaciones previas en Inglaterra 22 vs. Nueva Zelanda 24

En tanto, en Edimburgo hubo otro test match, en el que Escocia goleó a Fiyi con un 57 a 17. Se valió de ocho tries, de los cuales cuatro fueron del wing Darcy Graham. Y se dio una situación peculiar: con semejante cantidad de conquistas, el back se convirtió en el tryman histórico del seleccionado del Cardo, pero le duró muy poco el récord, porque su compañero Duhan Van der Merwe anotó un try y lo superó.