Este viernes, cuando minutos antes de las 19.15, Independiente pise por primera vez en el año el césped del Bochini para enfrentar a Sarmiento en el arranque del Apertura 2025, Rodrigo Rey estrenará oficialmente su cinta de capitán. Se parará entonces en el centro de la fila en la línea de mitad de cancha, se adelantará un par de pasos y marcará el ritmo del histórico saludo del Rojo hacia las cuatro tribunas del estadio. Será la coronación de un rendimiento que a lo largo de dos temporadas transformó al arquero de 33 años en el jugador más ovacionado por los hinchas cuando se anuncia la alineación del equipo, el más respetado, quizás el más querido.
“Fui capitán de Independiente y es un orgullo, un placer, algo hermoso llevar esa cinta. Sin duda debe estar pasando un momento de felicidad por esta situación”, asegura Luis Islas, uno de los antecesores más exitosos como guardián de los tres palos del equipo de Avellaneda. “Sentirse capitán está bueno, y no tenés idea lo que influye en el ánimo si te lo ganaste y te eligieron. Pero sobre todo, que “la persona Rey sea el capitán del equipo le hace bien a Independiente, porque desde su valor como persona le da al club algo que va más allá del fútbol”, subraya Norberto Ruso Verea, un conocedor profundo de la historia y la simbología del Rojo, que si bien no llegó a jugar en Primera también conoce lo que es defender su arco en las categorías inferiores.
Las razones del reconocimiento que el guardameta ha logrado acumular en el mundo Independiente podrían explicarse con la ayuda de las estadísticas: asistencia perfecta a todos los encuentros disputados en 2023 y 2024; 89 partidos jugados, 72 goles recibidos, 41 encuentros sin ir a buscar la pelota al fondo de la red; 74,15 % de remates atajados, 89 centros por alto interceptados, 42,5 % de precisión en pases largos en 2024 (había sido de 32,3 % en 2023); valla menos vencida en la Liga Profesional y en el total del año pasado. Pero sería una explicación incompleta.
Los números fríos no reflejan la trascendencia de muchas de las atajadas de Rey. Estiradas y mano a mano ganados en momentos claves que valieron para aliviar la angustia de Independiente en la lucha por no enredarse con el descenso en 2023 y para sumar unidades que llevaron al club a clasificarse para la Copa Sudamericana de este año. “Hay que mirar a qué club llegaba Rey en 2023 y en qué se convirtió en un par de temporadas”, analiza Verea: “Él venía a una institución que sigue amagando con reconstruirse. Ha tenido que mostrar templanza y un temperamento fuerte en momentos muy difíciles en una cancha que no es para nada amigable, y con todo eso se transformó en uno de los pilares de esa reconstrucción. Hoy Independiente descansa cuando piensa en su arco”.
Desde la marcha del uruguayo Martín Campaña, campeón en la Copa Sudamericana 2018, y hasta la llegada del hombre nacido en Las Parejas, Santa Fe, los tres palos del Rojo fueron un auténtico dolor de cabeza. Más allá de algunas actuaciones puntuales y un puñado de penales atajados, nunca ofreció las garantías deseadas Sebastián Sosa, no llegó a afirmarse Milton Álvarez ni gozó de muchas oportunidades Renzo Bacchia. Ahora es distinto.
“Rey les brinda una seguridad extraordinaria a sus compañeros. No me sorprende, porque había seguido su trayectoria en Godoy Cruz y Gimnasia, pero tenía la duda de si era arquero para equipo grande. Ha demostrado que lo es, sin ninguna duda”, señala Carlos Goyén, inolvidable número uno del conjunto que fue campeón en 1983 y levantó las copas Libertadores e Intercontinental un año más tarde.
Ídolo de varias generaciones y con su nombre impreso en la tribuna norte del estadio, el mítico Pepé Santoro observa a su vez en Rey “un arquero que progresó muchísimo y se potenció desde su llegada. Está siempre muy atento, tiene agilidad de piernas, y ha ganado en experiencia y confianza”. También Islas hace hincapié en este punto: “Se ve que se siente cómodo, sólido, sabe que está haciendo las cosas bien, que respondió a las expectativas, y eso le brinda una confianza tremenda”.
El análisis de los aspectos técnicos que sobresalen en Rey expone una larga lista de virtudes. “Es muy seguro, muy tranquilo y tiene muy buena ubicación”, dice Goyén; “No da rebotes”, acota Verea; “Da muy bien el paso adelante para achicar los ángulos de disparo”, indica Islas; “Es completo, con jerarquía”, concluye Santoro.
A todos ellos, por otra parte, les cuesta encontrarle puntos flojos. “No me gustan, lo digo y espero que él no se ofenda, los gestos, ademanes o gritos que se le ven ante un error de un compañero o en jugadas puntuales. Evidentemente no los hace de mala leche, pero es algo que podría corregir”, destaca Goyén. “Sería bueno que fuese más preponderante en el juego aéreo”, apunta Verea, aunque en este punto Santoro agrega un matiz: “Las pelotas con las que se juega hoy son difíciles, rápidas y con mucha movilidad. Él es un arquero que trata de anticipar, siempre está pendiente de salir a cortar y a veces la velocidad de la pelota puede confundir”.
Afirmado como está en la consideración de los entendidos y el corazón de los hinchas, dos preguntas sobrevuelan el futuro de Rodrigo Rey: ¿puede seguir creciendo?, ¿merece una oportunidad en la selección? En el primer punto, la coincidencia entre los exguardametas del Rojo es absoluta. “No alcanzó su techo”, enfatizan Goyén y Santoro; “Está en condiciones de ser un arquero de los grandes en la historia del club”, pronostica Verea; “Independiente tiene un gran, gran arquero, de los mejores que juegan en los clubes argentinos”, resume Islas.
En el tema de ocupar el arco de Argentina, en cambio, las opiniones son menos optimistas. “Si se le da la chance puede hacerlo muy bien, pero es difícil saber si alguien tiene nivel de selección antes de que juegue en la selección”, opina Islas. “La selección está muy bien cubierta, hay mucha competencia. Quizá ganar un título le daría un espaldarazo al menos para estar en el plantel”, sostiene Goyén. “Hay que mirar dónde, cómo y contra quién compite la selección, eso hace que los responsables del scouting tengan otra mirada, y a Rey eso le juega en contra”, dice Verea. Más concreto, Santoro asegura que “si el técnico de la selección lo necesita, no va a quedar defraudado, al contrario”.
Rodrigo Rey, tal vez el mejor arquero de los torneos argentinos en 2024; el hombre que se ganó el aprecio de todos por su lucha a favor de los niños que, como el suyo, sufren trastornos del entorno autista; el que superó sus propias dificultades en el habla, estrenará frente a Sarmiento la cinta de capitán de Independiente. Lo hará con el aval de su rendimiento creciente; también con la seguridad de que cuando levante los brazos por delante de sus diez compañeros recibirá de los hinchas del Rojo el más sincero y agradecido de los aplausos.