El nombre de Catalina del Socorro Pérez, senadora del Pacto Histórico, ha comenzado a resonar en los pasillos del Congreso, pero no por las razones que se podrían esperar. Aunque su carrera política ha sido discreta hasta ahora, la revelación de ciertos manejos en su unidad de trabajo legislativo (UTL) ha encendido las alarmas sobre posibles irregularidades en la gestión pública.
Pérez ha tenido una trayectoria política marcada por intentos fallidos de llegar al Congreso y un ascenso inesperado. En 2018, se postuló al Senado como parte de la Lista de la Decencia, pero no logró obtener una curul. Su segundo intento en 2022, con el número 22 del Pacto Histórico, también fracasó al no alcanzar el umbral electoral. Sin embargo, en marzo de 2023, su carrera dio un giro cuando fue posesionada como senadora tras la suspensión de César Pachón por doble militancia.
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Alineada con el Gobierno de Gustavo Petro, con quien comparte una historia de colaboración desde los años 80 en congresos campesinos y sociales, Pérez se ha presentado como una defensora de los proyectos de restitución de tierras y derechos humanos. Su trabajo en la Comisión Quinta, que se encarga de asuntos relacionados con el medio ambiente y la agricultura, ha reforzado su compromiso con estos temas.
Sin embargo, El Colombiano expuso una situación alarmante: el hijo de la senadora, Máximo Jiménez Pérez, estaría gestionando desde el extranjero puestos en el Gobierno a través de la UTL de su madre. En audios filtrados, Jiménez Jr. menciona: “Sí, se trata de puestos de trabajo, por favor envíame la hoja de vida y lo coordino con la persona que me está coordinando (sic) directamente allá en Colombia en la UTL. No quiero que a Catalina la aborden en público pidiéndole trabajo y puestos y no sé qué, eso no es algo adecuado, ¿sí? Por favor”.
En otra conversación, Jiménez Pérez agrega: “Claro, con mucho gusto, mande la hoja de vida, usted sabe de gente cercana, yo sé que no, no es acoso, no se preocupe, vamos a ver que estamos negociando con unos ministerios para que nos den unos puestos a nivel nacional entonces estoy pendiente”. Estas declaraciones levantan preocupaciones sobre el uso de influencias familiares en la obtención de empleos gubernamentales.
A pesar de no tener una vinculación oficial con el Congreso, Jiménez Pérez parece haber tomado las riendas de la UTL, canalizando las solicitudes de empleo hacia los ministerios de Agricultura y Salud. Según fuentes consultadas por El Colombiano, muchos de los aspirantes a empleos no cumplen con los requisitos exigidos.
“Lo que yo siempre quiero es evitar entonces que a mí me manden otra hoja de vida o que yo tenga una hoja de vida y entonces compitan con una hoja de vida que sea de nosotros”, señala Jiménez en otro de los audios, sugiriendo que se está intentando controlar el proceso de selección de personal.
Máximo Jiménez Pérez también fue acusado de presunto maltrato psicológico
La situación se complica aún más con reportes sobre discusiones entre Jiménez Pérez y su madre en el Congreso, donde otros parlamentarios han sido testigos de estos conflictos. Según el medio ya citado, hay rumores de que los malos manejos en la UTL de Jiménez llegaron a los oídos de altos funcionarios de la Presidencia, desde donde ya se le habría advertido a la senadora Pérez que su hijo no debería estar gestionando puestos en el Gobierno.
Otras fuentes consultadas por El Colombiano, informaron que Jiménez Pérez no solo manipula a su madre emocionalmente, sino que también ha sido acusado de maltratar a extrabajadores de la UTL con gritos y groserías. En uno de los audios, se escucha al hijo de la senadora Pérez diciendo: “Deje de estar enviando su currículum y ahora lo reenvía otra vez por mail y todo el mundo tiene acceso a las hojas de vida. (…) pa’ avisarle que la otra gente ve también, aunque yo no le quería dar acceso a la otra gente de la UTL al correo de Catalina, pero todo mundo tiene acceso”.
Influencia política en proyecto clave del Gobierno
Las tentáculos de Máximo Jiménez Pérez también parecen extenderse hacia el proyecto de ollas comunitarias impulsado por el Gobierno de Petro a través de la cuestionada Unidad para la Gestión del Riesgo (Ungrd). Según fuentes consultadas por El Colombiano, la organización sin ánimo de lucro AMARS, fundada por la senadora Pérez, recibió apoyo económico y directrices de Jiménez Jr. para ejecutar un proyecto relacionado con las ollas comunitarias en la región de La Mojana.
La controversia que rodea a Catalina del Socorro Pérez y su hijo podría tener repercusiones significativas en su carrera política y en la confianza del público hacia las instituciones. Las revelaciones sobre el manejo de la UTL y la utilización de conexiones familiares para obtener puestos en el Gobierno plantean serias dudas sobre la integridad de la senadora y su capacidad para representar los intereses de sus electores.
Hasta el momento, ninguno de los implicados se ha pronunciado sobre este escándalo en el que se espera que tanto el Congreso como la opinión pública mantengan una vigilancia estrecha sobre posibles actos de corrupción.