El 4 de agosto de 1892, en Fall River, Massachusetts, ocurrió uno de los crímenes más escalofriantes y misteriosos de la historia estadounidense: el asesinato de Andrew y Abby Borden. El caso Lizzie Borden, aún sin resolver, ha cautivado a generaciones, convirtiéndose en una obsesión para investigadores, historiadores y fanáticos del misterio. Hoy, la casa donde tuvieron lugar los homicidios se ha transformado en un museo y posada, que atrae a curiosos de todo el mundo con experiencias inmersivas, desde recorridos históricos hasta búsquedas de fantasmas.

Andrew Borden, un acaudalado empresario, y su esposa Abby fueron encontrados brutalmente asesinados en su propia casa. Andrew fue atacado con un hacha mientras descansaba en el sofá del salón: recibió al menos 11 golpes en el rostro. Abby fue asesinada en el piso superior con 18 golpes en la cabeza. La principal sospechosa fue Lizzie Borden, hija de Andrew, quien estaba en la casa durante los homicidios. Sin embargo, el caso nunca se resolvió: aunque Lizzie fue juzgada, fue declarada inocente debido a la falta de pruebas concluyentes, recoge el Museo Nacional de Historia de las Mujeres.

El juicio a Lizzie Borden se convirtió en un evento mediático que polarizó a la sociedad norteamericana. La defensa argumentó que Lizzie, como mujer de clase alta y carácter religioso, no podía haber cometido un crimen tan violento. La falta de testigos directos y las inconsistencias en las pruebas contribuyeron a su absolución. A pesar del veredicto, la sociedad quedó dividida: muchos estaban convencidos de su culpabilidad, mientras que otros creían que alguien más debía haber cometido los asesinatos. Hasta el día de hoy, el enigma sobre quién empuñó el hacha permanece irresuelto.

Actualmente, la casa donde ocurrieron los asesinatos es considerada uno de los lugares más embrujados de Estados Unidos (Archivo)

El escalofriante caso de Lizzie Borden

Actualmente, la casa donde ocurrieron los asesinatos es considerada uno de los lugares “más embrujados” de Estados Unidos. Ubicada en Fall River, la propiedad conserva su estilo victoriano tardío y funciona como una posada y un museo, destaca su sitio web. Visitantes de todas partes del mundo llegan a este lugar con la esperanza de conectar con su fascinante historia o de experimentar fenómenos paranormales.

Los recorridos guiados por la casa permiten a los visitantes explorar cada rincón donde sucedieron los macabros asesinatos. Las visitas diurnas se enfocan en los detalles históricos del crimen, mientras que los recorridos nocturnos, más focalizados en lo paranormal, buscan recrear el ambiente siniestro que ha perdurado en la casa por más de un siglo. Los más valientes pueden unirse a cacerías de fantasmas interactivas en el sótano y en el primer piso, donde muchos aseguran haber sentido presencias inexplicables o haber captado sombras y ruidos inquietantes.

La casa de Lizzie Borden, ¿es la más espeluznante de EE.UU.?

La casa no solo ofrece recorridos históricos y paranormales; también organiza eventos temáticos como recreaciones del juicio de Lizzie Borden, sesiones fotográficas en las habitaciones y noches de cuentos de fantasmas, informan. Estas actividades permiten a los asistentes sumergirse en la historia y explorar los misterios que rodean el caso desde diferentes perspectivas.

La casa no solo ofrece recorridos históricos y paranormales; también organiza eventos temáticos (Lizzie Borden)

Para aquellos que no pueden visitar la casa en persona, el museo ofrece experiencias virtuales disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana. Estas visitas en línea permiten explorar cada habitación y conocer la historia del caso desde la comodidad del hogar, lo que hace de la casa de Lizzie Borden un destino accesible para cualquiera que desee vivir una experiencia única.

Las visitas guiadas, de 90 minutos, se realizan diariamente desde las 10 hasta las 15.30, mientras que los recorridos nocturnos comienzan a las 19.30. Por último, las cacerías de fantasmas, que tienen lugar a las 22 horas, son las favoritas de los entusiastas del misterio que buscan una experiencia inmersiva.