SANTIAGO, Chile.- Al presidente más joven de la historia de Chile se le acaba el tiempo y le queda menos de un año para el fin de su mandato. Gabriel Boric enfrentará el último tramo de su gobierno en un contexto muy distinto a cómo inició su periplo por La Moneda y con el crédito de toda una generación que lo acompañó disminuido, pero con un apoyo consistente en torno a su figura.

“Cuando se dice el último año, pareciera como que quedara poco. Es el 25% del gobierno, es mucho”, respondió el mandatario chileno durante esta semana, cuando se le preguntó por la recta final de su administración, un ciclo marcado por un discreto crecimiento económico del 2,5%, el fantasma de la inseguridad pública, una celebrada reforma previsional y promesas incumplidas como la redacción de una nueva Constitución y el destierro de las malas prácticas en el aparataje estatal, tras el escándalo que protagonizó su sector en el caso “Convenios”.

El presidente Gabriel Boric asiste a la inauguración de un encuentro anual de empresarios en Santiago, Chile, el 25 de abril de 2024.

“Estos tres años no han estado exentos de dificultades. Sin embargo, las hemos enfrentado y hemos logrado, con mucha porfía, encontrar los caminos para poder llegar a acuerdos que impliquen soluciones y cambios en políticas públicas que le mejoren la calidad de vida a nuestros habitantes”, se defendió Boric en el último consejo de gabinete, donde también destacó sus avances.

“Y así fue, a pesar del escepticismo, con el Copago Cero (en salud), el Royalty (a la minería), (jornada laboral de) las 40 horas, el sueldo mínimo, la Ley de Garantías de la Infancia, la Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer, el Ministerio de Seguridad y la reforma de pensiones”, añadió.

Con un Congreso fragmentado y una agenda de reformas condicionada por la negociación con la oposición, el último año de Boric asoma como un espacio donde se dedicará a potenciar de su legado y a allanar el terreno para que la izquierda pueda conservar el poder.

Todo esto, además, sin el respaldo de sus compañeros de armas que surgieron desde los movimientos estudiantiles y que lo acompañaron hasta La Moneda: Giorgio Jackson, que cayó luego del caso “Convenios”, donde personeros de su partido, Renovación Democrática, fueron los principales implicados en traspasos irregulares a fundaciones; e Izkia Siches, exministra del Interior que fracasó en su manejo del conflicto mapuche. ¿La excepción? Camila Vallejo, quien fue madre hace un par de semanas.

“En general, en su último año los gobiernos son irrelevantes. La ciudadanía está más preocupada o pendiente de los candidatos presidenciales que del presidente de turno”, dijo a LA NACIÓN el analista político Mauricio Morales

“En el caso de Boric, muy probablemente su administración siga funcionando sólo con piloto automático. Ya sacó adelante la reforma previsional, que fue el gran logro de su gobierno. Lo que queda es seguir empujando la legislación sobre seguridad ciudadana y entregar el país en mejores condiciones económicas. Esas son sus dos únicas metas”, señaló el académico de la Universidad de Talca.

Para José Francisco Lagos, director ejecutivo del Instituto Res Publica, el último ciclo de Boric se ve “complejo por la falta de proyecto político” y “por la dificultad que tienen para que quien gane el próximo gobierno sea una figura del oficialismo”.

“Han tenido algunos éxitos en el último tiempo como la reforma previsional, pero las otras, las reformas estructurales que habían avanzado y promovido, finalmente terminaron estancadas”, comentó Lagos.

“Lo que va a tener que hacer este año es administrar el aspecto económico, que obviamente va a ser muy relevante para las personas al momento de votar, y también el tema de seguridad, que es un tema que naturalmente les ha sido ajeno, pero que han debido subirse a la política en esta materia porque los chilenos lo han demandado”, añadió el analista.

Traspaso

El 16 de noviembre de este año Chile celebrará elecciones presidenciales y legislativas. En caso de que ningún candidato supere el 50% más uno de los votos, habrá una segunda vuelta el 14 de diciembre. La definición de esa votación y de qué sector será el próximo jefe de Estado, según varios analistas, influirá en la manera que se calibrará la performance de Boric en su último año, en el que también asoman como claves las primarias que se realizarán el 28 de junio.

“Al menos los resultados de las encuestas recientes muestran que los principales candidatos favoritos están en la oposición o en el socialismo democrático. De mantenerse este escenario presidencial, se demostraría la dificultad del gobierno de Boric para cumplir con una de las principales promesas del Frente Amplio: renovar la política”, comentó el cientista político Mario Herrera.

“La suma de problemas del gobierno han mantenido a Boric con una aprobación cercana al 30%. Este núcleo duro, si bien se mantiene fiel al presidente, no ha crecido en dos años. En el último año de gobierno, los presidentes suelen subir su aprobación, toda vez que el escenario de conflicto se traslada a la elección presidencial y que se espera la consolidación del legado. Es decir, es el momento en que los presidentes suelen inaugurar obras públicas y mostrar los resultados de sus agendas legislativa”, puntualizó el experto.

“De cara a proyectar el futuro político de Boric, será clave ver si logra conectarse nuevamente con la ciudadanía o si lleva el escenario electoral a La Moneda, sin aumentar su apoyo”, resumió.

El ex candidato presidencial chileno y fundador del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio Kast

De momento, hay algunos nombres que están asomando con fuerza. La oposición de centroderecha ya está cuadrada con la histórica Evelyn Matthei, mientras en la extrema derecha la disputa está entre José Antonio Kast y el libertario Johannes Kaiser. En el oficialismo, en tanto, la incertidumbre es la sensación que domina al bloque, y ante la ausencia de candidatos competitivos, la opción de un tercer gobierno de Michelle Bachelet también ha irrumpido con fuerza, a la espera que explote la opción de la ministra Carolina Tohá.

Con todo, el gobierno del líder del Frente Amplio tendrá que enfrentar desafíos legislativos manteniendo una minoría en el Congreso. Y aunque su administración ha tenido relativo éxito en las reformas en materia laboral, la necesidad de leyes en materia de seguridad y de financiamiento seguirán siendo una preocupación, en medio de un escenario en el que el gobierno podría introducir algunas reformas electorales como el voto obligatorio y la participación de los extranjeros.

“El gobierno sería un actor relevante sólo si eleva significativamente su aprobación presidencial, cuestión poco probable considerando que no se ha movido de 30% de apoyo”, sentenció el analista Mauricio Morales.