El argentino Francisco Cerúndolo cayó por 6-7, 6-4 y 6-2 ante el griego Stefanos Tsitsipas (décimo preclasificado) en los octavos de final del Masters 1000 de París y quedó eliminado del torneo que se disputa sobre cancha rápida. Cerúndolo era el último sobreviviente de la armada argentina en el último de los Masters 1000 de la temporada y no pudo sumarse al selecto grupo que integran Diego Schwartzman, Juan Martín del Potro, David Nalbandian, Juan Mónaco, Gastón Gaudio y Guillermo Cañas, quienes accedieron al menos una vez a los cuartos de final de la cita parisina.
Cerúndolo fue de mayor a menor en el partido: se impuso en el primer parcial aprovechando su amplio dominio en el tie-break, en un set que no tuvo ningún break. Supo sacar rédito de los errores no forzados del griego y sacó adelante el resultado con buenos tiros en las instancias decisivas.
Un buen punto del argentino
¡Passing descomunal de Cerúndolo en #París! 🇦🇷🔝 pic.twitter.com/AsE2JF52Al
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) October 31, 2024
Sin embargo, la ventaja se esfumó en el segundo set. A Tsitsipas le bastó un quiebre para quedarse con el parcial por 6-4. Y en el tercero el tenista argentino se vino abajo: le quebraron dos veces el saque, descalibró su mira y se descontroló. El griego se quedó con el set (y el partido) por 6-2 en dos horas y veinte minutos de juego. Fue el segundo enfrentamiento entre ambos tenistas, ambos con victoria para el griego, que ya se había impuesto hace nueve días en el ATP 500 de Basilea, también en tres sets.
Cerúndolo era el último representante argentino en París, y estuvo a punto de conseguir su primer triunfo contra el griego. Pero Tsitsipas se ha transformado en una especie de némesis para los tenistas albicelestes: Diego Schwartzman fue el último que pudo vencerlo. Y fue hace casi tres años: en enero de 2022 y por la ATP Cup disputada en Sydney. Desde aquel momento, y contando el encuentro de este jueves ante Cerúndolo, el griego ganó sus últimos 12 compromisos ante jugadores argentinos, con el siguiente detalle: derrotó cuatro veces a Diego Schwartzman, tres a Sebastián Báez, dos a Cerúndolo y una a Pedro Cachín, Facundo Díaz Acosta y Tomás Etcheverry.
Lo mejor de la derrota de Cerúndolo ante Tsitsipas
El tie-break del primer set, tras un primer parcial igualado, mostró lo mejor del repertorio del argentino. Porque tuvo la iniciativa en el juego y porque además olió que era su momento: Tsitsipas había sentido una molestia en su rodilla derecha tras golpearse contra su raqueta y esa situación, sumada a un par de errores no forzados lo habían puesto bajo presión. Cerúndolo, entonces, sacó a relucir sus mejores armas (buen desplazamiento en toda la cancha, saques punzantes y un drive que siempre le funciona) para quedarse con el set sin dejar lugar para la duda: fue 7-1 a su favor. Además de ponerse 1-0 en el partido, el argentino sumaba una muy buena estadística: se impuso en seis de los últimos siete tie-breaks que disputó.
Pero fue un espejismo. El griego tenía una presión extra antes del partido y no podía darse el lujo de quedar eliminado en esta instancia. Ocupa el puesto 12 en la carrera al torneo de Maestros de Turín, al que acceden los mejores ocho de la temporada. La única manera en que conseguirá su boleto es si llega a la final del Masters 1000 de París. Será, entonces, su sexta participación en las ATP Finals, la última etapa del calendario. En ese escenario, Tsitsipas desbloqueó un nivel en su juego de cara al segundo set.
El tercer juego del segundo parcial fue una bisagra. Porque Cerúndolo confió en su servicio y terminó cediendo el juego… con una doble falta. Sería la tónica del segundo set: para el séptimo game, el tenista argentino (29 del mundo, vencedor del ATP 250 de Umag en esta temporada) llevaba la misma cantidad de errores no forzados (10) que en todo el primer parcial. Tsitsipas reforzó su mentalidad, no cedió su saque en todo el set y, aún ganando puntos con bronca, igualó las acciones con un 6-4 que coronó con un ace. Sus estadísticas fueron demoledoras: 11/27 saques sin respuesta, 20/27 puntos ganados con el servicio y 37 puntos ganados en total (contra 31 del argentino). El partido se encaminaba, entonces, al tercer set.
En esa última manga se impondría el que estuviera más fresco de piernas y más convencido de la cabeza. Fue Tsitsipas el que, de los dos, mostró una mayor entereza para disputar los puntos decisivos y quedarse con el servicio de su rival para tomar ventaja. Otra vez, el tercer game fue clave para el declive del argentino: le quebraron su saue luego de un drive que se le fue largo y, desde entonces, el camino se le hizo cuesta arriba. El griego se puso 5-1 y Cerúndolo resistió un game con su servicio. Ya con 5-2 en el marcador y su saque, Tsitsipas no falló. Cerró el partido y su clasificación a cuartos de final. Al argentino le queda el sabor amargo de la eliminación y la segunda derrota contra el mismo rival en apenas 9 días. Quizás, en el tercer enfrentamiento con el griego tenga mejor suerte. Y la tercera sea la vencida.