La empresa alemana Fischer inauguró una nueva planta en la Argentina. A partir de este proyecto, que demandó una inversión cercana a los US$10 millones, la compañía especializada en soluciones para la construcción apunta a duplicar su producción con vistas al mercado local y al internacional. Espera exportar el 20% de su producción para 2026.
Ubicada en la localidad de El Talar, en la provincia de Buenos Aires, la planta fue montada sobre un predio de 16.000 metros cuadrados, en el que previamente se ubicaba la fábrica de Bimbo. Allí, Fischer elaborará fijaciones metálicas y de nylon, a la vez que accesorios producirá grampas, tornillos, pitones y cintas perforadas.
En diálogo con LA NACION, Eric Castanier, CEO local y director general de la firma en Sudamérica, aseguró: “El objetivo de esta planta era aumentar la producción, con foco en lo que podemos crecer en el mercado local y en otros países de Sudamérica. Pero este año también tomamos la decisión de avanzar con la relocalización de una operación que llevábamos en Estados Unidos. Ya incorporamos parte de la maquinaria y prevemos recibir más adelante las matrices para iniciar la producción de una línea de productos específica para Norteamérica a partir del segundo cuatrimestre del año que viene”.
“El 2023 fue un año bastante excepcional para la compañía en la Argentina, en el que tuvimos un crecimiento notable. En 2024, como todas las empresas del sector, sobre todo en el sector de la construcción, sufrimos una baja de la facturación y de la actividad. Sin embargo, hoy vemos una apuesta por el reordenamiento macroeconómico, que ayudará a los planes que tenemos de largo plazo para establecer una operación un poco más estable. En los últimos dos meses se nota una leve recuperación, aunque todavía no salimos del pozo”, amplió.
De esta manera, la nueva planta se consolidará como un hub regional. “En el grupo, tenemos plantas locales, que atienden únicamente al país en el que están ubicadas, y plantas de desarrollo global, como la de Vietnam y la nueva de la Argentina, que atenderá y abastecerá a los mercados afines: Canadá, Estados Unidos, México, Sudamérica y Centroamérica. También vamos a incorporar otras líneas de productos específicos para ciertos clientes”, explicó.
A la hora de analizar la toma de decisión, Castanier consideró: “El momento en el que definimos esta obra, no era quizás el habitual para invertir millones de dólares en el país, pero aún sí, desde la casa central, miraron al largo plazo. Esta es una empresa que mide las cosas, no sobre un contexto, sino con una proyección de lo que puede pasar”.
“En los últimos tres años, duplicarnos nuestra facturación en la Argentina y empezamos a consolidarnos en otros mercados en la región. Con el apoyo de nuestra casa central, miramos hacia el futuro con ambición y determinación, proyectando cuadruplicar nuestras operaciones para 2030″, afirmó durante el corte de cintas.
Para el ejecutivo, la recuperación de la economía debería venir acompañada de una recuperación de la actividad, considerando una serie factores que -según explicó- le juegan a favor. Por un lado, se refirió a “la imperiosa necesidad que hay en la Argentina en cuanto a infraestructura, donde los productos de la empresa tienen un montón de aplicaciones”.
Además, detalló: “En los dos sectores de la actividad que hoy están empezando a mover la economía –oil & gas, y minería-, Fisher ofrece un montón de soluciones”.
El grupo Fischer, fundado por Artur Fischer en 1948, está integrado por las divisiones Sistemas de Fijación Fischer, Fischer Automotive, Fischer Consulting, Fischer Electronic Solutions. Está presente en la Argentina desde 1997, tras adquirir Redex, firma que ya fabricaba los productos bajo licencia y los distribuía en el país, y hoy enrola a más de 120 empleados.