“Cualquier reunión familiar termina siendo una gran charla de fútbol. No me preguntes por qué… y al mismo tiempo está a la vista, siempre el tema es el mismo: fútbol”, revela Federico en clave intimista. Sus padres empezaron el noviazgo en Tenerife. Fernando Redondo era el N° 5 del equipo de la isla y Natalia… la hija del técnico, Jorge ‘Indio’ Solari. El fútbol sellaría una alianza para siempre. Federico es el menor de los tres hijos del exquisito volante central que dejó una huella entre finales del siglo pasado y principios del actual. Y es el nieto del ‘Indio’ Solari, sobrino-nieto de Eduardo Solari, sobrino segundo de Santiago Solari… Y esa singular cadena tiene muchos eslabones más. “¿A quiénes llamo para charlar? Con mi padre y con mi hermano, también Fernando, hablo muchísimo… Y después con mis dos abuelos, con Fernando [el padre del Príncipe] y con Jorge [el Indio Solari]”.

–¿Coinciden o hay polémicas?

–No se arman muchas polémicas porque todos somos amantes del buen pie, entonces, es fácil que estemos de acuerdo con los gustos. Son charlas amables, es sencillo coincidir cuando todos interpretamos una misma manera de jugar al fútbol.

Con la prestancia de Fernando, el padre... Pero Federico es derecho y está decidido a escribir su propia historia

Federico nació en Madrid, y todavía no había cumplido dos años cuando su padre se retiró, atormentado por las lesiones en las rodillas. A los 5 años del más pequeño, los Redondo se instalaron en Buenos Aires. “Fede tiene 16, y juega en la Séptima de Argentinos, voy seguido a verlo. Es 8 o doble 5. Dependerá de él, condiciones tiene”, le contaba el Príncipe a LA NACION en 2019, en una de las pocas entrevistas que concedió en estos tiempos. Y tenía razón.

Fernando debutó en la Primera de Argentinos, a cambio de US$8,5 millones hace un año se marchó a Inter Miami y su carrera invita a las mejores proyecciones. En unos días cumplirá 22, y habla como juega: con aplomo. “El peso del apellido… Yo nací con eso, soy Redondo, nací Redondo, entonces nunca lo sentí como un peso. Lo llevo con mucho orgullo. Sé la clase de jugador que fue mi padre y para mí eso es un orgullo, es un orgullo que sea mi padre. Y por más que cada uno tiene su carrera, y la mía la estoy construyendo independientemente de la suya, lo admiro y cada vez que me lo mencionan es una alegría terrible”, detalla en una charla que facilitó el departamento de prensa de la MLS.

–¿Cuándo tomaste noción de quién había sido él en el fútbol?

–… Desde muy chico, cuando yo iba a jugar al baby a Estrella de Maldonado, a Renato Cesarini, y más tarde en Argentinos, se armaban colas de personas para pedirle una foto. Eso provocó que desde muy niño yo tomase dimensión de que él había sido una estrella, un fuera de serie.

–Y cuando lo viste en videos, ¿cuál fue tu análisis?

–… Casi no hay jugadores que, en ese puesto, hicieran todo lo que hacía mi padre. Es decir, él recuperaba, hacía de enlace entre defensa y ataque, eludía rivales para adelante siendo un número 5… Era tres jugadores en uno: estaba en toda la cancha, le daba equilibrio al equipo… era muy completo. Yo creo que mi padre fue el mejor de la historia en esa posición.

La familia Redondo se radicó en el país en 2007, cuando Federico tenía 5 años y poco después comenzó a jugar en Argentinos... como el Príncipe

–Si pudieses elegir alguna de sus virtudes como futbolista, ¿cuál sería?

–Lo que más le admiro a mi padre es la personalidad. Siempre se hizo cargo de los momentos importantes, cuando el equipo necesitaba que alguien agarrase la pelota, él se hacía cargo y no le quemaba, como se dice en el ambiente del fútbol. Tenía mucha personalidad y se sentía seguro con la pelota. En cada partido que lo debía hacer, demostrada qué clase de jugador era.

–¿Qué te provocaba más curiosidad de su carrera? ¿Le preguntabas por Real Madrid, por la selección, el Mundial 94, por Maradona…?

–La verdad es que yo nunca fui de hacerle preguntas puntuales, y él, al no gustarle hablar de sí mismo… tampoco hablamos tanto de sus propias experiencias. Sí hablamos muchísimo del juego: cada vez que termino un partido lo llamo y conversamos de situaciones del partido, de qué cosas se podrían haber hecho mejor, qué otras decisiones se podrían haber tomado… Nos encanta ver fútbol a ambos, vemos cualquier tipo de partido. Mi padre vive mirando fútbol: liga española, argentina, la MLS ahora que estoy yo, la Premier League, la liga italiana… ¿Selecciones? ¡Ni hablar! La liga mexicana también… Ve todo, es una persona que ama el fútbol y lo sigue disfrutando desde afuera.

–¿Es muy exigente con vos?

–Siempre me aconseja de una gran forma, de una buena manera, de una forma muy amena, y yo busco mucho apoyo en él. Soy una persona muy autocrítica, muy exigente conmigo mismo y cada vez que no me siento conforme con mi juego necesito que él me dé su punto de vista porque es un referente del puesto.

–Creciste viendo que a tu papá le pedían autógrafos. ¿Qué te pasa cuando a vos te piden una selfie?

–… No me considero una persona famosa, realmente. Quizás, lo que me pasaba a mí, que veía en la tele a jugadores que me gustaban, ahora les pasa a algunos chicos conmigo… Sí, creo, que siempre hay que ser respetuoso con las relaciones humanas.

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–Los Redondo, los Simeone y los Mac Allister tienen una particularidad: los padres jugaron con Maradona y los hijos con Leo…

–Sí… somos pocos, y creo que es un privilegio… El sueño de mi generación es llegar a jugar con Leo, para mí, el mejor jugador de la historia. Jugar con él es el sueño hecho realidad, y cada minuto que puedo compartir con Leo lo disfruto al máximo.

–¿A qué jugadores seguías en tu infancia?

–Principalmente a Leo, insisto, el mejor jugador de la historia. Pero quitándolo a él, siempre admiré mucho a aquellos que jugaban en mi puesto, tanto Busquets como Fernando Gago, Thiago Alcántara cuando jugó de 5, Luka Modric, Toni Kroos, Casemiro en la época dorada del Real Madrid… A todos ellos admiré mucho desde muy chico e intenté ir aprendiendo al verlos jugar.

–Y ahora jugás con Busquets…

–Tanto Leo [Messi], Busi [Busquets], Jordi [Alba] y Lucho [Suárez] provocan que la admiración que uno les tenía, como un fan del fútbol y amante del buen juego, ahora, desde cerca, crezca más cada día porque tienen una simpleza, una calidad humana y una humildad que los hace más admirables. Y no todo el mundo cuenta con esas cualidades.

Federico con Messi, Busquets, Jordi Alba y Lucho Suárez en la misma formación de Inter Miami;

–Quienes conviven con Messi destacan que él disfruta ser uno más.

–Se nota eso, su simpleza. Él te da el pie para tratarlo como a uno más. Se sienta a tomar mate con nosotros, conversa con nosotros… tiene una calidad humana que es difícil explicársela a la gente porque, dado el tamaño de su figura, pueden imaginarse otra cosa.

–¿Te sorprende su voracidad por ganar a los 37 años?

–Esa es la gran cualidad que hace que sea el mejor jugador de la historia. Porque jugadores talentosos tenés miles, aunque ninguno tan talentoso como él, en mi opinión, pero además de ser tan talentoso, es un jugador que ganó absolutamente todo, y más de una vez, y lo ves en un entrenamiento y juega a morir, quiere ganarlo todo. Cada partido de la temporada quiere ganarlo. Y si no lo gana, lo sufre. Y ahí creo que está una clave: ha ganado todo porque sufre tanto perder.

–¿Es fácil jugar con él o, en algún punto, se siente la responsabilidad de estar a su altura?

–No, es fácil jugar con Leo. Esencialmente porque a vos te hace todo más fácil: si estás en un apuro se las das a él, y él lo resuelve; si tiene gente encima no importa, igual lo resuelve; se la pasás fuerte y él controla bien; se la das picando y él controla bien. Es una rueda de auxilio, por así decirlo: cada vez que estás en problemas, él te ayuda. Te rescata.

–¿Jugará el Mundial 2026?

–No voy a hablar por él… pero al verlo entrenar todos los días, creo que puede jugar hasta los 45 años. Tiene una técnica inigualable y sigue haciendo cosas que nunca le vimos hacer a nadie.

–¿Qué te sorprendió de la MLS?

–Es una liga muy intensa y muy pareja. Eso hace que cualquiera le pueda ganar a cualquiera, como nos pasó a nosotros, que, en mi opinión, siendo ampliamente el mejor equipo durante toda la temporada regular pasada, en forma injusta quedamos afuera en los octavos de final de los playoffs. Pero así fue, el equipo que había terminado noveno [Atlanta United] hizo que en un segundo se nos desplomara toda nuestra ilusión.

–¿Se nota un crecimiento del fútbol en los EE.UU.? ¿Empieza a ser más fútbol que soccer?

–Especialmente a la MLS la está impactando el fenómeno de Leo: él llegó y todos se volvieron locos. Eso va a ayudar a que la gente se siga interesando por el fútbol, que en su rama masculina está creciendo mucho. Pero debe crecer más, hoy por hoy, el fútbol masculino no es ni cerca un foco de interés de la mayoría del pueblo de los Estados Unidos. Pero es una realidad que el Mundial de Clubes de este año, como el Mundial del año próximo, van a provocar que este crecimiento no se detenga. Y así está la Liga, que sigue dando pasos hacia adelante.

–En el club hubo un cambio de entrenador y nuevamente lo tendrás a Mascherano como DT.

–Sí. Lo conozco bien… le tengo mucho cariño. Compartimos procesos muy lindos, inolvidables, tanto en la selección Sub 20 como en la Sub 23. Es un cuerpo técnico que trabaja muy bien, con una idea de protagonismo en todos los partidos y en todas la canchas, para tomar el mando de los partidos. Es lo que ya veníamos haciendo el año pasado con el Tata Martino. Quizás, Javier nos pueda dar ese plus que nos viene faltando.

–Beckham se retiró en 2013, cuando vos ya tenías 10 años. ¿Tenés algún recuerdo futbolístico del actual patrón de Inter Mami?

–De chico no tengo recuerdos de haberlo visto; sí de más grande, porque vi un montón de videos … David tenía mucha técnica, era un jugador de un gran pie. Entiendo qué, por eso mismo, muy vistoso para el espectador.

–¿Cómo es en el trato que propone, más allá de la celebridad?

–Cuando está en el club es uno más, muy simple, muy humilde. Te da mucho lugar para que te acerques, te invita enseguida a charlar.

–¿Se suma a algún picado?

–No mucho, no se mete mucho, pero de vez en cuando se suma y cuando le pega a la pelota te das cuenta de que la técnica sigue intacta.

Voz de mando y panorama, dos atributos de Federico que disfrutó Argentinos Juniors, el club que lo formó

–¿Seguís el fútbol argentino?

–Sí, sí… desde el momento que me fui, siempre seguí el fútbol argentino. Tengo muchísimos amigos y excompañeros que están jugando allá, tanto en las selecciones juveniles como en Argentinos, y por eso sigo ligando a ese fútbol que tanto me gusta.

–Con el corazón en Independiente…

–Claro, claro, y en Argentinos. Repartido, 50 y 50. Argentinos me formó como jugador y, también, en muchos aspectos, como persona. Después está el fanatismo del hincha, porque desde chiquito soy de Independiente y ese amor sigue estando.

–Tu padre es hincha de Independiente. ¿Por él nace tu amor por el Rojo?

–Sí, aunque es un legado de familia en realidad. Viene del abuelo [Jorge Solari], de mi padre, de mi hermano Fernando y así llegó hasta mí.

–Fernando no pudo jugar en Independiente, ¿vos intentarás saldar esa deuda?

–La verdad es que es un club al que le tengo muchísimo cariño, lo sigo cada vez que juega… El sueño está y va a estar siempre, esperemos que en algún momento se dé.

”Me quedó pendiente haber jugado más con mi país”, asumió tu padre en una entrevista en LA NACION, en 2019.

–Yo hoy tengo la cabeza puesta en Inter Miami, tenemos un 2025 lleno de competiciones muy importantes y para seguir creciendo en mi carrera tengo que hacer un gran año con este equipo. Sólo después, ojalá el sueño de la selección también lo logre.

Con la camiseta de la selección nacional, acompañado por el Diablito Echeverri; Federico jugó en todas las categorías juveniles de la AFA

–¿Sos fútbol 24/7? ¿Cuál es tu actividad de escape?

–Soy una persona que disfruta mucho del fútbol: si no lo estoy jugando, lo estoy viendo; si no lo estoy viendo, estoy hablando de fútbol con amigos. Es parte de mi vida y disfruto que sea así. Lo consumo a todas horas y me gusta que sea así.

–Como espectador, frente al TV, ¿qué equipos buscás ver?

–Sacando el fanatismo, entonces dejando de lado tanto a Argentinos como a Independiente, me gusta ver al Real Madrid, ver al Manchester City, me gusta ver al Brighton, al Arsenal, me gusta ver al Como ahora que están jugando amigos míos allí. Veo mucho fútbol y sigo a equipos que tienen una propuesta protagónica.

–Pasa el tiempo de Messi, de Cristiano Ronaldo… ¿Los nombres naturales para el Balón de Oro son Vinicius, Rodri, Haaland, Mbappé, Bellingham…? ¿U otros?

–… Cualquiera de esos premios se entregarán por objetivos alcanzados, porque si el premio fuese al mejor del mundo, estando Leo en actividad, el mejor jugador del mundo va a seguir siendo él.