Juegan, corren, meten, disfrutan. Defienden como leones y se divierten como chicos. Son, para muchos, los grandes candidatos a quedarse con el título. Y la selección que mejor fútbol desplegó a lo largo de la competencia. La sub 20 de Diego Placente ya se aseguró el pasaje para el Mundial de Chile y este jueves, desde las 22, dirimirá gran parte del título de campeón del Sudamericano de Venezuela en un trepidante mano a mano con Brasil, con quien comparte el liderazgo en la tabla. Si bien Argentina tuvo desempeños mejores y peores, y precisó de un gol in extremis a Colombia para obtener el boleto para la Copa del Mundo, los números ubican al seleccionado como el favorito en la “final” con el Scratch.
La selección fue segunda en el grupo B de la fase inicial y, al igual que el conjunto brasileño, suma 9 puntos en las tres fechas transcurridas del hexagonal final. Luego del clásico quedará una jornada, pero ningún equipo podrá alcanzar a por lo menos uno de ellos en la cima y el primer criterio de desempate en caso de igualdad de puntos será el resultado del enfrentamiento entre ambos en la rueda decisiva (luego tallarán la diferencia de goles y los tantos en favor), por lo que solo un eventual empate estiraría la definición hasta la última fecha del certamen, en la que chocarán Argentina con Paraguay y Brasil con Chile.
Las estadísticas no siempre reflejan con exactitud y claridad meridional las cosas que suceden en la cancha, pero proporcionan una visión más completa acerca del rendimiento de los equipos. Argentina es, por caso, la selección más goleadora del torneo y tiene la valla menos vencida y el porcentaje más alto de posesión de la pelota. Patrones de un seleccionado que, aun con altibajos, mantuvo una estructura y una línea de juego durante el desarrollo del campeonato.
Claudio Echeverri, con 5 conquistas, es el máximo artillero nacional y ocupa el segundo escalón en la tabla de goleadores del certamen, un tanto por debajo del colombiano Neyser Villarreal. Ian Subiabre, héroe de la clasificación lograda frente al conjunto caribeño, lo sigue con 3 tantos, mientras que Agustín Ruberto, que se perderá el desenlace del Sudamericano producto de una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda, aportó otros dos. El promedio de goles de Argentina es 49,6% mayor que el de la verde-amarela de Ramon Menezes: 2,14 contra 1,43.
Por determinación de Placente, quendecidió darles minutos a la mayoría de los jugadores (el único que no ingresó es Agustín Chaves, guardameta de Unión, de Santa Fe), en el arco se alternaron Santino Barbi, de Talleres, y Jeremías Martinet, de River. Y entre los dos recibieron cinco goles en siete juegos, de los cuales tres ocurrieron en el 4-3 sobre Uruguay. A su vez, Argentina es el equipo que más veces mantuvo su valla en cero, ya que la vio vulnerada en los partidos con la Celeste, Chile (2-1) y Colombia (1-1), es decir, en tres sobre siete encuentros. Solamente Brasil ganó tantos partidos como su vecino principal (cinco en total), pero la selección albiceleste es la única invicta en tierra venezolana.
En cuanto a la tenencia, un factor fundamental en la propuesta del equipo, la Argentina poseyó la pelota durante 63% del tiempo, seguida por Venezuela con 55%, Chile con 53% y Uruguay con 50%. Brasil aparece recién en el penúltimo lugar, con 45%, muestra cabal de la verticalidad que profesa su DT.
Lo mejor del 1-0 a Colombia
Argentina, en cambio, construyó su identidad y su modelo de juego con base en una filosofía mucho más arraigada en el fútbol criollo: toque de pelota, circulación, gambeta y mucho cambio de ritmo en los metros finales de la cancha. Con esa fórmula venció a Colombia (genialidad de Subiabre para limpiar a dos rivales y clavar la pelota contra un ángulo) y se convirtió además en la selección que a más adversarios venció entre la etapa de grupos y la rueda final. Fueron cinco: Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay y Colombia. Contra los propios caribeños hubo un 1-1 en la rueda inaugural del campeonato, y el otro empate se dio con Ecuador, sin goles, pese a que la formación albicelste contó con un penal sobre el cierre.
“Estoy contento con la clasificación porque el Sudamericano siempre es muy difícil. Después del primer objetivo, que era clasificarse para la segunda fase, y del segundo, que era clasificarse para el Mundial, ahora sí tenemos la posibilidad de definir el título con Brasil. Ellos también están clasificados, así que serán 90 minutos para ver cuál de los dos es el mejor”, analizó Placente, que asumió en noviembre de 2024 tras el alejamiento de Javier Mascherano y está a un paso de cortar una serie de diez años sin conquistas para el seleccionado nacional.
La última coronación fue en el Sudamericano de 2015, con Ángel Correa como figura y Humberto Grondona como entrenador. “Es un clásico y ganarlo va a ser complicado. A Brasil le sirvió el 6-0 en el debut. A veces, cuando se viene de una derrota abultada, uno se hunde o se levanta. Brasil se levantó y es justo que esté en la final”, opinó Placente.
El antecedente del 6-0 a Brasil en el estreno
Placente apostó por la base de jugadores que formaron parte de su proceso en la sub 17 y que conforman la selección mejor cotizada entre las diez participantes, con un plantel valuado en casi 250 millones de dólares. La difra la ubica un paso delante de Brasil, que vale aproximado 180 millones. Echeverri, flamante refuerzo de Manchester City, es el futbolista más caro del campeonato: el club inglés abonó una suma inicial de 15 millones de euros, mientras que otros nueve millones ingresarán a las arcas de River una vez que se cumplan ciertos objetivos.
Argentina ostenta números de campeón, pero los clásicos –se sabe– no entienden de favoritismos. El jueves será momento de volver a mostrar en la cancha.