Un poco tímido, de a ratos incómodo: no debe ser fácil ser un niño y convivir en un mundo de adultos. Absorber todas las miradas. Tiene 11 años y el talento de toda la vida para el ajedrez. Al final, se distiende, saca una sonrisa, frente al tablero se transforma en plenitud. Y hasta se anima a jugar unas partidas de fantasía con Jorge Macri, el jefe de Gobierno de la Ciudad, en la presentación de un certamen que puede transformar su vida para siempre.
El Campeonato Argentino de este año (exactamente, el 99° Campeonato Argentino Superior Absoluto de Ajedrez), cuenta con el atractivo de la participación de Faustino Oro, el famoso niño prodigio. Será una prueba importante para él, porque por vez primera se medirá en un torneo de categoría con los mejores exponentes del país. Se disputará en diferentes sedes de Capital Federal, a partir de este martes. Son doce jugadores que se medirán todos contra todos.
La lista de participantes, según su ranking ELO es la siguiente: Sandro Mareco 2580, Diego Flores 2552, Fernando Peralta 2546, Federico Pérez Ponsa 2536, Leandro Krysa 2496, Pablo Acosta 2454, Diego Valerga 2445, Faustino Oro 2433, Lucas Coro 2401, Germán Spata 2399, Ariel Tokman 2390 y Gastón Asprelli 2245.
En ese orden debería quedar la tabla final de posiciones si cada jugador respondiera exactamente a su expectativa, pero eso nunca ocurre, siempre hay algunos que suben y otros que bajan. Los cuatro primeros forman el póker de favoritos, según el ojo clínico de Pablo Ricardi, el especialista en el universo de los trebejos de La Nación.
El niño participa invitado por una buena iniciativa de la Federación Argentina. Su situación es singular: sus partidas generan un atractivo mayor que las de ningún otro. Es un niño compitiendo contra adultos, con las peculiares características psicológicas que esto conlleva. Su personalidad deportiva no parece sufrir la presión que uno imagina que debería sentirse en su lugar. En la presentación y el sorteo del programa, se lo notó tímido, pero siempre con una amplia sonrisa. Remera, camisa, anteojos y un tablero, lo que más le agrada en la vida. Su bautismo será con blancas frente a Leandro Krysa.
El chico quiere jugar y ganar, y puede ocurrir que el impacto de sus jugadas desmorone la integridad anímica de sus rivales. Es una incógnita por develar cómo será su nivel comparado con los demás. Su caudal de talento es tan amplio, que incluso podría estar luchando por ganar el torneo. Si logra una norma de gran maestro será un gran golpe.
Invitado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la estrella convertida en el maestro internacional más joven de la historia de este deporte, siempre está acompañado por sus padres, Romina y Alejandro Oro.
Aprendió a jugar al ajedrez en los oscuros tiempos de la pandemia. Y lo hace como un profesional. Luego de esta experiencia, será parte de los Mundiales de Rápidas y Blitz en Nueva York (entre el 26 y el 31 de diciembre) y los Challengers del Tata Steel en Wijk aan Zee, a partir del 17 de enero de 2025.
Será el ajedrecista argentino más joven en disputar esta clase de torneos. El anterior registro estaba en manos del maestro internacional Joaquín Fiorito, que en 2022, a los 15 años y 5 meses, había superado la marca que, desde 2009, tenía Federico Pérez Ponsa, con 15 y 7 meses.
Conocido como el “Messi del ajedrez” o “Chessi” como lo denominó nada menos que Garry Kasparov en su cuenta de X, es todo un suceso en el escenario de la 99° Final del Campeonato Argentino Superior, este prestigioso torneo que reúne a los mejores exponentes del ajedrez nacional. En homenaje al destacado escritor e intelectual argentino Ezequiel Martínez Estrada, cuenta con la participación de figuras consagradas y jóvenes promesas que representan a distintas regiones del país.
El certamen se juega desde este martes hasta el 6 de diciembre en tres sedes. Siete de las 11 jornadas se disputarán en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad (Parque de los Patricios); otras dos, en el Club Argentino de Ajedrez (Recoleta), y las restantes en el Círculo de Ajedrez Torre Blanca (Almagro).
Bajo el sistema round-robin a 11 rondas, cada partida será clave en la lucha por el título de campeón argentino. Cada jugador se enfrentará a todos los demás, al menos una vez. El ganador será el que tenga la mejor puntuación global al final de la competición. Y Faustino Oro, qué duda cabe, estará en el centro de todas las miradas.