HOUSTON.– El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos implicó también un giro en la política energética, que quedó reflejado en el característico eslogan del partido republicano, Drill, Baby, Drill, que el mandatario mencionó en su discurso de asunción, el 20 de enero pasado, para incentivar la perforación de gas y petróleo. Menos de dos meses después, el secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, lo volvió a dejar claro en la conferencia de energía más importante del mundo, que congrega en esta ciudad a los ejecutivos petroleros de las principales empresas.
“La administración anterior se centró de manera miope en el cambio climático, considerando a las personas simplemente como daños colaterales. Mi predecesor estuvo en este escenario hace un año diciendo que las exportaciones de gas natural licuado (GNL) pronto estarían en el espejo retrovisor. Piénselo por un momento. El gas natural hoy en día suministra el 25% de la energía primaria global y ha sido la fuente de energía de más rápido crecimiento en los últimos 15 años. La energía eólica y solar, favoritas de la última administración y de gran parte del mundo, suministran aproximadamente el 3% de la energía primaria global”, dijo el funcionario, quien abrió la CERAWeek by S&P Global.
Wright criticó las energías renovables por ser más costosas e inestables, ya que generan electricidad cuando se dan las condiciones climáticas, y evitó mencionar que producen mucho menos emisiones de carbono.
En cambio, el secretario de Energía defendió la producción de gas y destacó cómo este recurso cambió la economía de Estados Unidos. Esto se debe gracias a la cuenca del Permian, similar a la de Vaca Muerta, donde la tecnología del fracking le permitió ser uno de los mayores exportadores de GNL, superando incluso a Qatar y a Rusia.
“Más allá de los obvios problemas de escala y costo, simplemente no hay forma física de que la energía eólica, solar y las baterías puedan reemplazar los innumerables usos del gas natural”, dijo Wright en un giro de 180 grados en la política energética de EE.UU.
El gobierno de Joe Biden había destinado más de US$300 millones en subsidios para reducir la contaminación climática y acelerar la transición a la energía limpia.
“Me han llamado negacionista o escéptico del clima. Esto es simplemente incorrecto. Soy un realista climático. La administración Trump tratará el cambio climático como lo que es: un fenómeno físico global que es un efecto secundario de la construcción del mundo moderno”, dijo Wright, y criticó las políticas del gobierno anterior.
“La administración Trump pondrá fin a las políticas irracionales y casi religiosas de la administración Biden sobre el cambio climático que impusieron sacrificios interminables a nuestros ciudadanos”, anunció.
“La administración Trump tiene la intención de ser mucho más científica y basarse en las matemáticas. Las políticas climáticas de la administración anterior han empobrecido a nuestros ciudadanos, han sido destructivas para nuestros negocios y han polarizado políticamente. La cura fue mucho más destructiva que la enfermedad. No hay ganadores en ese mundo, excepto para los políticos y los grupos de interés en rápido crecimiento. El único grupo de interés que nos preocupa es el pueblo estadounidense”, comentó el secretario de Energía.
“Me han llamado negacionista o escéptico del clima. Esto es simplemente incorrecto. Soy un realista climático. La administración Trump tratará el cambio climático como lo que es: un fenómeno físico global que es un efecto secundario de la construcción del mundo moderno”, dijo Wright, y criticó las políticas del gobierno anterior.
“La administración Trump pondrá fin a las políticas irracionales y casi religiosas de la administración Biden sobre el cambio climático que impusieron sacrificios interminables a nuestros ciudadanos”, anunció.
“La administración Trump tiene la intención de ser mucho más científica y basarse en las matemáticas. Las políticas climáticas de la administración anterior han empobrecido a nuestros ciudadanos, han sido destructivas para nuestros negocios y han polarizado políticamente. La cura fue mucho más destructiva que la enfermedad. No hay ganadores en ese mundo, excepto para los políticos y los grupos de interés en rápido crecimiento. El único grupo de interés que nos preocupa es el pueblo estadounidense”, comentó el secretario de Energía.
En ese sentido, explicó que una de las primeras medidas que impulsó Trump fue poner fin a la pausa en los permisos de exportación de GNL que había establecido Biden. “Es difícil de creer que hubo oposición a estas políticas que claramente benefician a los estadounidenses, a nuestros aliados y a nuestro medio ambiente”, dijo. El funcionario explicó que Estados Unidos pasó de ser el mayor importador neto de gas del mundo hace 17 años a ser el mayor exportador y reducir el costo de este recurso a la mitad.
“Es una historia tremenda de innovación, tecnología y despliegue de capital estadounidense. Es una ventaja económica tremenda para EE. UU. seguir aumentando nuestra producción de gas y un gran servicio a nuestros aliados en todo el mundo que a menudo dependen de naciones poco confiables u hostiles para este combustible crítico”, concluyó.