La doctora Karen Alarcón, gastroenteróloga Endoscopista, que tiene su clínica en Quito, Ecuador, ha explicado en sus redes sociales por qué debemos congelar el pan para mejorar el estado de la microbiota. “Hacer este pequeño cambio vuelve el pan 10 veces más saludable”, asegura, aunque subraya la importancia de que sea un pan de calidad como el de “
“Si tú congelas el pan y luego sacas una rebanada para calentarla, ya sea en el sartén o en el tostador, gran parte del carbohidrato del pan va a convertirse en fibra prebiótica que no solo beneficia a tu microbiota, sino que también va a regular tu glucosa en sangre”, explica la experta que aña de que “el almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que seguramente tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases”.
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Qué es el almidón resistente
El almidón resistente es un tipo de fibra dietética fermentable que no puede ser digerida por las amilasas del intestino delgado y pasa al colon, donde se somete a la fermentación por parte de la microbiota intestinal, es decir, se fermenta en el intestino grueso, donde alimenta a las bacterias que favorecen diversos aspectos de la salud. Este tipo de fibra, además de en el pan descongelado, está presente en alimentos como los plátanos verdes, la avena, algunos frutos secos y semillas, las judías y las legumbres.
No solo es bueno para la microbiota, también es un gran aliado en la pérdida de peso. El estudio La ingesta resistente de almidón facilita la pérdida de peso en los seres humanos al remodelar la microbiota intestinal publicado en febrero de 2024 en Nature Metabolism concluye que consumir almidón resistente a partir de suplementación durante ocho semanas facilita la pérdida de peso en adultos con sobrepeso al remodelar el microbioma intestinal porque se altera el perfil de ácidos biliares, reduce la inflamación al restaurar la barrera intestinal e inhibe la absorción de lípidos.
Cómo congelar y descongelar el pan
Conservar el pan en óptimas condiciones puede ser un desafío, especialmente cuando se busca prolongar su frescura mediante la congelación, y el pan fresco es el único que puede someterse a este proceso sin comprometer su calidad. Congelar pan que ya tiene varios días puede resultar en un producto quebradizo y poco apto para el consumo tras descongelarlo.
Una de las mejores formas para congelar pan es cortarlo previamente en rebanadas. Este método permite descongelar únicamente la cantidad necesaria para una comida o un día, evitando desperdicios. Sin embargo, si se trata de un hogar con varias personas y se tiene la certeza de que se consumirá una barra completa, también es posible congelarla entera. Para ello, se recomienda utilizar bolsas de plástico o envolver las rebanadas en papel de aluminio, lo que ayuda a aislar el pan de otros alimentos en el congelador.
Aunque el pan puede conservarse congelado hasta tres meses, lo ideal es consumirlo dentro de las primeras cuatro semanas. Esto sirve para asegurar que mantiene su sabor y textura originales y para ello también es clave descongelarlo de forma adecuada. Para descongelar pan en el horno, se puede con un trapo y dejarlo a temperatura ambiente antes de colocarlo sobre la rejilla del horno. Es importante añadir agua en la bandeja inferior para generar humedad, seleccionar una temperatura media y activar la función de aire caliente. En aproximadamente cinco minutos, el pan estará listo para consumir. El microondas también puede ser una herramienta útil para descongelar pan, aunque requiere un poco más de cuidado. Aunqie, si el pan fue congelado en rebanadas, el tostador es una opción práctica y rápida.