Alexander Barrientos, un ingeniero colombiano, dejó su país en busca de mejores oportunidades económicas en Estados Unidos. Después de pasar meses en México y al ver frustrada su solicitud de ingreso legal por la suspensión de las citas de la app CBP One, decidió cruzar la frontera de manera irregular con un “coyote”. Sin embargo, fue arrestado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y terminó en un centro de detención, donde vivió casi dos semanas de incertidumbre y tensión. “Nunca te dicen qué van a hacer, ni a dónde te llevan”, aseguró.
Cruzar la frontera con un coyote, la “única alternativa” tras el cierre de CBP One
Alexander contó que llegó a México en noviembre de 2024, con la intención de entrar a Estados Unidos mediante la aplicación CBP One. Sin embargo, la posibilidad de solicitar asilo por esta vía se cerró tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. “Después de la toma de poder de Trump, la app no funcionó más, por lo que la única alternativa que quedaba era tratar de ingresar de manera ilegal”, explicó en una entrevista con la periodista Patricia Janiot en su canal de YouTube.
Ante este escenario, contactó a un coyote para que lo ayude a cruzar a Nuevo México, a través de un paso ilegal. El costo del proceso ascendía a 10.000 dólares, una suma que se pagaba solo si el ingreso a EE.UU. era exitoso.
En su caso, según explicó, el pago nunca se completó: ni bien ingresó a territorio estadounidense, fue detenido por agentes de migración.
Operativo sorpresa en la frontera: el envío a un centro de detención de migrantes
Alexander contó que mientras esperaba el auto que lo llevaría al interior de Estados Unidos, fue detenido por agentes migratorios “Yo estaba en el punto donde se hace el famoso ‘levantón’, estaba esperando que pase un vehículo a recogerme y ya en ese lugar estaba migración esperando. Llegaron primero ellos que las personas que nos iban a recoger”, relató.
Tras detenerlo y revisar que no tuviera armas, los agentes del ICE siguieron el procedimiento habitual. “Te hacen quitar los cordones de los zapatos y te trasladan a un centro de detención, donde te toman las huellas, te encierran y te dicen que estás en proceso de deportación”, comentó.
La experiencia del migrante cubano en el centro de detención
El ingeniero colombiano estuvo bajo custodia del ICE durante 12 días. Durante ese tiempo, experimentó el desconcierto de no recibir información clara sobre su destino. “Jamás te dicen qué van a hacer, nunca te dicen a dónde te llevan, ni qué van a hacer. Es un modo de controlarte psicológicamente”, afirmó.
Según explicó, él estuvo en un centro de detención de ICE que funciona como espacio de tránsito, donde los migrantes pueden permanecer un máximo de 21 días. Pasado ese período, deben ser trasladados a otras instalaciones.
Alexander no llegó a ser trasladado, dado que antes de que se cumplan las tres semanas fue deportado a Colombia. Sobre el comportamiento de los agentes del ICE con los migrantes, aseguró que fue “digno” y que no hubo situaciones de malos tratos. Sin embargo, cuestionó el modo en que se realizan los traslados de los detenidos para ser expulsados de EE.UU.
“Del trato no hay quejas. El problema es cuando van a hacer un traslado. Ahí nos amarran de pies y manos y de la cintura, como si fueran unos delincuentes”, se quejó.
Precisamente, ese fue el punto del conflicto diplomático que, apenas asumió Trump, estalló entre los gobiernos de Colombia y EE.UU.. En un primer momento, el presidente colombiano, Gustavo Petro, se negó a recibir a ciudadanos deportados y denunció las condiciones en las que eran trasladados.
Tras intensas negociaciones, Trump anunció que no impondría aranceles extra a los productos colombianos, una medida que había dispuesto como represalia a la negativa de Bogotá a recibir a migrantes deportados, y llegó a un acuerdo con el gobierno de Petro.