El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México. Cada 1° y 2 de noviembre, las familias recuerdan a sus seres queridos fallecidos al colocar altares en sus hogares. Estas ofrendas están llenas de significados y simbolismos que trascienden generaciones, por lo que su correcta ubicación en casa es fundamental para mantener el respeto y el valor espiritual que esta tradición representa.

Cuál es el origen del Día de Muertos

Esta celebración tiene profundas raíces en la cultura prehispánica de México. Los antiguos pueblos como los mexicas, zapotecas y mayas rendían culto a sus fallecidos a través de rituales que coincidían con el final de la temporada de cosecha, entre septiembre y noviembre. Con la llegada de los españoles, esta costumbre se fusionó con las tradiciones católicas, dando lugar a lo que hoy se conoce como el Día de Muertos.

Las calaveras de azúcar es una parte simbólica en la decoración de los altares durante el Día de Muertos

¿Por qué se coloca un altar de Día de Muertos?

El altar de Día de Muertos es un espacio donde se cree que las almas regresan temporalmente para convivir con sus familiares y disfrutar de las ofrendas que se les preparan. Estas suelen incluir alimentos, bebidas, fotos y objetos personales de los difuntos, y representan una forma de honrar y mantener vivo su recuerdo. Aunque las fechas centrales son el 1° y 2 de noviembre, desde el 28 de octubre comienzan a montarse estos altares en muchos hogares, siguiendo un calendario específico que recuerda a diferentes tipos de fallecidos.

¿Dónde se debe colocar el altar del Día de Muertos en casa?

Según explica la Secretaría de Cultura de México, siguiendo la tradición, este debe colocarse en un lugar visible y accesible, ya que se cree que las almas de los difuntos regresan desde el más allá y necesitan ser guiadas hacia el altar. Para facilitar este “viaje”, es común colocarlo frente a la ventana o puerta de entrada de la habitación, lo que simboliza una “puerta” entre los dos mundos.

Por lo general, los altares se colocan frente a la puerta de una habitación como un simbolismo entre el mundo de los muertos y el de los vivos

Además, la luz natural que entra por las ventanas durante el día puede complementar las velas que se encienden por la noche, lo que crea un ambiente acogedor y espiritual. Es importante que el lugar donde se coloque esté alejado de corrientes de aire para evitar que las velas se apaguen o que el incienso se disipe demasiado rápido. Así se protege la ofrenda y se garantiza su duración durante los días de la celebración.

Es recomendable que se coloque sobre una superficie elevada, como una mesa o una repisa, lo que facilita la organización de los elementos y asegura que las ofrendas sean visibles. De esta manera, también se protege el altar de movimientos bruscos o accidentes que puedan ocurrir en áreas transitadas de la casa.

Cómo es y qué lleva el altar del Día de Muertos

Tradicionalmente, los altares se construyen en niveles. De acuerdo con el gobierno del Estado de México, el número puede variar según la región y las costumbres familiares, pero los más comunes son de dos o tres niveles. Los de dos representan la división entre el cielo y la tierra, mientras que los de tres incluyen el inframundo, lo que le añade una dimensión espiritual más profunda.

Los altares del Día de Muertos suelen tener entre dos a tres niveles, o incluso más

El altar de Día de Muertos es rico en simbolismo y tradición, y cada uno de sus elementos tiene un significado especial:

  • Fotografías de los fallecidos: estas imágenes representan a los seres queridos que han fallecido y se colocan en lugares destacados del altar, como en el nivel más alto, como forma de mantener viva su memoria.
  • Velas: representan la luz que guía a las almas en su regreso al mundo de los vivos. Se colocan tantas velas como, almas se quieran recordar y suelen encenderse por la noche.
  • Flores de cempasúchil: con su color amarillo brillante y su fragancia, estas ayudan a guiar a las almas hacia el altar. Los pétalos se utilizan para crear caminos desde la entrada de la casa hasta el altar.
  • Incienso o copal: este humo purificador simboliza la transformación espiritual y limpia el ambiente para recibir a las almas.
  • Alimentos y bebidas: se colocan los alimentos y bebidas favoritos de los difuntos, como una manera de nutrir su esencia en su visita. El pan de muerto es uno de los elementos más tradicionales, que representa la conexión entre la vida y la muerte.
  • Sal y agua: el agua calma la sed de las almas después de su largo viaje, mientras que la sal sirve como purificación.
  • Calaveritas de azúcar: simbolizan la muerte, pero de una manera festiva y dulce.