El Ministerio de Exteriores de Lituania ha declarado persona non grata a tres diplomáticos de la misión china en el país, por violar la Convención de Viena, en el contexto de las tensiones provocadas por el corte de dos cables submarinos de telecomunicaciones en el mar Báltico. Este incidente, que está siendo investigado por las autoridades lituanas, se está tratando como un posible acto de sabotaje que tiene a un buque chino como principal sospechoso.
“Tal decisión se ha tomado teniendo en cuenta la información proporcionada por las autoridades responsables y la incompatibilidad del estatus y las actividades de los empleados no acreditados con las disposiciones reflejadas en la Convención de Viena, principios del Derecho Internacional y la ley lituana”, señalaron en un comunicado.
Además, el Ministerio ordenó que los tres diplomáticos abandonen el país “a más tardar en el plazo de una semana”, destacando que, a pesar de esta medida, Lituania “siempre ha estado y sigue abierta al diálogo constructivo para resolver las cuestiones bilaterales de mutuo acuerdo”.
Aunque las autoridades lituanas no han ofrecido más detalles sobre la expulsión de los tres diplomáticos chinos, la decisión está vinculada al incidente ocurrido en el mar Báltico, en el que se sospecha que una embarcación china podría haber estado involucrada.
Varios países del Báltico han expresado su preocupación por un posible sabotaje; algunos señalan que fue orquestado por Rusia. Finlandia y Suecia han iniciado investigaciones sobre el incidente. Según informaciones de diversos medios de comunicación, se sospecha que el buque chino ‘Yi Peng 3′ habría causado los daños de forma intencionada, al lanzar su ancla en una maniobra que podría haber afectado los cables en el fondo marino.
Por su parte, el primer ministro de Lituania, Gintautas Paluckas, expresó el pasado viernes su apoyo a la reactivación de las relaciones diplomáticas con China. Esta declaración se produce después de que, hace tres años, Taiwán abriera una oficina de representación en Vilna, lo que provocó una fuerte respuesta por parte de Beijing, que decidió cortar los vínculos comerciales con Lituania en represalia.
El movimiento de Lituania en 2021, llevó a China a retirar a su embajador y a tomar represalias económicas, afectando seriamente las relaciones comerciales. Esta respuesta china provocó que la Unión Europea llevara la disputa ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que subraya el complejo equilibrio que Bruselas mantiene con Pekín en medio de las tensiones geopolíticas.
En respuesta a la apertura de la oficina de representación de Taiwán en Vilna, China solicitó al Gobierno de Lituania que revertiera sus decisiones para fortalecer la relación con Taiwán, un territorio con un gobierno independiente desde 1949, pero que Pekín aún considera una provincia bajo su soberanía.
(Con información de Europa Press)