CÓRDOBA.- El emprendimiento arrancó en 2000 en Córdoba con el foco en ofrecer a los turistas un paseo, además de productos. Hoy exporta su leche en polvo caprina y el dulce de leche de cabra a Uruguay, Brasil y Asia. Tienen el título de haber sido los primeros en América Latina de hacer la leche en polvo caprina. En los últimos seis años sumaron una segunda cuenca lechera en Catamarca y, además, salieron al mundo, a donde destinan alrededor del 20% del millón de litros que procesan al año.

Juan Gregorio Ruiz, hijo de José el impulsor de la primera cuenca lechera en el 2000 y gerente general de “La Primera”, repasa que entre 2005 y 2010 tenían un tambo propio de leche de cabra en la zona de Cruz del Eje y elaboraban algunos productos regionales. La familia decidió cerrarlo y vendieron y regalaron las cabras a algunos productores de la zona para que mejoraran sus majadas. “Con el vínculo que se generó pensamos en trabajar en forma de cuenca”, indica a LA NACION.

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Con ese sistema trabajan hoy con alrededor de 400 productores, casi por mitades divididos entre la original del noroeste cordobés y la que incorporaron en La Guardia (Catamarca). En total hay unos 20.000 animales. Si bien el mercado interno acompañó, también está muy expuesto a los vaivenes económicos. Por eso tuvo caídas en la demanda en el 2023 y este año.

La leche en polvo entera de cabra

Juan Ruiz estudió Comercio Exterior e hizo su tesis sobre la leche de cabra y sus posibilidades de expansión internacional: “El del Asia es el mercado más grande del mundo. Buscando subsanar las bajas de la demanda local en 2022 participamos en una misión comercial a Chile, después fuimos a la SIAL de París, a la Anuba en Alemania. Empezamos, de a poco, a involucrarnos en ese mundo”.

La leche de cabra es demandada por quienes sufren alergias como a la proteína de la leche de vaca (APLV) e intolerancia a la lactosa. Es que contiene beta-caseína A2, que genera menos reacciones alérgicas. Ese fue el primer segmento del mercado al que apuntaron en la empresa. Con el paso del tiempo se focalizaron también en la “alimentación real y saludable”, ya que las cabras de sus cuencas son criadas a pastoreo sin ningún consumo artificial.

La producción de los animales es estacional, en época de parición (entre este mes y fines de febrero) y en invierno, entre junio y agosto, por eso se inclinaron por la leche en polvo, que les garantiza tener disponibilidad todo el año.

Proceso

Los productores de las dos cuencas -que cobran un porcentaje del total como “precio justo”- hacen ordeñe manual y los Ruiz hacen la recolección de la leche, que debe cumplir estándares de calidad. Ellos realizan el acopio en el paraje Santo Domingo (Córdoba) y la catamarqueña La Guardia. Las plantas de procesamiento están en Córdoba (capital y Morteros) y Rosario.

Además de la leche en polvo de cabra incorporaron su dulce de leche

Todo este esquema de trabajo les permitió certificar como empresa “triple impacto, con visión ambiental, social y económica” en cada proceso. Están preparándose para hacer lo propio como producción orgánica.

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Comercializan con su marca y también a fasón, dependiendo de lo que pida el cliente; a granel y envasado para consumidor final. Cuentan con leche entera y parcialmente descremada en polvo, leche larga vida entera y parcialmente descremada fluida, y dulce de leche. Están por lanzar ahora una en polvo deslactosada.