El próximo martes 5 de noviembre, Estados Unidos albergará una de las elecciones presidenciales más importantes de su historia reciente. En estos comicios se decidirá otorgan al exmandatario republicano Donald Trump un segundo mandato, o si apuestan por primera vez por una mujer, la vicepresidenta Kamala Harris.
Esta decisión crucial no solo afectará a los ciudadanos de este país, sino también a personas de todo el mundo, incluyendo el Perú. Entre ambas naciones existen lazos de cooperación, sobre todo con relación a la protección del medio ambiente y la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.
Por ello, Infobae Perú dialogó con dos especialistas para conocer cómo afectará al país lo que suceda en noviembre, teniendo en cuenta los dos escenarios posibles.
El contexto actual de la carrera presidencial
¿Quién representa un cambio? A diferencia del 2016, cuando Trump se mostraba como un claro ‘outsider’, ambos candidatos tienen experiencia de gobierno. El empresario fue inquilino de la Casa Blanca entre el 2016 y el 2020, mientras que la exsenadora es la actual vicepresidenta de Joe Biden, quien entró al poder en el 2021.
Ambos personajes tienen fantasmas que los siguen persiguiendo y que les ha complicado la campaña. A la representante del Partido Demócrata todavía se le recuerda su fallido manejo de la crisis migratoria. También se le acusa de no haber influido desde su alto cargo para aplicar las políticas que ahora propone. A modo de respuesta, Kamala trata de desmarcarse de excompañero de boleta en los mítines, dejando en claro que ella no es Joe Biden.
Por el lado de su contrincante, este año, un jurado popular declaró culpable a Trump de 34 delitos, con relación a un pago que hizo a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels. Esto lo convierte en el primer presidente o expresidente en ser condenado en un proceso penal.
Estados Unidos se fija nuevamente en Perú
Francisco Belaunde Matossian, docente de Política Internacional de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), explicó a Infobae Perú que históricamente Estados Unidos se ha fijado en el Perú por motivos puntuales.
Por ejemplo, en el siglo XX prestaron atención a esta parte del continente ante una posible influencia comunista en plena Guerra Fría. Luego, volvieron a poner la mirada por el surgimiento de los gobiernos del socialismo del siglo XXI, con Evo Morales, en Bolivia; y Hugo Chávez, en Venezuela; como algunos de sus representantes.
Ahora, la creciente presencia de China en Latinoamérica está ocasionando que nuevamente tengan interés, y preocupación, en la región.
“Buscan contrarrestar la influencia de China, y por eso es que han lanzado una iniciativa para incentivar las inversiones en América Latina, con apoyo del gobierno norteamericano (…). Estamos otra vez en el radar”, comentó. Esta preocupación, indica, es un consenso entre Demócratas y Republicanos.
Sin embargo, este es uno de los pocos temas que no dividen el discurso de ambos bandos. Trump, junto al senador JD Vance, han tratado de implementar el mensaje de que un gobierno liberal significaría practicamente una invasión de migrantes, aunque este no sea el caso. Por su parte, Harris y su candidato a vicepresente, el gobernador Tim Walz, se han centrado en defender los derechos reproductivos de la mujer y de recuperar el voto afroamericano.
Para el docente de la USIL, el candidato conservador es en generla mucho más “imprevisible”, a comparación de Biden, que transmite estabilidad, racionalidad y seguridad.
Como parte de su retórica nacionalista, también se destaca un rechazo al multilateralismo. Esto podría ser dañino para el Perú, ya que a través de este mecanismos, se puede conseguir elementos como vacunas, a un menor precio.
“Para un país que no es una potencia, el multilateralismo es una especie de garantía. Es algo que es importante, porque es un espacio donde podemos nosotros pronunciarnos y buscar soluciones. Efectivamente, con Donald Trump eso podría verse afectado”, sostiene.
El factor China en la economía
Una muestra de este concenso que existe entre republicanos y democrátas sobre China, es que Joe Biden, al entrar a la Casa Blanca, dio continuidad a una medida controversial de Trump: seguir subiendo los aranceles a productos chinos.
Para el economista de iForex Latinoamérica, Eduardo Recoba, si Kamala Harris asume la presidencia, ella continuará con esta estrategia, pero compensará con una política tributaria más moderada y no tan agresiva como la que implementaría Donald.
Por lo contrario, una eventual guerra comercial provocada por un gobierno republicano generaría tres consecuencias importantes para la región.
En primer lugar, el especialista sotiene que podría tener un efecto relantizador, o incluso recesivo, de la economía estadounidense. “Si yo despacho mis productos desde Perú, que anteriormente pagaban un promedio de 3% ,o hasta 0% de arancel, dependiendo del tratado comercial , y ahora pagarán 10%, que es lo que propone Trump, el comprador de Estados Unidos va a adquirir menores volúmenes porque sus costos de importación aumenta”, explica.
“Los volúmenes de exportación pueden disminuir. Entonces, ¿qué va a hacer el productor peruano? ¿Qué va a hacer el agroindustrial? ¿Qué va a hacer el minero? O buscas otros mercados o generas un mercado interno, o simplemente desechas la producción”, agregó.
En segundo lugar, podría haber un efecto inflacionario, generado por subir aranceles. Esto “provoca el aumento de los costos de producción del importador estadounidense, tanto para productos de primera necesidad, como para bienes (más caros)”, explica Recoba.
Esta inflación, afirma, podrían exportarla al resto del planeta, como sucedió en junio del 2022, cuando llegaron a un pico superior al 9%.
“Si Estados Unidos tiene inflación lo no más probable es que el Banco Central de allá, que es el sistema de la Reserva Federal, nuevamente baje las tasas de referencia de corto plazo. Si baja la tasa, los capitales van a ser más baratos y en Perú el mercado de crédito se va a dinamizar. Eso puede provocar inflación local”, asevera.
Sin embargo, a pesar de estos escenarios, Recoba considera que al Perú le debe preocupar más lo que suceda en China que en Estados Unidos, ya que la nación asiática es su principal socio comercial.
Efectivamente, la Sociedad de Comercio Exterior (Comex) resaltó que China es el principal destino y origen de las exportaciones e importaciones peruanas. Solo en julio del 2024, los enviós sumaron un total de 14 mil 260 millones de dólares.
El principal producto que se ofrece es el cobre y si bien los norteamericanos han aceptado este mineral, China ha recepcionado casi el doble.
“Estados Unidos prefiere recibir el cobre laminado, en planchas o entero, que es lo que Chile le exporta, pero nosotros no tenemos esa capacidad, nosotros exportamos concentrados”, explica Recoba.
“China no está creciendo como antes. Sí me provoca preocupación porque la matriz de riesgo comercial de Perú, que es básicamente de cobre, podría verse comprometida”, añade.
Otro aspecto a tener en cuenta, resalta el economista, es que el Perú no tiene poder de negociación frente a las super potencias. Por ejemplo, en el 2018, el expresidente de México Enrique Peña Nieto logró renegociar una clausula sobre fabricación de autopartes con Estados Unidos, cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pasó a llamarse el T-MEC. ”Nosotros no podemos negociar así”, recalcó.
Migración: la principal preocupación
En el primer y único debate que han tenido ambos candidatos presidenciales, el pasado 10 de septiembre, la migración fue el tema en que repitió Donald Trump. No es para menos. La entrada de personas en situación irregular es actualmente una de las principales preocupaciones de los ciudadanos estadounidenses.
Desde que decidió entrar a la política en el 2016, el empresario continúa con un discurso que vincula la migración con la delincuencia. Esto sigue sucediendo, según Belaunde, “a pesar de que las estadísticas lo desmienten”. “Ya se ha visto que no le importa lo que digan los datos y la ciencia”, agrega.
El internacionalista subraya que en varios países del mundo, incluido EE. UU., se va a presentar cada vez más la contradicción de emitir un discurso anti migratorio, pero a su vez necesitando trabajadores extranjeros.
“Japón casi no tiene migración, China tampoco. Van a tener un problema gravísimo, incluso peor que el que están enfrentando países europeos. Italia por ejemplo, necesita mano de obra. A lado del discurso anti migratorio, están importando mano de obra, porque la necesitan. No hay italianos. (…)”, menciona.
De acuerdo con un reporte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, hasta el 2020, el principal destino de los peruanos fuera de su patria fue Estados Unidos. Más abajo quedan Chile, España, Argentina, e Italia.
Una buena cantida de los 400 mil peruanos han decidido viajar siguiendo el ‘sueño americano’ envían remesas a sus familiares en Perú, pero con una política migratoria más restrictiva por parte de Trump, existe podría verser disminuido.
No obstante, para Eduardo Recoba, la cantidad de peruanos en EE. UU. no es una cantidad muy significativa, teniendo en cuenta que México al mes recibe entre 3.500 a 4.000 millones de dólares de remesas.
“Los que deberían estar pensando en eso ahorita son los mexicanos, porque si se quedan sin esa fuente de ingresos, sería extremadamente grave, pero nosotros no”, aseveró.
El posible inicio de una oleada conservadora
Finalmente, los comicios de noviembre también servirán como termómetro ideológico en el continente, teniendo en cuenta que el próximo año deberán elegir a un nuevo mandatario, o mandataria, en Ecuador, Chile y Bolivia; y un nuevo Congreso en Canadá y Argentina.
Si Trump resulta ganador, se confirmaría una tendencia conservadora en América, provocada en parte por el aumento del crimen y la inacción de muchos gobiernos de esta parte del mundo.
Como recuerda Francisco Belaunde, muchos ciudadanos siguen pidiendo una solución a la inseguridad siguiendo los pasos del autoritario líder de El Salvador, Nayib Bukele. “Están llamando a restablecer la pena de muerte, y también salirnos de organismos multilaterales, como es precisamente la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, advierte.
Esta batalla ideológica también se está dando en otros sectores del globo, por lo que no es un fenómeno solo local. “Hay una especie de conflicto entre sectores que podrían llamarse conservadores y sectores que son de derecha liberal y de izquierda moderada. La izquierda más radical de una manera coincide en parte con la derecha radical”, explica el internacionalista.
Mientras que en el Reino Unido los socialdemócratas han logrado llegar al poder luego de más de 10 años de gobiernos conservadores, en Alemania, la ultraderecha ha logrado una histórica victoria en el este del país. Así, en Estados Unidos todavía está por verse qué sector ha ganado más influencia en los últimos años, y que marcará su destino para los próximos cuatro.
La polarización en la contienda
En diálogo con RPP, el exembajador del Perú en Estados Unidos, Hugo de Zela, indicó que “gane quien gane”, será muy difícil gobernar el país norteamericano, por el nivel de polarización que existe.
“Antes eran adversarios los candidatos, hoy son enemigos. Eso creo que ha cambiado profundamente y que será imposible que permita que esta campaña termine alturadamente, y al momento de gobernar, depende de cómo se formen las mayorías en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores”, mencionó.
Por su parte, Francisco Belaunde comentó que la tendencia del voto latino en apoyo a los demócratas ha disminuido con el paso del tiempo.
Aclara que esto se debe a que muchos migrantes provenientes de Latinoamérica suelen ser evangélicos o católicos conservadores. “Evidemntemente, eso forma parte del voto de Donald Trump. tambien hay mucho joven que de alguna manera están buscando cambios, entonces Donald Trump representaría, a pesar de que ya fue presidente, ese cambio”, sostuvo.
En cuanto a los recientes comentarios xenófobos del humorista Tony Hinchcliffe sobre Puerto Rico, durante un evento organizado por la campaña de Trump, Belaunde dijo que está por verse qué tanto afectará los resultados de la elección, teniendo en cuenta que la votación será estrecha.