El municipio de Escobar se prepara para ser primera alternativa en la relocalización de uno de los bingos de Daniel Angelici, que, desafiado por el crecimiento de las apuestas online, busca salir de la ciudad de Ramallo para reubicarse en el conurbano.

Entre la Navidad y el Año Nuevo, el Concejo Deliberante del municipio aprobó por unanimidad y de manera exprés un proyecto resistido por vecinos e impulsado por Pro para habilitar la construcción de un centro comercial en una esquina de gran cartel en Ingeniero Maschwitz. La propuesta, de “alto perfil comercial”, según señalaron en la intendencia, incluye entre sus muchas actividades el desarrollo de un salón de juegos de azar, en donde podría eventualmente emplazarse el bingo de Ramallo, hoy en retirada.

La iniciativa, presentada por Leandro Goroyesky, un concejal ligado al diputado nacional Cristian Ritondo, cosechó el ineludible apoyo del oficialismo del intendente Ariel Sujarchuk (Partido Justicialista), que domina el concejo con 13 ediles, y despertó el repudio de algunas asociaciones vecinales, molestas a la eventual instalación del bingo.

Goroyesky explicó a LA NACION que, además del bingo, el desarrollo incluye un hotel, un auditorio y un centro comercial, y podría redundar en la creación de 500 nuevos puestos de trabajo y en una inversión que supere los 50 millones de dólares.

Hay un pedido de traslado de Ramallo [por el bingo] y es una oportunidad para el municipio”, resaltó. “Es una propuesta más amplia, de alto perfil económico”, complementaron en el municipio. El Hospital de Garín es la institución elegida como destinataria de los beneficios que por ley (11.086) debe recibir una entidad de bien público del lugar en el que esté emplazado un salón de juegos de azar.

Una fuente del rubro consultada por LA NACION remarcó que la ordenanza aprobada en diciembre, dada a conocer hace tres semanas por Daniel Bilotta en LN+, solo habilita la “zonificación” y que todavía resta transitar un camino político. La última palabra la tendrá el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, que deberá aprobar el pedido a través de Lotería nacional.

Bingo Ramallo opera hoy en la ciudad homónima, a pocos kilómetros de la ruta 9, que une Buenos Aires con Rosario. La firma es presidida por Fabio Fernández, un hombre ligado a la vida política del club Independiente. En el pasado, fue dirigida por el propio Angelici, y por un socio suyo en el mundo del juego, Daniel Darío Matuone, con el que compartió directorio en otras firmas como Desarrollos Maipu SA.

El crecimiento de las apuestas online trajo consigo un retraimiento en la actividad de los bingos y casinos que deben reperfilarse para restituir su volumen, explicaba la misma fuente.

Para construir una propuesta atractiva, kirchneristas, radicales, peronistas y libertarios convinieron poner a disposición una superficie de más de 10.000 metros cuadrados para el proyecto. Se trata de 6 parcelas de una manzana que mira a la intersección de la Avenida Constitución y el ramal Escobar, a tres kilómetros del centro de Ingeniero Maschwitz.

La superficie que habilitó el Concejo de Escobar para desarrollar un Bingo

“Apruébese la localización y desarrollo del proyecto integral ‘Desarrollo Comercial, Recreativo y Sala de Bingo en Ingeniero Maschwitz’ en el predio delimitado por las calles Pueyrredón, Los Nogales, Colectora Oeste del Ramal Escobar y Avenida Constitución, localidad de Ingeniero Maschwitz”, establece la ordenanza municipal, cuya aprobación, el pasado 27 de diciembre, se realizó en apenas segundos, según se observa en un video grabado por alguien presente en la sesión, que se oponía a la iniciativa.

Tras obtener luz verde en el Concejo Deliberante, la iniciativa generó resistencias en algunas asociaciones vecinales de Escobar, que no ven con buenos ojos la llegada de un bingo a una zona “residencial”.

“Es algo nefasto que destruye el tejido social”, se quejó en diálogo con La Red, Javier Coqui, que preside la Asociación Vecinal ruta 26. “Es como implantar un cáncer en el medio del corazón de Maschwitz, donde se promueve la ludopatía, la droga, la inseguridad, los prestamistas, donde los trabajadores pasan por ahí, hay colegios a 500, 700 y 800 metros”, se quejó el vecino.

En la provincia de Buenos Aires existen poco más de 40 salas de bingo y son muchas las dificultades para crear nuevas. El traslado de licencias aprobadas, en cambio, es una operatoria más factible. El traspaso de Binbaires, un bingo que perteneció a Cristóbal López, de Villa Gessel a Ezeiza durante la gobernación de Daniel Scioli en 2014, es un antecedente de este tipo de movimientos, que algunos de sus detractores llaman “bingo con rueditas”.