El exciclista Lance Armstrong reveló un nuevo capítulo en su vida personal al admitir su lucha y posterior victoria contra la adicción al alcohol. A los 53 años, el hombre que dominó el Tour de Francia entre 1999 y 2005, compartió en sus redes sociales que hace un año decidió poner fin a su relación con el alcohol, y describió el hecho como “la mejor decisión que he tomado nunca”.
“Hoy, hace un año, me di cuenta de que mi relación con el alcohol ya no me beneficiaba. Y tampoco estaba en el mejor interés de mi familia, mis amigos, mi equipo y mi comunidad”, confesó Armstrong. En su publicación en redes sociales, explicó cómo el alcohol se había convertido en una carga, un pasivo en su vida, y cómo tomar la decisión de dejarlo atrás fue un paso crucial para su bienestar.
El anuncio de Armstrong es especialmente relevante considerando su tumultuosa carrera. El texano, quien superó un cáncer testicular en los años 90, se erigió como un ícono deportivo al ganar siete títulos consecutivos del Tour de Francia. Estos triunfos, sin embargo, fueron empañados por un escándalo de dopaje que culminó en 2012, cuando fue despojado de todos sus logros y sancionado de por vida por la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (USADA).
El escándalo sacudió al mundo del ciclismo y más allá, ya que Armstrong había sido visto no solo como un campeón deportivo, sino también como un símbolo de superación personal debido a la recuperación de un cáncer que había puesto en riesgo su vida. Su caída pública fue estrepitosa, y el exciclista pasó de ser un héroe nacional a objeto de críticas y desprecio.
En su declaración reciente, Armstrong reflexionó sobre las dificultades que enfrentó tras el escándalo de dopaje, describiendo su vida como “interesante” y llena de desafíos. “Creo que todo en la vida debe verse como una bomba o un desagüe. Un activo o un pasivo. Un aspecto positivo o negativo. El alcohol se había convertido en un desagüe, un pasivo y un factor negativo para mí”, explicó.
El camino de Armstrong hacia la sobriedad también lo llevó a acercarse a su antiguo archirrival, el exciclista alemán Jan Ullrich, quien enfrentó batallas similares contra las adicciones al alcohol y las drogas. Ambos encontraron en el otro un apoyo mutuo, entrenando juntos y reforzando una amistad que dejó atrás sus viejas rivalidades en las carreras.
Bajo el lema “Eso fue entonces, esto es ahora”, Armstrong busca ahora rehacer su vida con un enfoque renovado en la salud y el bienestar. Además de su reflexión personal, Armstrong mostró gratitud hacia su esposa a quien calificó como su “salvación” por su apoyo incondicional durante los últimos 12 meses. Este respaldo fue fundamental en su proceso de recuperación y redescubrimiento personal.
El texto completo de Lance Armstrong
Eso fue entonces, ESTO ES AHORA
Esta obra de arte lo dice todo. De hecho, es una pieza que he buscado inspiración muchas veces durante la última década, ya que mi vida ha sido, digamos, interesante.
Pero hoy, esta fecha exacta en el calendario, es diferente y la inspiración también es diferente. Muy diferente. Hoy hace un año decidí que mi relación con el alcohol había terminado y que ya no era lo mejor para mí. Y tampoco lo mejor para mi familia, mis amigos, mi equipo y mi comunidad.
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Creo que todo en la vida debe verse como una bomba o un desagüe. Un activo o un pasivo. Un aspecto positivo o negativo. El alcohol se había convertido en un desagüe, un pasivo y un factor negativo para mí. Esa fue mi decisión y, hoy, siento que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Hace seis meses mencioné que había escuchado una “voz interior” que finalmente había escuchado. Un año después de este viaje, todavía escucho esa voz, solo que ahora me dice: “Hola Lance, estoy muy orgullosa de ti”. Me alegra el día cada vez que la escucho. Por último, quiero agradecer a mi hermosa esposa Anna Hansen por su apoyo increíblemente considerado durante los últimos 12 meses. Cariño, eres mi roca y te amo inmensamente.