El traspaso de Valentín Barco al Racing de Estrasburgo parece ser el renacer de este futbolista que debutó en Boca y tuvo pasos infructuosos por el Brighton de Inglaterra y Sevilla de España. A su corta edad (20), el volante no solo debió adaptarse a las exigencias del Viejo continente, sino que también formó una familia: en los últimos días nació Gemma, su hija, fruto del romance con Yazmín Jaureguy.
Con una actualidad deslumbrante en el Racing de Estrasburgo, Barco no solo parece haber encontrado su lugar en el mundo, sino también un espacio de equilibrio para asentarse con su familia, lejos de su país natal.
Además de este progreso en su carrera profesional, el futbolista argentino recibió una cálida acogida por parte del entrenador Liam Rosenior, quien apuntó su nombre para incorporarlo, le dio confianza, titularidad y también un espacio de contención para que Barco pueda afianzarse junto a su familia.
Una prueba de la empatía que estableció con el entrenador fue un gesto que tuvo Rosenior, tras la victoria por 4-2 ante el Lyon, uno de los equipos más importantes de la liga francesa. Al culminar el encuentro, el entrenador tomó la palabra ante la mirada de todos y, en primera medida, felicitó al equipo por la actuación y, también, de manera particular, a Barco, a quien le concedió un beneficio por su paternidad.
“Por favor, de pie”, introdujo Rosenior al señalar a Barco, quien, instantáneamente, recibió el aplauso de todos sus compañeros e integrantes del cuerpo técnico. En esa misma línea, el DT manifestó: “Debe ser el momento más feliz de tu vida, ¡disfrútalo!. Y para que sepan todos, Valentín tiene tres días libres».
La mención de Rosenior se dio el 28 de marzo, un día después de que Barco se convirtió en padre primerizo. Con su juventud a cuestas, el exjugador de Boca tomó la decisión de formar parte de la delegación que enfrentó al Lyon y lo goleó por 4-2.
Luego de una estadía con pocos minutos en el Brighton y una cesión al Sevilla donde no solo no encontró su mejor versión futbolística, sino que también sufrió varias cuestiones como, por ejemplo, el robo en su domicilio, Barco llegó a Francia con la expectativa de renovar el aire y reencontrarse con el nivel que lo llevó a ser una pieza importante para el Xeneize.
Amagues, asistencias, lujos y goles, el repertorio de Barco en Francia comenzó a dar qué hablar durante las últimas jornadas. Alejado de las grandes ligas, el argentino recobró la confianza y le dio un espaldarazo al Racing de Estrasburgo que está en la sexta posición de la Ligue One con 46 puntos, a cuatro unidades del Mónaco, segundo en la clasificación, aunque muy lejos del Paris Saint Germain, que, con 71, lidera con holgura la competencia doméstica.
Tras este gesto del entrenador hacia Barco, que se viralizó en las redes sociales, muchísimos usuarios celebraron la empatía de Rosenior hacia el joven futbolista que transita un momento de transformación personal y profesional.